10 recuerdos de la TransAndalus

by Julen

IMG_1911Ya estoy en casa, en esta otra casa de algún lugar del Sur de Islandia. Allá, más al sur, donde el calor aprieta, he compartido 18 jornadas de pedaleo con caminos, lugares y gentes de la Andalucía rural. Muy diferente de la forma en que uso aquí la bici de montaña. En Andalucía, esa bici se hizo medio para conectar pequeños pueblos repartidos por una geografía diversa. Miro hacia atrás y para hacer balance y que mi memoria no olvide, me quedo con estos diez recuerdos.

  1. El agua de Las Alpujarras. Fuentes en cada pueblo, en los caminos, un puente sobre el Lanjarón, quizá el más alto. El contraste del calor tórrido y el agua como tesoro más querido, exultante por el año de nieves que la gente recuerda con cariño.
  2. Los olivos al amanecer. El olor y la luz entremezclados para introducir una tonalidad ocre en el verde apagado que inunda las colinas. Sombras alargadas a primera hora del día, una monotonía cautivadora.
  3. Pedalear entre piedra, neveros y lagunas a más de 3.000 metros de altitud. Subir hasta las puertas del cielo, miles de pedaladas lentas que tratan de ascender hasta un lugar desprovisto de decoración. Sólo el viento, el monte pelado y la mirada que sube aún más. Un esfuerzo lleno de placer.
  4. Los llanos de Hernán Perea. Un lugar diferente a la salida de la sierra de Cazorla, todo cambia. Apareces en un lugar que resulta ajeno a todo lo anterior, una planicie donde el ganado bravo se alimenta y donde los pensamientos juegan a decidir sus propios caminos.
  5. Pastores, perros y ovejas. Oficio de otro tiempo incrustado en el presente donde el rebaño se mueve lento por sus propias cañadas y siguiendo sus leyes no escritas de itinerancia. Perros que son casi humanos o, al menos, que intermedian entre el pastor y sus ovejas.
  6. Calzada romana que fue. Rodar por un camino abierto tanto tiempo atrás. Molina del Rey y Aliseda se unen por un arroyo al que algún ingeniero de caminos de hace más de 2.000 años decidió colocar una calzada anexa. Nosotros podemos seguir pisando esos caminos.
  7. Ganado bravo. Tranquilo, pero también diferente y admirable. Pastan tranquilas las reses, en familia, y tú eres la parte extraña del paisaje. Tu bici rueda y no sabes si para ellas eres amenaza o simple indiferencia. De vez en cuando las ves trotar, agitadas, y caes en la cuenta de que no son la raza que conoces.
  8. Una ensalada, un arroz con verduras y unas maritoñis. Naranja con bacalao y un profundo aceite de oliva conforman una ensalada que queda anclada en el paladar. Pero también la sencillez de una mujer que te coloca un humilde plato de arroz con verduras y pregunta luego si quieres repetir. Maritoñis para comenzar con energía suficiente la jornada. Son obra de humanos, una gastronomía particular, básica y directa.
  9. Pueblos que emigraron. La Andalucía rural debió pasarlo mal, como tantos otros lugares donde el campo y el monte, la agricultura y la ganadería, eran la base del sustento. El estallido industrial de otras regiones arrancó historias y vivencias. Se movieron de geografía y así fue que Aldeaquemada se fue para Llodio. Mucha historia oculta, muchos sentimientos cruzados.
  10. Amarillo abrasador. Andalucía en verano queda fundida por sus cuarenta grados de constante presión. El sol lo inunda todo y transforma en amarillo cuanto puede. Los caminos se hacen más lentos y el mediodía marca la línea de un avance ya imposible. Así que la ley del calor coloca un desierto entre la mañana y el anochecer.

Quedan muchos tramos de TransAndalus por recorrer. Y sería justo transitarlos en otras estaciones del año. Primavera por ejemplo, primavera y su diferente colección de colores. Otro año rodaremos por otros caminos.

Enlace a todas las entradas de este blog relacionadas con la TransAndalus.

Enlaces a las crónicas en MQP: 18/07, 19/07, 25/07, 26/07, 01/08 y 02/08.

Album completo en Flickr (124 fotos)

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8 comentarios

guiller 05/08/2009 - 12:24

Muchas gracias por tu crónica de estas últimas semanas, Julen, que me ha servido como pista de aterrizaje a mis vacaciones. Con 21 años me bajé haciendo autostop hasta un pueblecito cerca de Nerja, y mantengo muchos recuerdos de aquel viaje que has despertado con tus relatos de olivos, de cielo azul y sol amarillo, y de personas amables que te vas encontrando. Vacaciones es también viajar en el tiempo y recordar cuando no teníamos tantos años y los sueños estaban menos perjudicados.

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Moli 05/08/2009 - 23:20

Una experiencia bonita seguirte. Eskerrik. Sé que lo llevas todo ya contigo y que hará camino sin más con un «a mejor» día a día tras esta aventura. Ahora toca concretar los cambios!.Abrazos

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Jorge 06/08/2009 - 14:24

Muchas gracias Julen, realmente he disfrutado leyendo las crónicas de tu travesía. Muy bien comentado, espectaculares las fotos.
Saludos Santiagueños

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M. Luz Congosto 06/08/2009 - 18:12

Te ha quedado muy blogger los del viaje en 10 recuerdos y me alegra que el
primero sean las fuentes 🙂
No hay nada como un caño de agua fresca. No hay agua de una fuente por la que haya pasado y no haya bebido si es potable.
Debe ser que soy serrana de Cuenca lugar de aguas prodigiosas y sé lo que es no poder beber el agua del grifo cuando vivía en Almería.

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Ivan 08/08/2009 - 10:26

Gran aventura y sintesis de los momentos vividos
como dice el bueno de Javier Reverte

“creo que hay que viajar siempre, ponernos a prueba ante lo inesperado, ver y sentir sobre lo que hemos leído, sobre lo que nos han contado. Y luego escribirlo, para que otros sueñen, para mantener viva la ficción de existir y el anhelo de la eternidad”

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Josu O. 11/08/2009 - 12:38

Bonita experiencia Julen. Además poniendote en forma 😉

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Pepe Roldán 12/08/2009 - 00:19

Bueno Julen, a uno la visión que del sitio en el que ha nacido dan los foráneos siempre es enriquecedor.
Se me ocurrió mandarle a mi amigo Martin, danés y catalán de ubicación (todavía no de adopción), la crónica que sobre Dinamarca escribió allá por 1928 Jospe Pla en sus Cartas desde lejos y no comprendía nada de lo que decía.
No me pasa lo mismo con tu crónica ni con tu resumen, que veo acertado, veloz pero «accurate» y preciso.
Mi ruta por hacer en MTB es la de Goytosolo en «Campos de Nijar», que creo que es la visión de la Andalucía más negra, pesimista y explícita de nuestro pasado.
Si alguna vez se te cruza en tu lectura o deseos de una #transandalus, igual me atrevo a que me invites.
Gracias por la visita fugaz y tus «cartas desde lejos»

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Julen 12/08/2009 - 21:05

Disculpas por no haber contestado antes. Entre una cosa y otra he dejado pasar el tiempo. Es una delicia saber de vuestro interés en mis cosas. No sé cómo pero de alguna forma debería agradecerlo. En fin, de momento, sirva este comentario para ello. Una verdadera delicia saber que estáis ahí.

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