La clásica vuelta al Anboto

Reunión a las 9:00 en Mondragón. Allá atrás Udalaitz y ya en zona vizcaína Anboto. La bici dentro del coche. A las 10:30 terminamos la reunión. Y sí, no vamos a dejar escapar la ocasión. Hace ya mucho tiempo que no daba esa clásica vuelta al Anboto con la bici. Tiene su encanto: pasar por el barrio donde nació mi abuela (Mendiola, en Abadiño), coronar Urkiola junto a la iglesia donde los mozos buscaban novia de la mano de San Antonio de Padua, observar la mole caliza del Anboto en el cruce de caminos de Zabalandi o dejarse llevar por el sendero que recorre el hayedo camino del Betsaide.

Claro que esto de andar en bici va a tener un antes y un después de mi tecnologización vía gps. Esto es un universo, otro universo dentro del que yo habitaba hasta ahora. Parece magia que un aparatejo que llevas en la bici sea capaz de saber en qué punto concreto estamos y generar la ruta de forma automática para que luego otra persona pueda usarla cargándola en su gps. Poco a poco iré colocando por aquí en este blog mis rutas. Las iré subiendo a wikiloc (por cierto, no entiendo cómo un sitio dedicado a compartir información te asigna un «todos los derechos reservados» a las rutas). Leyendo sus condiciones de uso menos lo entiendo aún.

También aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid comento por aquí que el próximo 2 de octubre vía Aprendices organizamos una jornada sobre OpenStreetMap, el mapamundi libre y colaborativo. El sábado parece que se va a celebrar una Mapping Party en Bilbao que promete. Con estas cosas me siento absolutamente aprendiz, pero aprendiz de primaria, si no de infantil. Me reconozco un enamorado de la cartografía tradicional (sí, sí, queda muy claro que soy mayor). Siempre me ha gustado perderme -literalmente- con mis mapas por el monte. Todo un gustazo buscar rutas, mirar mapas y tirar pal monte.

Como quiera que este blog escupe artículos casi diarios, si por un casual sólo te interesaran las rutas para bici de montaña que vaya publicando, puedes utilizar este feed, en vez del correspondiente a todos los artículos. Así sólo te llegarán las rutas y no toda el resto de mi diarrea mental.

Pues eso, que la ruta de hoy ha sido la de la clásica vuelta al Anboto. Han sido algo menos de tres horas de pedaleo con un desnivel acumulado de algo menos de 1.000 metros y unos 34 kilómetros. El sendero por el hayedo tras bajar de Zabalandi y coger rumbo al Betsaide es de mis lugares preferidos. Y mira que soy torpe: nunca soy capaz de hacerlo montado al completo. Pero, en fin, un senderito mágico allá arriba.