A medida que voy leyendo más sobre Big Data y la Internet de las cosas, más importante me parece acordar cómo humanos y datos van a participar en la toma de decisiones. Comento esto porque la tentación de que sea una máquina o un software quien decida es más que evidente. A fin de cuentas siempre se habló de «decisiones objetivas» como aquel tipo de decisiones ecuánimes y ajustadas a razón. Algo que parece los humanos andaban buscando. ¿O no?
Supongamos que se trata de evaluar a nuestras alumnas y alumnos en la universidad. ¿Qué ocurriría si a través de un software disponemos de millones de datos (sí, digo millones) que nos «hablan» de lo que cada de esas personas ha estado haciendo durante los tres últimos meses que vamos a tomar como referencia para evaluar? Supongamos que se trata de evaluar a alguien que trabaja en un call center atendiendo llamadas de clientes. ¿Qué ocurriría si renovamos o no su contrato por lo que un software dice al ser capaz de «estructurar» su rendimiento partiendo del análisis masivo (desestructurado) de lo que hace? Todo tiene que ver con lo extensa que en origen sea la huella digital de sus actos.
En este segundo caso quizá el sistema sea más fácil de comprender. Se monitoriza el cien por cien de las conversaciones. Y a partir de ahí el software comienza a analizar qué ocurre. Primero será capaz de «comprender» qué se está diciendo, quién habla, quién responde, con qué palabras, con qué resultado. Pero después llegarán los metadatos: cuánto tiempo, en qué momento del día, en qué día de la semana, etc. Millones de datos para «saber» qué está pasando. A partir de ahí, el sistema dicta sentencia: ¡Estás despedida! Pero… No hay pero que valga; lo dice el sistema. Él tiene los datos. Él tiene la razón. Decisión objetiva: as sido evaluada (casi) al cien por cien.
Es evidente que caminamos hacia más y más datos. Sean datos proporcionados por personas (medidas directamente o preguntadas) o por máquinas y objetos mediante la utilización de una amplísima variedad de sensores. La capa de datos se vuelve de tal volumen que el humano tiene que hacerse a un lado porque no dispone de equipamiento de serie para comprenderlos. Así que, ¡fuera humanos! Necesitamos maquinaria capaz de reemplazar la incapacidad del ser humano.
¿Soy un catastrofista? ¿Me estoy ahogando en un vaso de agua? En el fondo sigo queriendo pensar que la intuición tiene su hueco, que dejar que los datos hablen siempre tendrá el contrapunto del humano que completa la escena. Pero la parte que le tocaba a los datos crece de forma exponencial. Adiós a la causalidad, estamos en la era de la correlación. No te despedimos porque a causa de tu comportamiento perdimos el cliente. Solo te decimos que tu comportamiento y la pérdida del cliente correlacionaron. Lo dice el sistema.
En cualquier caso, estás despedida. ¿Los datos son la realidad? 🙁
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Nota.- Este post es una simple reseña de una conversación mientras comíamos ayer con un buen amigo 🙂
24 comentarios
¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos http://t.co/5EsOdxamLx vía @juleniturbe
¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos http://t.co/QlluXgxHrA
¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos http://t.co/00F9jPPzPQ un post de @juleniturbe
RT @antoniogalindog: ¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos http://t.co/00F9jPPzPQ un post de @juleniturbe
La era de la correlación “@JuanMartinez: ¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos http://t.co/EHxY8564sE vía @juleniturbe”
[…] A medida que voy leyendo más sobre Big Data y la Internet de las cosas, más importante me parece acordar cómo humanos y datos van a participar en la toma de decisiones. Comento esto porque la tentación de que sea una máquina o un software quien decida es más que evidente. […]
¿Fuera humanos! Decisiones basadas en #datos. http://t.co/exWaAdLqQR vía @juleniturbe #bigdata
El tema del post «correlaciona» con el día [gris, tramado, onírico…], en todo caso genera grandes dosis de subjetividad que me hacen altamente «prescindible» 😉
Dicen que el poder del diablo está en que nadie cree en él, del mismo modo, los peligros més ulcerantes se desarrollan de la manera más insidiosa…Alarmante lo que adviertes, Julen…
Hablar de nuestros miedos siempre ayuda a convivir con ellos. Y a veces a vencer sus efectos perversos. En ello andamos. Y en ello andaremos, porque esto que cuento no va a ir a menos, me temo.
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No te falta razón Julen, no obstante yo quiero pensar que a pesar de que todo apunta a que sea este el futuro que nos espera, estemos a tiempo de cambiar nuestras actitudes poniendo en valor tanto dato y sobre todo dándoles la humanidad de la que carecen. Está en nosotros ponerle calor (humano) a los datos.
