Cada vez es más evidente. Hablar de web social en la empresa es ir a las raíces de la vinculación entre personas y organización. No puede ser la misma que antes. Si se asumen mínimos principios de web social, no pueden encajar los principios tradicionales de organización.
Las empresas que quieren disponer de una vida digital plena tienen que repensarse, así de claro. ¿Cómo si no, aceptas que las personas «salgan» de tu organización para campar a sus anchas por las redes sociales y que allí puedan generar tanta o más interacción profesional que dentro de tu empresa? ¿Cómo aceptas que sus perfiles profesionales sean públicos y no estén dentro del perímetro de seguridad de tu empresa? ¿Cómo te tragas la bilis de observar que el conocimiento que tu empresa genera se escapa día sí y día también? Dedícate a retener talento y no liberarlo y verás cómo tu empresa se llena de gente desmotivada que lo mismo no quiere marcharse.
Es evidente que surge otra lógica, que emerge «de fuera hacia dentro» y no «dentro hacia fuera». Cuando Barry Wellman acuño el término «individualismo en red» estaba anticipando lo que sucede ahora: hemos encumbrado la cultura de idolatría a la persona. La revista Time lo bautizó en 2006 como personaje del año: You. Sí, claro, ¿pero qué supone esto para la empresa? Una vuelta radical a su sentido. Lo colectivo debe reinterpretarse desde el principio de la lección de delicious. ¿Qué beneficio obtengo yo como persona?
La economía de la experiencia se ha desbocado. Emerge poderoso el mercado del alma de la mano del cuarto sector: cifras de negocio que crecen sin parar. Productos y servicios que se dirigen a la persona y que la hacen más y más dios. En la era del acceso, la sociedad provee porque necesita consumo para seguir creciendo. La empresa ahí no puede ser como era. Los 14 principios de la administración de Henry Fayol que tuve que aprender de memoría hace 25 años cuando estudiaba cosas de gestión han quedado sepultados bajo las toneladas de información compartida en la web social.
Por supuesto que no hablamos de herramientas. Es tecnología que está dinamitando la forma en que nos organizamos. Aunque haya muchas empresas que quieran seguir siendo lo que son, si se adentran en el territorio de la web social, van a ver cómo crujen sus estructuras. No queda otra.
Eso sí, las medias tintas han existido, existen y existirán. Y que nadie descarte que vivan subcontratadas y escondidas en proyectos de cara a la galería. Porque en el país del storytelling lo que importa es que se crean el cuento.
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La imagen en Flickr es de delgaudm.
5 comentarios
Yo si te voy a hablar de tecnología : Creo que el microblogging es una tecnología desaprovechada dentro de la empresa, en su esfera intranet, para aplanar organizaciones… Existiendo fantásticas herramientas como Status.net , sencillas..etc… Algo ideal para las mentes jóvenes como para los viejunos para que tengan su primer contacto.. Es llevar «la cafetera» a la web, socializar…
@Ioannes Xabier no es mala cuestión esa conversación distribuida pero en las mentes «viejunas» ya sabes que eso, como la cafetera, es «perder el tiempo» 😉
La tecnología no es lo importante del proceso, pero sin ella la situación no sería la misma, le debemos mucho (se nota que soy tecnólogo :-P).
En cuanto a lo que comentas, creo que no sé si sé interpretar tu tono. Entiendo que es una llamada de atención a las empresas. Yo opino lo mismo que tú, pero veo conveniente una forma menos directa que la que propones en tu tono para acercarse a ellas. Las empresas no son personas, a pesar de estar hechas de personas, es importante que vean un beneficio real (monetario) para cambiar el chip, no solo una ganancia no tangible a cortoplazo. Se mueven por el beneficio, el cierre de año, el cierre de trimestre.
Llegará un día en que la mayoría de las empresas no se plantearán otra forma de funcionar que la que indicas, pero queda mucho creo. No sé. Es trabajo de todos los que trabajamos en este ámbito hacer ver esto a las empresas, pese a que les cueste verlo 🙁
Julen, hay que desdramatizar… Es cuestión de supervivencia, o dicho de otra manera .. «Estoy dispuesto a ayudar a cualquiera, pero bajo dos premisas : que venga él (CONSCIENCIA) y que no me arrastre con él al precipicio(CORRESPONSABILIDAD) « Conjugar cierto individualismo, con cierta concepción social….para la supervivencia mía ..y la de la mente viejuna 🙂 !
@kedume, definirse como «tecnólogo» es algo complejo en una empresa de hoy. Porque hay mucho «tecnólogo» que al colocarse el apellido «social» acaba por parecer un anacronismo. En cualquier caso, estoy contigo (eso interpreto) en que nos hace falta «táctica» en todo esto.
@Ioannes Xabier, el grado de dramatismo corre paralelo con las experiencias concretas que uno enfrenta. De vez en cuando vienen unas cuantas seguidas que te bajan los humos con una rapidez… 😉