Al igual que el año anterior por estas fechas, me he acercado este fin de semana a la Sierra de la Demanda, para dar pedales por estos inmensos pinares. En otoño tocó la parte norte de la sierra, con la tradicional subida desde Villoslada de Cameros a Hoyos de Iregua.
El caso es que tenía ganas de acercarme, entre otros sitios, a la necrópolis de Cuyacabras. Es tremendo el lugar. Según parece, son tumbas de la Alta Edad Media, en un poblado que estuvo asentado en esta zona entre los siglos IX y XIII. Creo que sin conexión a Internet todavía.
Entre los pinos se esconden unas enormes moles de piedra con oquedades para albergar en su día a los difuntos. Son más de 150 y hay además algunos nichos. Sobrecoge verlas ahí, antropomorfas, muchas de ellas diminutas, indelebles al paso del tiempo. Hoy están habitadas por el agua que también por aquí ha caído a mares en los últimos tiempos.
Toda esta zona de la parte sur de la Sierra de la Demanda contiene un buen número de necrópolis. En Duruelo de la Sierra, por ejemplo, puede verse una junto a la iglesia de San Miguel Arcángel, en el centro del pueblo. Es una zona que me encanta para dar pedales. El año pasado subí a las lagunas de Neila (al tiempo que mi rodilla izquierda se quejaba con amargura) y éste me he recorrido más tranquilo un montón de kilómetros por pistas bien sombreadas en las que es bastante probable que te cruces con algún corzo, como me ha pasado en varias ocasiones.
Hay un buen número de senderos balizados de pequeño recorrido (marcas amarillas y blancas) aunque, como casi siempre, el mantenimiento deja bastante que desear. Unos cuantos postes indicadores han pasado a mejor vida y las señales de color piden renovación a gritos. Tienen editado un mapa que muestra información detallada de desniveles y porcentaje de ciclabilidad si quieres moverte con la bici. Eso sí, no tengo ni idea de dónde localizarlo en Internet.
En fin, que ya tenía ganas de pasar un fin de semana de pedaleo por el monte tras un semestre de actividad laboral frenética. Por cierto, que mi base de operaciones para esta zona está en Canicosa de la Sierra. He repetido alojamiento porque el año pasado me sentí muy a gusto en La Ermita, una casa de turismo rural que regenta Fran, un tipo bien majo y entusiasta de los hongos. Si quieres buscar setas y te apetece fin de semana tranquilo, es una muy buena alternativa.
1 comentario
Sólo si nos dice donde «pillar» la Cesaréa…