Cuando la web social surgió -lo llamamos en su día web 2.0- lo tecnológico quedo en un segundo plano. El gran salto fue que no había que saber de ceros y unos para publicar contenido en Internet. Podíamos, por ejemplo, abrir un blog y escribir en él o guardar nuestros favoritos de forma colaborativa en almacenes como delicious. Éramos personas que veíamos cómo caían ciertas barreras tecnológicas. Y lo vimos útil.
Más y más gente se sumó a la fiesta. Usaban diferentes herramientas para compartir en Internet. Podían ser textos, fotografía, video. Se podía llevar a cabo con diferentes herramientas, no tantas como hoy, pero había alternativas. Entonces comenzó a tener sentido pensar en las licencias de reutilización del contenido que compartíamos. Y empezamos a usar por ejemplo las de Creative Commons. Y lo vimos útil.
El tiempo siguió pasando y todo explotó cuando aparecieron lo que se ha venido en llamar redes sociales en Internet. Con Facebookistán como paradigma de un mundo extimizado. Las personas compartían más y más. Twitter también fue ganando terreno y por fin llegó a explotar de la misma forma. Compartir qué tal te han salido las lentejas convivía con ese enlace fantástico que te soluciona la vida o hasta incluso resulta que llega a ser un buen predictor de citas en un documento académico. Impresionante. Y lo vimos útil.
Hubo -no sé cuándo- un movimiento por el que lo que era web social empezó a migrar a web comercial. Si la publicidad a través de medios tradicionales era la herramienta para captar nuestra atención, alguien pensó que lo que estaba pasando en Internet no podía desaprovecharse. Si por allí desfilábamos miles y miles de personas, no había duda: había que trabajar ese tipo de publicidad.
Lo empresarial, a través de sus marcas planetarias, encontró en la web social el lugar donde la gente se juntaba y hablaba. Y no hubo ninguna duda. Como elefante en cacharrería se decidió un desembarco que por volumen e insistencia superaba de largo al de Normandía. Se utilizaron múltiples medios aéreos, navales, anfibios y lo que se te ocurra. Las marcas se lanzaron a una lucha sin cuartel. Con lanzagranadas y misiles de toda forma y color comenzaron a inundar la web social. Sin piedad. Lo que fueron conversaciones se convirtieron en un estruendo ensordecedor.
Pasó el tiempo y en 2012 los de Gartner lanzaron un primer aviso: Entre el 10% y el 15% de las interacciones sociales con marcas serán falsas en 2014. La gran mentira continuaba creciendo. Hacían falta gafas para diferenciar lo auténtico de lo falso. La fiabilidad de muchas fuentes se empezaba a resquebrajar. Unas cuantas decepciones agravaron el estado. Y empezamos a pensar que quizá, quizá, no fuera tan útil.
12 comentarios
Estoy contigo en todo lo que comentas. Es cuestión de educación, tanto de las marcas como de los consumidores. Es todo muy nuevo.
A mi me alegro ver que las marcas apuestan por el Marketing de Contenidos, aunque lo están haciendo mal, demasiado falso, comercial y poco autentico. No se desparender 3 decadas de publicidad tradicional de la noche a la mañana.
Tampoco puedes generalizar Julen, porque hay un montón de blogs basura (creado por listillos de la publicidad online) de la era pre-panda..y a la vez existen grandes blogs con grandes autores.
Para las personas y hacer networking, las RRSS son un enorme +, lo demás se irá gestionando a medida que se aclara el perfil de consumo y surgen filtros eficaces anti ruido en estos canales sociales.
Ahora bien, podria plantearme de abandonar a todas las redes sociales, pero mi blog, no me lo quita nadie…
Franck, desde luego que entre las montañas de contenidos hay contenido de calidad. El problema que parece estar creciendo es que el estercolero cada vez parece tener porcentualmente más basura mediática. Y eso, poco a poco, desanima. Pero, no, nuestros blogs que no los quite nadie 😉
No tan útil y algo insostenible. Si esperar a 2014, a día de hoy, la mitad del tráfico que soporta el servidor donde alojo mi blog y algún que otro proyecto más o menos personal, son visitas automáticas, algunas de aplicaciones de búsqueda, pero otras muchas de programaciones buscando mis debilidades.
Cada vez más, para conversar a través de la red, se requiere de un impresionante despilfarro de recursos cuya única finalidad es alimentar el ruidoso monstruo: la mitad de los combustibles que se queman (con sus emisiones de efecto invernadero y otras) para producir la electricidad que requiere nuestra Internet se van en alimentar publicidad contextual y otras maldades.
Esa es otra parte delicada de todo esto, Alberto, la del coste medioambiental que tiene esa proliferación de contenido inútil. Demasiadas veces hablamos del «coste cero» de la distribución de información digital… pero va a ser que no, que los volúmenes son tan ingentes que hay consecuencias no ya económicas sino para la sostenibilidad del planeta. Y eso son palabras mayores.
Muy interesante el post! Y da para mucho que reflexionar… es por ello, que tras leer el post me he quedado pensando y me he preguntado: ¿lo único importante es que sea útil? ¿la web social debe ser útil? ¿no puede ser un espacio y tiempo más que en el que aprendemos y nos desarrollamos si lo utilizamos bien?
Buena reflexión, Ana. Quizá lleves razón y no debamos fijar tanto la mirada en la utilidad sino en que sirva de espacio de encuentro. Eso sí, las marcas están a saco por este espacio que tanto nos gusta 🙁
La vida misma!
Va a ser que sí, que lo de la web social es como la vida misma… y depende del color del cristal con que lo miremos vamos a verlo en positivo o no tanto 😉
Suponemos que necesitan sacar pasta de debajo de las piedras, ya se sabe que todo el mundo tiene que facturar 🙂 . Las herramientas gratuitas y por el amor al arte cada vez son menos. he visto lo de slideshare desde hace unos meses no es barato que se diga si se compara con otros de pago como premium de flickr.
El modelo de negocio premium es de los más universales. A mí no me parece mal. Claro que depende del precio. Sin embargo, hay que reconocer que no solo de ofrecer servicios gratuitos y meter publicidad van a poder vivir todas estas empresas que florecen alrededor de la web social.
Parece que el link al «predictor de citas» está roto, ¿any clue?
María, he visto que Fernando tiene el servidor de su blog caído. El enlace está bien. Prueba en otro momento. Sorry.