Tom Davenport es uno de los gurús en asuntos relacionados con el conocimiento en las empresas. En este blog le hemos citado en varias ocasiones, sobre todo en lo que tiene que ver con asuntos relacionados con la atención. Pues bien, el hombre dispara a la yugular con un pequeño artículo en Harvard Business Online: Why Enterprise 2.0 Won’t Transform Organizations. Con cierta ironía, nos comenta su punto de vista acerca de The «next small thing» in question is Enterprise 2.0, or the widespread adoption of social media and participative technologies in order to transform culture and decision-making in large organizations.

Tras reseñar la idea básica de McAfee (a quien señala como «nice guy to boot») de acercar las herramientas participativas de la web 2.0 a la empresa, señala, sin lugar a dudas su escepticismo.

Such a utopian vision can hardly be achieved through new technology alone. The absence of participative technologies in the past is not the only reason that organizations and expertise are hierarchical. Enterprise 2.0 software and the Internet won’t make organizational hierarchy and politics go away. They won’t make the ideas of the front-line worker in corporations as influential as those of the CEO. Most of the barriers that prevent knowledge from flowing freely in organizations – power differentials, lack of trust, missing incentives, unsupportive cultures, and the general busyness of employees today – won’t be addressed or substantially changed by technology alone. For a set of technologies to bring about such changes, they would have to be truly magical, and Enterprise 2.0 tools fall short of magic.

Comparto la visión de Davenport en el sentido de que hay una cultura por detrás que es la que tenemos que tratar de modificar. Es lo que siempre trato explicar cuando hablo de la casilla cero del juego de la oca. Si tu gente no quiere compartir, la mejor tecnología del planeta no vale para nada. No obstante, también asumo que puede haber tecnologías que actúen como «caballo de troya» capaz de transformar la cultura (en una imagen que debo a Juan Freire y a la que veo gran poder explicativo de lo que puede suceder). Sin embargo, la dificultad para introducir este caballo es, en algunos casos, enorme. Seamos realistas.

Cambiar cultura es cambiar conductas concretas. Desde la emergencia de nuevas conductas también es posible cambiar la cultura global. Puede que la tecnología contribuya. Si somos coherentes con el discurso 2.0, la web social son personas, antes que tecnologías. El problema es que en demasiadas ocasiones las tecnologías prevalecen en el punto de mira.

Seguiremos el debate porque casi con toda seguridad, habrá conversación a partir de la crítica de Davenport. Y conste que él mismo ve posibles cambios por la lógica de las nuevas generaciones:

I freely admit, however, to one key uncertainty. It’s going to be very interesting to see what happens when the young bucks and buckettes of today’s wired world hit the adult work force. Will they freely submit to such structured information environments as those provided by SAP and Oracle, content and knowledge management systems, and communication by email? Or will they overthrow the computational and communicational status quo with MySpace, MyBlog, and MyWiki?

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1 comentario

Juan J. Lopez Sobejano 08/05/2007 - 09:54

Creo que es completamente cierto: la web 2.0 es sobre todo una web social. Acabo de publicar un artículo en mi blog en el que comento varias entradas producidas en otros sobre este tema. Es posible que te interesen, no tanto por mi artículo como por los que referencio.

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