Globalización hiperlocal

by Julen

Me ha costado, pero he terminado por fin de leer uno de esos libros que tenía pendiente desde hace tiempo: ¿Qué es la globalización?, de Ulrich Beck. El texto original es de 1997, pero sus propuestas siguen siendo enormemente válidas como punto de reflexión en el momento actual. Lo digo porque al discurso glocalizador de Beck podemos unirle hoy las posibilidades de la web social para comunicarnos de una forma desconocida hasta ahora.

En realidad, lo que se mueve en la foto es el concepto de territorio, de geografía, de espacio. Creo que hay dos elementos que debemos tener en cuenta en el momento presente. El primero es que hace ya tiempo que, como punto de referencia para nuestras vidas, el territorio tiene una competencia feroz a su alrededor. A medida que nos alejamos de nuestro entorno más cercano (nuesta calle, el barrio, nuestro pueblo o ciudad) la referencia se diluye debido a un mestizaje arrollador, presente en casi todos los órdenes de nuestra vida. Así pues, el territorio compite con otras referencias glocales: un grupo local de cualquier ONG, un grupo estudiantil en lucha contra Bolonia o un equipo de fútbol internacionalizado con hinchas a lo largo de todo el planeta.

El segundo elemento que matiza la referencia del territorio es, como ya apuntaba, la forma en que se ha transformado la comunicación directa entre quienes lo habitan. ¿Matiz? Pues que la «comunicación directa» es ahora posible como nunca antes. Si Kukuxumusu puede mezclar sanfermines y gestión desde Nueva York o EuskoSare atraer a la red de la comunidad vasca global, entonces es que el territorio se recrea en un lugar despegado de la esclavitud del espacio y, dicho sea de paso, también del tiempo.

Beck matiza mucho sus puntos de vista trazando finas líneas (o gruesas, según el color del cristal con que miremos) para diferenciar globalismo, globalidad y globalización.

Por globalismo entiendo la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo. (…)

La globalidad significa lo siguiente: hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia. No hay ningún país que pueda vivir al margen de los demás. (…) Así, sociedad mundial significa la totalidad de las relaciones sociales que no están integradas en la política del Estado nacional ni están determinadas (ni son determinables) a través de ésta. (…)

El concepto de globalización se puede describir como un proceso (antiguamente se habría dicho: como una dialéctica) que crea vínculos y espacios sociales transnacionales, revaloriza culturas locales y trae a un primer plano terceras culturas.

Así, la globalidad aparece como algo irreversible, el globalismo como aquello ante lo que hay que estar precavido y la globalización como la forma a través de la cual tratar de gestionar la globalidad. Me parece útil la distinción. Pero, ¿cómo encaramos todo esto disponiendo de herramientas como las que nos proporciona la web social? No creo que haya una respuesta: hay miles de respuestas diferentes, todas válidas en tanto que estén adecuadamente contextualizadas. El magma de las comunidades virtuales sale al exterior de muy diversas formas, con diferentes intereses de partida y con viscosidades bien distintas.

Bernard Lunn, por otra parte, publicaba de nuevo hace un par de días en ReadWriteWeb Re-Localization Oportunnities.

Re-localization is about locals. It is about people who like being in one place and interacting with neighbors. This does not make it a closed world. Local shopkeepers/restaurants/cafes welcome the stranger/traveler/tourist with their credit card. Realtors, plumbers and all kinds of small businesses welcome the newcomer, who may put down roots here and become a regular customer. (…)

Here is the little secret. Local business people are plenty smart (even if they don’t know what Drupal is) and the Web just made them smarter. They can get together with other small businesses to compete more effectively against the Fortune 500 behemoths who turned America into a shopping mall. They will use the Net to trade with their peers; enable that in some way and you may have a winner.

The Net is also critical to re-localization because it brings the “distant independent digital worker” who relies on broadband and smart tools to communicate with colleagues/partners/clients globally. They bring new revenue into the local economy.

