La Carolina – Andújar (16)

by Julen

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He pernoctado en la pensión Los Jardineros, en La Carolina. Ejemm, bueno, yo… sí, resulta que soy un poco tisquismiquis para algunas cosas. Pensión de pueblo, gastada por sus cuatro costados, supongo que con muchas historias vitales a sus espaldas. El caso es que he dormido con mi saco ultraligero. Total, ya que lo había traído, mejor le dábamos uso, ¿no? A las 6:45, como de costumbre, nos ponemos en marcha. Primer tramo hasta Baños de Encina.

Claro que no entiendo muy bien por qué lo de «encina». Yo más diría «olivar», que gana por goleada, pero alguna razón habrá que venga de otros tiempos. La salida de La Carolina te introduce de lleno en la constante del día: cortijos, olivo, encina y ganado bravo. El primer susedido del día tiene que ver con esto último que comento. En un cortijo encuentro un hermoso cartel de «Prohibido el paso. Ganado bravo». Intimida, ¿no? Hablo con un hombre que me dice que no hay problema, que si no me meto con el ganado, no pasa nada. Vaaaaale, peroooo, ¿seguro? Mi niñez tuvo que ver con las vacas que teníamos en casa, pero me temo que aquéllas y éstas son bichos de diferente carácter.

Lo cierto es que he tenido un encuentro con un toro que ha jugado conmigo y con el camino durante unos cinco minutos interminables. Yo tenía la sensación de que se sentía «acosado» porque el cercado le limitaba el paso. Y de vez en cuando el animal echaba a trotar y yo con mosqueo general. Al final nos hemos despedido aguantando cada cual la mirada de reojo. Tras este affaire ganadero que dos perrazos me salieran al encuentro ha sido una nadería.

Y resulta que camino de Baños de la Encina me he perdido. Menos mal que me tengo por persona con buen sentido de la orientación y enseguida he recuperado el trazado. Eso sí, saltando dos cancelas con más pena que gloria. Cuesta lo suyo subir la bici a más de metro y medio. Que soy un flojeras, vamos.

IMG_1892Porque en este territorio todo está alambrado y bien alambrado. De hecho camino de Andújar también me he equivocado de pista en una ocasión y aunque veía la pista «buena» a 10 metros, no había forma de pasar a ella por la altura del alambrado. Media vuelta, 5 kilómetros extra y asunto arreglado.

Baños de la Encina tiene un castillo espectacular, como podéis ver en la foto. He callejeado con la bici por sus cuestas. Sitio agradable parecía. También he repostado en un bar donde una docena de hombres se dedicaban aparentemente a no hacer nada. ¿Costumbre de sábado por la mañana? Bar, hombres sentados, sombra.

Tras un tramo de carretera que te deja en el Pantano de Rumblar, la ruta a Andújar te sumerge en un laberinto de pistas y cortijos. El sol, como cada jornada a estas horas, arremetía ya inmisericorde. Una fuente ha ayudado a aligerar la marcha. «Una» fuente, porque las demás estaban secas. Esto no son Las Alpujarras. Aquí el agua escasea. Al menos en verano.

Después unos pocos kilómetros de pista piedras me han hecho perder la paciencia y jurar en hebreo. Mira que me tengo por ciudadano tranquilo. Pues se me han fundido los cables y me he dedicado a maldecir conmigo mismo ese pedacito. Estúpido diálogo interior en voz alta. Claro que los 39 grados que me acompañaban tenían algo que ver, como también que antes me hubiera equivocado de pista y cogiera «la buena». Pues no, no era la que había que tomar. La pista buena, como luego me han explicado un par de tipos en un todoterreno, es privada. Hay que coger la pista de piedras, la comunal. Como Dios manda.

Menos mal que los últimos 10 kilómetros se hacen rápido: carreterita y pista llana. Así que he entrado en Andújar a eso de las 12:45. Callejeo con la bici, vistazo a las opciones de alojamiento y fin de etapa. Fin de ruta TransAndalus. La he recorrido desde Antequera a Láujar de Andarax y luego de Baza a Andújar. Dejamos para mejor ocasión la zona del Cabo de Gata y Andújar-Antequera por la zona occidental de Andalucía.

Como fin de fiesta voy a irme hasta Antequera en bici. Había pensado hacerlo en autobús, pero como tengo tiempo lo haré pedaleando por carreteritas locales. Creo que haré noche en Doña Mencía o Lucena. Y quedará entonces una última etapa para volver a Antequera, casi tres semanas después de haber comenzado allí mi primera experiencia de TA.

Como los sábados anteriores, hoy también he dejado crónica hablada en MQP. Saldrá en antena el domingo a eso de las 11:05 más o menos. En ella comento los cinco recuerdos con que me quedo. Ah… y actualizado el album de la TransAndalus en Flickr.

Distancia: 73,8 km. Sobre la bici: 5h 05m. Desnivel acumulado: 738 m.

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5 comentarios

Yoriento 02/08/2009 - 11:58

Andas cerca de Córdoba, así que si necesitas cualquier apoyo, recurso o ánimo presencial, ya sabes 🙂

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Moli 02/08/2009 - 18:54

¿algún jamón para el BBB de agosto?. . y la bienvenida será con los brazos abiertos!!

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joía Jaio 03/08/2009 - 11:18

je, ese recorrido lo hice en noviembre pasado, a lomos de un clío (no crío) predicando en cada biblioteca. Los paisajes me pareceron bellísimos y algunos de ellos me recordaban a los peinados de algunas niñas africanas, llenas de moñitos disciplinadamente colocados…

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Julen 03/08/2009 - 14:13

@Yoriento, gracias, queda pendiente para otra ocasión. Cerca hemos andado 😉
@Moli, ¿jamón? ya pasé por Trevélez, sorry 😉
@Nati, es que en parte la conexión con África es lógica, ¿no?

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M. Luz Congosto 06/08/2009 - 17:56

Con estas aventuras vas a tener que tomar unas clases de toreo.
De Lucena era un compañero de trabajo que quería mucho pero que le he perdido la pista.

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