Google, Twitter y la sostenibilidad

by Julen

cables

Actualización.- Vía Google Dirson, (no podía ser de otra forma, nos enteramos de la rápida reacción de Google colocando datos) al tiempo que la conversación continúa a través de este artículo de TechNewsWorld.

Hay que reconocer que Nicholas G. Carr es un tipo que sabe sacar hilos curiosos donde pocos pueden verlos. Su artículo The strip-mined net hurga en el consumo de electricidad y la generación de CO2 que supone nuestra actividad en Google o en el nuevo juguete disparador de bytes, Twitter. Ello a partir de Revealed: the environmental impact of Google searches, un artículo publicado en el Times a partir de una investigación llevada a cabo por Alex Wissner-Gross, de la Universidad de Harvard.

Today’s Sunday Times reports on a new study by a Harvard research fellow named Alex Wissner-Gross which concludes that «performing two Google searches from a desktop computer can generate about the same amount of carbon dioxide as boiling a kettle for a cup of tea.» According to the research, «a typical search generates about 7g of CO2» while «boiling a kettle generates about 15g.»

Detrás de los datos, hay una cuestión sobre la que quiero hacer hincapié, una vez más: el consumo como seña de identidad de esta sociedad en la que vivimos. La supuesta economía de la abundancia del primer mundo podemos simplificarla en dos planos: el de los productos físicos y el de la información, esta última sobre todo en soporte digital. Ambas parecen necesitar muy diferente cantidad de energía «física» para hacerse presentes. Los elementos físicos necesitan de instalaciones donde se elaboren, se controlen y luego se transporten a allí donde hace falta.

La información digital se extiende, por contra, a un coste que tradicionalmente hemos considerado que tendía a cero. Pero este último supuesto, ¿es cierto si las cantidades de información digital son desorbitadas y se mueven en cifras incomprensibles para las personas? Millones de terabytes no preocupan. La diosa nanotecnología ha reducido todo lo que los rodea: mínimo espacio, mínima cantidad de energía para llegar hasta ellos. Pero quizá sea una venda en nuestros ojos.

María ptqk escribía hace un tiempo sobre los vertederos de lo digital: El deporte olímpico del e-waste. Consumo, consumo, consumo. Tiende a infinito. Pero en algún lado se amontona la mierda digital (con perdón). Seguimos en el frenesí de consumir y terminar, como ovejas, cagando la hierba que c0memos, que diría Cory Doctorow. Y cuando las cantidades son descomunales, entramos en otra lógica: la que hace posible el negocio de la publicidad para Google es de aplicación al consumo de energía que generan sus búsquedas.

¿Cuántos millones de twitteos se producen a la hora en el primer mundo? Que traducido a consumo de electricidad es… (como comprenderas, ni idea; pero también se me escapa la estadística del modelo publicitario de Google).

Nota.- También Google Dirson hablaba de ello (lo acabo de ver)

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6 comentarios

alvizlo 13/01/2009 - 09:10

muy buena reflexión, está claro que consultar información en internet no es gratis. con todo, lo que más me asusta del caso es la capacidad de reacción del interesado, no han tardado nada en comparar sus emisiones con las del transporte y sacar su rama filantrópica a relucir.

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M@k, el Buscaimposibles 13/01/2009 - 09:59

En «Mundo Anilli» (creo, ahora empiezo a dudar), una civilización extraterrestre (no podía ser de otro modo) había tenido que capturar dos planetas y ponerlos a producir alimentos porque el mundo propio se había superpoblado. ¿Por qué externalizar así toda la producción? Porque todos los residuos que genera una civilización planetaria acaban traduciéndose en calor, el principal producto de la entropía. Ya llegaremos.

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Julen 17/01/2009 - 06:50

@alvizlo, la filantropía es un nuevo negocio. Si tienes tiempo, lee este artículo de Antonio Lafuente. Es estupendo: Filantrocapitalismo y filantropía 2.0.
@Mak, se te ve bien. Estás hecho todo un extraterrestre 😉

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Carme 17/01/2009 - 10:28

Os paso el enlace de un artículo de un amigo que ha estado curioseando hasta desenmascarar que en realidad lo que han hecho ha sido jugar con nuestra falta de dominio de los órdenes de magnitud. Eso les permite lanzar todos los titulares sensacionalistas que quieren. Una pena, la verdad.

El original, en catalán: Google i el medi ambient
Enlace a una traducción automática: Google y el medio ambiente

Al igual que él, creo que está muy bien que se hagan cosas por minimizar la emisión de CO2 independientemente del volumen de las áreas de impacto. Todo mi apoyo. Ahora bien, a la hora de preocuparnos, por favor, un mínimo de priorización.

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alvizlo 17/01/2009 - 20:21

Muy buenas las recomendaciones. Me falta por leer “Mundo Anilli” y profundizar en los enlaces de las entradas enlazadas por Carme y Julen.

Gracias por compartir estas reflexiones.

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Internet y la huella ecológica. « productor de sostenibilidad 29/01/2012 - 13:07

[…] Me gusta la reflexión de Julen porque se centra en el fondo de la cuestión (tampoco puedo obviar que, para mi, el valor añadido de la reflexión de Julen es que, hasta donde llega mi conocimiento, él no vende libros relacionados con el impacto ambiental de la web, no gana dinero con una herramienta para calcular estadísticas sobre las emisiones de efecto invernadero ni su blog está patrocionado por fabricantes de cacharrería molona): […]

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