Lo local siempre ha estado aquí, con nosotros. La subsidiariedad es de esos pocos principios universales en los que creo. Aquí cerca está el calor del contacto directo, cara a cara. Ahora bien, hace ya tiempo que convive con nosotros otro calor del contacto directo, no cara a cara, sino mediado tecnológicamente. Pero igual de candoroso o igual de agresivo. No miremos el canal de comunicación, sino las intenciones de quienes los utilizamos.

Y no hay que olvidar la potencia, todavía apenas por desarrollar, de la internet móvil. Por ejemplo, recibir información contextual acorde al lugar por el que te encuentras moviendo lo acaba transformando. Se añade una nueva dimensión al territorio que pisamos y esa dimensión circula por un plano paralelo, prendada de alguna capa del ciberespacio. En definitiva, ese territorio se recrea por la complementariedad que le aportan las nuevas tecnologías. La internet de las cosas, esa idea de Neil Gershenfeld y sus colegas, confluye con quienes habitamos un lugar para hacer nacer otra cosa distinta, que no es un territorio, que, de verdad, no sé lo que es.

Sigo creyendo en mi barrio porque estoy atado a la esclavitud de mis sentimientos. Me sigue limitando el número de Dunbar. Por encima, los grandes números de suscriptores a un blog, seguidores en twitter o amigos en Facebook, son la versión moderna del territorio como fuente de identificación o de la «nacionalidad» al rellenar cualquier formulario de datos personales. Aquí al sur de Islandia (un día tengo que esplicar qué esto del sur de Islandia, por cierto), lo digital se ha fundido con lo que no lo es y está naciendo un nuevo lugar, aún sin nombre, pero tan real como la vida misma.

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5 comentarios

Aitor 29/12/2008 - 18:27

Muy interesante post, sigo desde hace tiempo este blog, del que me interesan los contenidos, pero más las formas del blogger. «No miremos el canal de comunicación, sino las intenciones de quienes los utilizamos», escribe en este post y estoy de acuerdo. La red puede ser un lugar de expansión de fronteras o un messenger público con mis amigos. Aunque el blogger Artesano repite que es muy de su barrio, este blog está bien aprovechado (optimizado, si nos ponemos técnicos) como canal de comunicación. Un ejemplo, o termómetro, es que rara vez deja un comentario sin atender, incluso de personas que no son del barrio y pasaban por aquí. Otros dos ejemplos es que tampoco dicta normas de estilo, ni establece moderación de comentarios. Pienso que es una buena mezcla de responsabilidad propia y confianza en las personas y ejemplos como éste son muy interesantes como campo de análisis de la comunicación.
Ha quedado un poco serio el comentario, pero es como ha salido.

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fernando_mh 29/12/2008 - 23:05

Tú verás, Julen, pero creo que es mejor que no expliques qué es eso del sur de Islandia. Como ocurre con algunas islas perdidas del atlántico sur que tú y yo sabemos, es mejor que se reserven para sí un cierto halo de indeterminación, no vaya a ser que se nos llenen de indeseables que luego quieran tener derechos y todo 😉

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Ptqk 30/12/2008 - 17:05

Qué bonito el mundo como es, a pesar de todo, con tantas preguntas y tan pocas certidumbres. Feliz año Julen, gracias por seguir compartiendo cada vez más.

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Julen 03/01/2009 - 09:02

@Aitor, gracias por tu «seriedad» en el comentario 😉 Se agradece un montón.
@fernando_mh, es que el sur de Islandia es bien grande y entra mucho jajaja. La geografía, llena de contradicciones, da mucho de sí.
@Ptqk, a ti lo que te pasa es que tienes envidia porque tu bici es más fea que la mía :-p Un placer leernos y compartir, joven.

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Consultoría artesana en red » Hiperterritorio: el sur de Islandia 13/11/2011 - 10:00

[…] Globalización hiperlocal […]

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