Una experiencia satisfactoria: Aprendices

by Julen


Este artículo responde a la primera cuestión que planteamos en el World Cafe del 5 de junio: Relata una experiencia satisfactoria en tu organización (o en otra que conozcas) en la que las personas hayan sido protagonistas y la organización se haya visto beneficiada.

Pues… trabajo conmigo y mis circunstancias por lo que voy a redirigir la cuestión. Y quizá en esto haya algo de trampa. Voy a plantear una experiencia en la que «mi barrio» sale beneficiado como consecuencia de lo realizado. ¿Adivináis qué experiencia voy a contar? Aprendices, quizá de lo más gratificante que me ha pasado ¿profesionalmente?, ¿personalmente? ¿Dónde están las fronteras?

Aprendices es un edificio en permanente construcción. La voluntad individual de estar ahí para generar un beneficio colectivo es lo que más me atrae. No hay que renunciar a nada. Cada cual que aporte según su circunstancia. «La organización»… ¿quizá debamos cambiar también esta palabra? La organización, el conjunto, el colectivo, la comunidad: salen beneficiados, que cada cual coja lo que más le satisfaga. Es evidente que hay un ¿bien común? ¿Acaso es esto lo que motiva?, ¿generar un beneficio colectivo disponible para el resto de personas del mundo mundial?

Pero en una organización no pasa habitualmente que generemos compromiso individual. Quizá la organización con ánimo de lucro está lo suficientemente desprestigiada como para que no enganche a las personas de a pie. Creo que, en mi caso al menos, una experiencia satisfactoria con una organización pasaría por validar éticamente sus objetivos finales y las formas en que los lleva a cabo. Porque hay formas y formas. Las organizaciones tienen complicada la unidad de destino porque las personas se rebelan desde sus proyectos personales. No mires a las personas, el problema está, sobre todo, en las empresas.

Quizá estoy un poco enfermo. Me cuesta ver la experiencia satisfactoria relacionándola con el beneficio de la organización en su conjunto. Soy capaz, si vuelvo la mirada atrás, por ejemplo a Maier, de encontrar multitud de experiencias plenamente satisfactorias vinculadas a otras personas. Y sí, supongo que habremos conseguido un beneficio diferido para la organización. Pero recuerdo experiencias concretas en que otras personas, creo, han ganado.

Mi experiencia con José Luis, con Aurkene y con el maisu fue estupenda. Del primero aprecié la finura del trabajo bien hecho, de Aurkene una cierta rebeldía de quien comienza una etapa nueva, de Urrutia… buff, de Urrutia muchas cosas. Disculpad los nombres, pero no soy capaz de suplantar personalidades ahora misma. Omitirlos me parecería una grosería. Y allí hubo otras experiencias estupendas, creo que de beneficio colectivo. Pero otra vez me vuelven los nombres de personas: Carlos y su compromiso con aquel famoso gidari taldea, Elena y las conversaciones sobre personas que derivaban a veces en escepticismo, las personas de Matrigintza, Juanjo, personas concretas de consejo rector y consejo social. Todo el tiempo me vienen nombres.

Pero cuando hablo de Aprendices, ¿es esto una experiencia de las que nos están pidiendo ejemplo en el World Cafe? Creo que es diferente, por extraño, por enlazar desde la sensibilidad con el conocimiento usando soporte de herramientas de la web 2.0. ¿Sabéis realmente lo que fluye por el Grupo de Google en que movemos conversaciones? A veces se agolpan los correos, a veces el silencio de Loretahur también suena. La conversación necesita silencios. Es evidente.

Las personas son las protagonistas de Aprendices. Es tan obvio que parece que no tiene sentido insistir en ello. Pero cuando recibes un correo de una colega de profesión de Enbor en la que te dice:

Me tocó ir al congreso de rebote (a Aurkene se le complicó la agenda) y la verdad es que me llevé una muy grata sorpresa. Pensé que todo giraría en torno a herramientas de gestión. Qué agradable fue comprobar que prácticamente todas las intervenciones giraron en torno a la persona –y sus emociones.

Quizá Aprendices sea una disculpa para hacer lo que toda la vida hemos hecho: conversar sobre lo que nos interesa. Quizá esa es la experiencia satisfactoria en sí misma. Conversaciones que pueden ser reutilizadas para organizar un cierto ¿poder? colectivo. Sergio lo ha analizado desde la perspectiva de marca. Bueno, será que vivimos en un mundo donde la marca personal y la marca de nuestras organizaciones tienen peso.

¿Por qué no relatas en tu blog una experiencia satisfactoria en tu organización (o en otra que conozcas) en la que las personas hayan sido protagonistas y la organización se haya visto beneficiada? Etiquétala por favor vía Technorati como worl-cafe-personas para que podamos seguir la pista. Gracias por compartir experiencias.

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4 comentarios

M@k, el Buscaimposibles 03/06/2008 - 09:03

Haces trampa y sobre todo, ¡me has robado el post! 😉

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Toni 03/06/2008 - 13:02

Jolín.
Qué bueno.. !!
Todo un placer haberos conocido; CEO Julen. Esa es la 1ª experiencia positiva desde los pintxos en cáceres (incluido el señ@r wue está ahí arriba. mr. genius..
A ver si repetimos mientras.. voy a hacer un post:) Yo dirìa: «Hacemos cosas». ¿Lo que pensamos ?

Buenos Días

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alycie 03/06/2008 - 23:25

Hola,
Aquí expongo el mío hasta el día 10.
http://alycie.wordpress.com/mpira/
Saludos

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Julen 04/06/2008 - 06:18

m@k, haber estado más espabilado 😉
toni, me alegro de verte otra vez por aquí. Es lo que tienen los pinchos, que siempre ayudan en las relaciones jajajaja.
alycie, gracias por la referencia. Trabaja libre, sigue haciéndolo 😉

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