El milagro de la Wikipedia

Leía ayer en El País un artículo firmado por José Manuel Abad Liñán a cuenta de un fraude detectado en la Wikipedia por el que que se ha expulsado a cientos de editores por cobrar a empresas. Según se indica ahí, la enciclopedia ha desmantelado una red de 381 perfiles que publicaba artículos favorables a cambio de dinero y extorsionaban empresas. Vaya, vaya, hasta aquí llegan las malas artes de los humanos.

Pero, después de leerlo y aún considerando todas las imperfecciones de un sistema que soporta tal volumen de información, terminé por pensar ¡qué milagro que sigamos disfrutando de esta herramienta! Y es que gobernar un proyecto de dimensión contenida es una cosa pero manejar ese monstruo -con todo el cariño lo de monstruo- es harina de otro costal. Nacida con el nuevo siglo, el 15 de enero de 2001, hoy en la Wikipedia se publican artículos en ¡¡287 idiomas!! y alcanza la friolera de más de ¡¡37 millones de entradas!!

Así que, después de leer el sucedido con el fraude, no queda sino reconocer que este proyecto es uno de los que mejor hablan de nosotras y nosotros como humanos. A pesar de la pequeña proporción de indeseables. Sí, porque la aportación desinteresada de muchas personas hace posible que tú y yo podamos consultar información fiable sobre casi cualquier cosa. Y a pesar de esas frecuentes críticas a sus errores (los habrá, eso seguro, aunque solo sea por el ingente volumen) y un fácil desprestigio rápido porque no se controla a través de expertos, el caso es que la Wikipedia es una referencia de consulta absolutamente normalizada.

Siempre suelo recomendar darse una vuelta por el artículo sobre la Wikipedia que está publicado en la propia Wikipedia. Allí encontrarás no solo datos sino también información básica sobre su gobernanza y la forma en que se «controla» la producción de contenido. También sobre las críticas que ha recibido este proyecto, algo muy de agradecer para que cada cual pueda hacerse su propia composición de lugar. Recordad que debido a su carácter enciclopédico una de sus normas básicas es la imparcialidad.

Y una última reflexión: ¿debería tu proyecto/empresa o lo que sea disponer de una entrada propia en la Wikipedia? Primero, por supuesto que debe ser relevante, pero ya sé que siempre nos obsesionamos con nuestro propio sitio web y no está de más la reflexión sobre si merecería la pena realizar una entrada imparcial sobre la cuestión. Vale que desde tu propio dominio «venderás» con más libertad tu oferta pero a lo mejor un contenido más frío y descriptivo puede avalar también lo que tengas entre manos. No hay que olvidar que frente al lógico autobombo que practicamos en nuestros sitios web, la Wikipedia muestra otra cara ¿más fiable? que suele aparecer en la primera página de resultados de los buscadores.

Pues eso, solo quería recordar que, descubierto un fraude en la Wikipedia, hay que valorar lo que tenemos entre manos: un enorme proyecto financiado desde donaciones, sin publicidad, y que cumple una función social de tremendo valor. Mi más sincero aplauso a todas aquellas personas que contribuyen (me permito incluirme con mis humildes granitos de arena) a que sea posible. Znks! 🙂