Almería – Agua Amarga

by Julen

Almería bullía por la tarde. Mirando a una mar calma, gente del sur de un continente y del norte de otro. Extraña en el marco de la TA, que juega más con lo rural que con lo urbanita y mundano. Sirvió la tarde para reponer la cámara por el pinchazo y conseguir otra batería para hacer fotos en condiciones.

Se sale de la capital pegado a la mar. Ruta del colesterol. Gente mayor con la primera luz del día. Arriba y a hacer kilómetros. No es mal plan con una mar tan tranquila por compañía.

La TA recorre hoy el cabo de Gata. Los primeros kilómetos acompañan al litoral. Torres, construcciones defensivas y ofensivas, salinas, flamencos. Ajena al progreso, la ermita de Torregarcía. Todo tiene el sello de un tiempo pretérito.

Al fondo se divisa la línea quebrada de las sierras del Cabo de Gata, tan diferente del camino plano de aproximación, que queda envuelta en un halo irreal.

En Cabo de Gata me tomo el tradicional café en bar de pueblo. Cargo un rato el GPS porque olvidé hacerlo la víspera. El buen hombre que lo regenta tiene junto a la barra tres enchufes disponibles «para la vida moderna», según sus palabras. Pleitesía a la civilización.

Me preguntan lo típico: de dónde vengo, para dónde voy. Se arriman a la conversación un tipo con acento cubano, la señora del bar y una pareja de algún lugar del Este de Europa. Todo en un bareto de pueblo en Cabo de Gata. Son las nueve. Se nota que va apretar el calor.

El paraje volcánico da la bienvenida con una buena cuesta. Es lo que hay. Empieza la fiesta de escarpadas caídas al mar junto a calas de ensueño. Se pierde la cuenta. El faro es la señal de inicio; el fin, en cambio, resulta difícil de concretar.

La etapa deja una buena colección de senderos y pistas rotas. Junto al mar casi siempre. Caminos que disfrutaron de mejores tiempos, pero que hoy sirven para pasarlo bien sobre la bici de monte. Con un calor que agobia. Primavera rendida al verano.

San José cambia el guión. Bullicio, turismo de masas, gente playera, chiringuitos. Lo siento, no estoy para apreciarlo. Marcho con la calor inclemente. Cuarenta y cuatro kilómetros hasta Agua Amarga. Dudas.

La salida es TA en estado puro. Subida empujando la bici para retomar un sendero roto que luego se hace pista y que juega con la mar escondida allá abajo. Calor, ¿lo había dicho? No, es un calor que agobia, no sé si por lo inesperado. En Rodalquilar, a falta de treinta kilómetros, de nuevo dudas. El sol arriba, insultante. Decido continuar. Agua y más agua. ¿Cuánto habré bebido hoy? No sé. Perdí la cuenta.

Se sale de Rodalquilar por unas antiguas minas fantasmales. Una inmensa pista me sumerge en las sierras que arden al sol, heridas por la mano del hombre en busca de minerales. Se sube poco a poco, hasta llegar a ningún sitio. Esa sensacion he tenido.

Pero «ningún sitio» incluye El Cortijo del Fraile, Bodas de Sangre que Lorca quiso ubicar aquí. Muy cerca un cartel que indica que estás en la ruta del cine. Decorado falso en lugares imposibles. Irreal.

La suerte se pone de mi lado y el viento de popa ayuda a que toda la parte final sea más llevadera. Por cierto, que la suerte incluye también un estupendo plato de sepia guisada con tomate al llegar a Agua Amarga, un rincón con una playita y unos cuantos hoteles. De vuelta a la realidad.
Los 90 kilómetros de hoy han resultado ser un túnel entre la mundana Almería y su turismo de playa. En el interior del túnel las sierras de Cabo de Gata, ajenas a la civilización. Orgullosas y ariscas.

Artículos relacionados

5 comentarios

Iván 01/06/2010 - 22:07

Por ahí cerca en una época de su vida pasó Clint Eastwood 😉 y dicen que hata el amigo Lennon se inspiro por esas tierras agrestes ,antes de que hubiera Invernaderos,sigo tu ruta,San José es turístico,aunque la Playa de Genoveses en Invierno era uno de mis refugios
ya te sigo
¿vas a pasar por las Negras y la Cala de San Pedro?es curioso ,siguen quedando algunos viejos hippies por esos lugares

Responder
joía Jaio 01/06/2010 - 23:56

¡¡¡Hey!!! ¡Ese es uno de mis rincones favoritos para perderme! sssshhhhhhhh hay un pacto de siencio entre quienes nos escondemos por allí, para que no se pete de gentío bullanguero. Te recomiendo el desayuno frente al mar, antes de partir.

Suerte con la caló.

Responder
Julen 02/06/2010 - 16:45

@Iván, vale que es lugar con encanto, la costa es espectacular, pero me parece que esto está ya «demasiado» descubierto. Sobre todo cuando has recorrido otros lugares de la Andalucía rural.
@joía Jaio, ¡¡¡ay ay ay!!! que eso es muy difícil, en fin, espero que lo sigas disfrutando, pero de veras que estos rincones van a acabar pasto del consumo de masas. Y mira que el lugar está apartadillo 😉

Responder
joía Jaio 02/06/2010 - 21:35

¿apartadillo? ?apartadillo? ¡¡¡está en el putoculo del mundo!!! ¡¡¡Pero si crees que te has perdido para cuando vas a dar la última curva!!!

Responder
Mediterráneo en bici de montaña #MediTB15 | Consultoría artesana en red 19/03/2015 - 09:17

[…] Hemos previsto dos escapadas a zona de montaña. La primera será Sierra Alhamilla antes de entrar en Almería capital. Hace un montón de años que pedaleé por esa zona y me apetece volver a subir a esos 1.300 metros de altitud que proporcionan una vista privilegiada sobre la costa, el mar de plásticos y las estribaciones del Cabo de Gata. Por cierto, desde Agua Amarga recorreremos buena parte del parque natural de Cabo de Gata siguiendo el track de la TransAndalus pero en sentido inverso a como lo hice en una ocasión anterior. […]

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.