8: Nerja – Málaga

Vaya baño de multitudes el de ayer en Nerja. A medida que me acercaba hacia el centro neurálgico del turisteo ubicado en los alrededores del «Balcón de Europa» el gentío se acrecentaba. Y a mí, que me sale sarpullido con los baños de masas, no me quedó más opción que poner pies en polvorosa tras una vuelta rápida por la zona. Sí, mu gonito y tal, pero me abstengo.

Como ya comenté ayer, el hotelito en el que he estado alojado es del todo recomendable: el Hotel California. Atendido por Marcel, un suizo muy amable, se halla ubicado fuera de la zona «caliente», en un entorno muy agradable pero solo a escasos diez minutos del centro.

Hoy la etapa ha discurrido de nuevo y literalmente pegada al mar. En ningún momento hemos sobrepasado los 25 metros de altitud. En unos cuantos tramos es posible seguir las marcas rojas y blancas del GR92. Se trata de tramos acondicionados para paseantes y también para quien quiera dar pedales sin meterse en el asfalto de la carretera. Toda la zona es muy transitada por ciclistas de carretera que hacen sus buenos pelotones para darle zapatilla de la buena.

Como quiera que la etapa no tenía ninguna dificultad especial, los kilómetros han pasado muy deprisa. Alguna que otra foto para detener la marcha y un bar de carretera para abastecerse de líquidos. Cuando no era por el asfalto o por el GR las ruta me conducía a más y más paseos marítimos con sus correspondientes carriles bici. Playa, carril bici, paseo marítimo y chiringuitos; playa, carril bici, paseo marítimo y chiringuitos. Así hasta el infinito. Bueno, no, así hasta Málaga.

Al acercarse a la capital empieza el festival de chiringuitos que ofrecen espetos. Creo haber contado un par de millones sólo en el tramo final, tras Rincón de la Victoria. Ya casi al final me he dejado caer en una terraza junto a la playa para comerme una racioncita de berenjenas fritas con miel, un plato que me encanta. Eso sí, recordarme que la siguiente vez pida media ración, ¿vale?

En Málaga terminaban hoy Domingo de Resurrección las procesiones. He quedado con mi pareja y unas amigas que han venido a pasar unos días por aquí y que ya se marchaban de vuelta a primera hora de la tarde. Una comida rica rica y a escuchar los susedidos de estos días de Semana Santa malagueña. Vaya que da de sí.

Bueno, pues otra etapa tranquila. Eso sí, el culete protesta de tantas horas encima del sillín. Cuando no son las piernas, son las posaderas; siempre hay algo que da guerra a estas alturas de ruta. Mañana más. Nos despediremos del Mediterráneo hasta llegar a Gibraltar. La Sierra de las Nieves nos espera con previsión de no muy bien tiempo. A ver qué tal.

Distancia recorrida: 55,48 km. Desnivel acumulado: 102 m. Tiempo de pedaleo: 3h 01min.

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Enlaces con material complementario

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