En bici por la ronda norte de Cáceres

by Julen


Fue otro momento eFindex07. Era una de las personas que quería conocer, Héctor Milla. Pero la conversación de una hora que mantuvimos mientras su bici prestada se empeñaba en no cambiar al plato grande fue deliciosa. Por lo sorprendente, por lo entrañable. Hasta cierto punto, por lo inesperado.

El trabajo de Héctor con lo audiovisual lleva mucho tiempo en las blogosferas. Mi primer contacto fue a cuenta de Nuenen, esa ciudad del IP del siglo XXI en manos de sus ciudadanos. Yo, que me muevo entre cooperativas, me quedé prendado del enfoque para convertir el acceso a Internet en un derecho y autogestionarlo además desde la comunidad, desde la propia ciudadanía. A partir de ahí, un casi analfabeto audivisual como yo, ha estado leyendo (escuchando, viendo) los artículos de Héctor y enterándose de sus proyectos.

Cuando publicó el episodio cero de Balzac.tv se me movieron de nuevo las neuronas. Televisión 2.0 o lo que sea, pero en esencia, un video sencillo y divulgativo en el que cualquiera detecta detrás una producción consistente. Vicent Guallart hablando de las rocas de madera y los árboles metálicos. Me gustó tanto que lo reproduzco en clases y conferencias donde tenga que hablar de lo digital y lo físico, cada día más complementarios y fundidos en síntesis hegeliana.

Así que el domingo algo antes de las ocho de la mañana comencé a dar pedales con Héctor. Y entonces pasó lo que pasa tantas veces con las personas. Que la conversación dibuja enlaces y puntos de conexión curiosos. Apareció su etapa en París y cual limeño con aire cholo, Héctor contó algunos detalles de esa etapa. Y a Boquitas Pintadas y a mí, que tenemos a París por uno de esos sitios a los que hay que peregrinar de vez en cuando, pues no nos queda más que lo de la envidia, espero que sana. Porque no todo el mundo guarda una carta de Julio Cortázar.

Y así se nos fue pasando el tiempo. A la ida era bajar y bajar con la bici. A la vuelta había que subir y subir. Pero a la vuelta, aunque os parezca raro, casi ni tuve la sensación de subir. La conversación, que transporta, empuja y ayuda a que todo fluya mejor, lo hizo posible. Incluso las ruedas de una bici cuesta arriba. Un placer, Héctor.

Hubo, ya veis, otros encuentros eFindex, como también pueden confirmarlo otras personas entrañables.

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4 comentarios

M@k, el Buscaimposibles 06/11/2007 - 11:13

Yo también conocí a Héctor, en el taller de videoblogs sobre todo y me cayó también muy bien. Y lo mismo Unantonio, que hasta me robó una foto con él y la camiseta más famosa.

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Marc Vidal 06/11/2007 - 12:53

Hector es alguien especial, de eso no tengo duda, nos une el amor a París, donde viví casi dos años y donde hecha pedazos se quedó mi alma. Suelo regresar cada tres o cuatro meses con una bolsa de papel celofan a recoger alguno de los pedazos y lo traigo conmigo y me siento bien. Se que estoy condenado a emprender, a inventar a imaginar porque es mi oxigeno, y entre las personas con las que tengo claro que es facil respirar está Hector Milla.

regreso puntualmente cada tres meses a recoger algun pedazo de mi alma que allí se quedó

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unantonio 06/11/2007 - 21:59

Merci

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Hector Milla 09/11/2007 - 17:11

pues ¿subimos? no recuerdo. En realidad lo que te gustó fueron mis piernas!

🙂

Una Conversación Inesperada

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