Estoy seguro que sabes de que hablo…
Hola, Javier. Sí, supongo que no tenemos que olvidar el enfoque humano. El problema es que seguimos siendo siendo seres limitados, capaces de diferir ciertas cantidades de información. Y esto del «Big Data» nos conduce a territorios donde las máquinas ganan. Pero, como bien dices, habrá que poner calor humano… hasta que alguna que otra máquina se funda, ¿no? 😉
#BigData para decisiones más objetivas ¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos http://t.co/P0MHDg2V64 vía @juleniturbe
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Me ha encantado el post Julen! Ahora mismo estoy trabajando en el desarrollo metodológico de mi tesis y constantemente estoy reflexionando sobre esto mismo: los datos. Que método de investigación utilizar, cual es el más adecuado… Desde el principio he tenido más o menos claro que quería interpretar la realidad desde una perspectiva cualitativa, desde el discurso de las personas (jóvenes en mi caso), pero constatemente escucho comentarios relacionados con la representatividad, la validez del estudio… Me da la sensación de que si no tienes un % (dato) la investigación no vale, o si no contemplas una muestra amplia de personas la investigación no es fiable… Siempre lo mismo: Necesitas datos que te lo confirmen! Y yo me pregunto, ¿donde queda la intuición? ¿cómo cuantificarla?
Hola, Ana. Gracias por el piropo. En realidad en una tesis la investigación te va a admitir metodología cualitativa, al igual que cuantitativa. Yo creo que el problema se nos viene por el empeño en que el «acceso masivo» a «datos ingentes» acerca a mejores decisiones sí o sí. Y aquí es donde me pongo un poco nervioso. Ser humano es contradecir la ciencia exacta del dato, ¿no? Pues eso, que un mundo con errores en un mundo humano. Que no se nos olvide. Así que adelante con tu intuición. Muchas veces no te equivocarás, seguro… o casi seguro 😉
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Me pregunto que decidiría el software si al mismo tiempo que la “huella digital” concluye con un “no” se incrementa el resultado favorable que deriva del trato con el cliente (contratos, comentarios favorables…). Bueno, supongo que el software lo tendría claro si se han priorizado los factores de decisión. La cuestión será en que franja de decisiones vamos quedando colocados, cuanto menos factor humano se necesite más prescindibles seremos.
Pero igual crecen los mundos paralelos porque parece que lo que sí traemos de serie es esa capacidad para generar alternativas y contextos.
A pesar del tono de mi post, Isabel, vamos a ser optimistas. Por esperanza que no quede 🙂
[…] Disculpad que me ponga insistente con este tema, que ya trataba hace unos días en el post ¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos. Pero es que me parece un asunto fascinante. Tiempo al […]
[…] La Internet de las Cosas saca a escena, como ya hemos comentado aquí en varias ocasiones, el conflicto sobre si es BigData o la máquinas/objetos quienes deciden. Pero por detrás, está el asunto de cuál será la decisión, una vez que hemos delegado ciertos […]
[…] problema puede estar en que Big Data se nos independice. Hablamos de ello en ¡Fuera humanos! Decisiones basadas en datos. Porque es una tentación aceptar la verdad de los datos, la objetividad, eso de que “lo dice […]
Hola Julen,
La verdad es que has planteado un debate muy interesante.
LLevo ya más de 20 años en esto de la gestion de información en Internet y cada día somos capaces de procesar mayores volúmenes de información digital, aunque todavía no a la velocidad que nos gustaría.
Creo que como toda tecnología, el big data debe estar para servir a los humanos. Y por ello para lo que debe servir es para facilitar el proceso de toma de decisiones aportando conocimiento. Y en este proceso tienen gran importancia tanto la intuición (conocimiento de experiencias pasadas) como los hechos ( datos, informaciones y contenidos) y también el contexto (el entorno).
De momento veremos llegar un mundo donde algunas decisiones las tomen máquinas (ej: smart grid, smart cities etc..) y otras humanos.
¿Será el futuro como Yo Robot (Asimov) o Skynet (James Cameron)? No lo se. La preocupación esta allí pero esta ya es una hipótesis para jugar de momento con la ciencia ficción y la filosofía.
Esta claro que el tema de big data visto como un sustituto total de la voluntad humana asusta, pero como dices hay que ser optimista. Creo que encontraremos un equilibrio entre ambas lógicas.
Las decisiones siempre que sean humanas serán parciales y en gran medida subjetivas para cada persona. Con información similar las personas tomamos decisiones diferentes. Esto necesariamente no es malo. Pero cuando hablamos de gestión organizacional, me gusta recordar esta frase:
“Si tenemos datos, echemos un vistazo a los datos. Si todo lo que tenemos son opiniones, empecemos con la mia.”
–Jim Barksdale former Netscape CEO
Un saludo
Ramón
[…] Mientras, el negocio de la transformación digital puede galopar desbocado y convertirse en burbuja. El sentido común, ese compañero de viaje tan necesario, se arrincona para dirigir los focos al negocio que hay detrás. Tecnologías que prometen Eldorado y que luego necesitan a los simples humanos que somos quienes tenemos que lidiar con nuevas prácticas sociales. Las curvas de asimilación mostrarán hasta donde hacemos cuello de botella. Porque como humano sentirme sobrepasado me da coraje. No, no. Necesito entender. […]