Cibercultura, demasiado lejos del metal

by Julen

No sé si la «cibercultura« sonará a chiste en la fábrica de enfrente. Bueno, a decir verdad, no sé si la «cultura» sonará a chiste en la empresa de enfrente. Esa empresa representa los valores de la iniciativa empresarial que ha hecho que tú y yo estudiemos para ser gente de provecho. Camiones, metales, tornos, fresadoras, máquina-herramienta. Manos sucias de los operarios. Olor a taladrina, olor especial, olor industrial, olor profundo, olor de mono azul. Son los valores de la empresa industrial en este país.

Hemos construido riqueza sobre elementos físicos. La transformación, la máquina, la materia prima. Las oficinas arriba, el taller abajo. Las cristaleras amenazantes allá arriba. Desde allí quienes no se manchan las manos planifican. Aquí abajo hacemos. Ha sido el modelo. La fábrica es así. Aquí está el relevo del bocadillo. Aquí está la tarjeta de fichar. No me jodas.

La cibercultura es pura anécdota. La única posibilidad es la que proviene de un error estadístico. Porque la estadística me dice que cibercultura e Hijos de Antton Arangoiti no se encuentran en ningún punto. No son líneas paralelas; son otro tipo de líneas que habitan planos diferentes. Son mundos sin contacto. Bueno, el contacto ahora está en el patrimonio industrial. Sí, ahora tenemos patrimonio industrial. Sí, tenemos arqueología industrial que sirve para que la cibercultura lo tome como escenario de sus delirios. Lo digital habita los mundos destruidos de la era industrial. Algo bueno nos tenían que dejar: el escenario ya dispuesto.

En la fábrica de enfrente se fabrica. Y déjate de hostias. Ahí se fabrica. Son capaces de hacer piezas metálicas. Piezas metálicas. A ver si te enteras. Esas piezas son con las que se hace tu coche. Son con las que se sostiene buena parte del mundo. Son las que soportan la conducción de electricidad. Y la cibercultura no existe. Nunca entró ni tuvo oportunidad. Es otra dimensión, insisto. Es un plano irreal, peliculero, al que no merece la pena dedicarle ni tiempo ni esfuerzo.

¿Renegamos de esos templos de taladrina? Decimos que la era industrial fue un error que tuvo que ocurrir para que ahora nosotros montemos otro tinglado. Decimos que hemos fabricado no sólo piezas sino humanos mutantes descompensados, sin iniciativa, sin creatividad, sin riesgo. Hemos fabricado formas de ser. Hemos fabricado seres amorfos, con sentimientos enfermos, con desconfianza como base de relación. Esos somos nosotros, somos las personas que venimos de los templos de taladrina. Ahí trabajaron quienes nos engendraron.

Y ahora renegamos de nuestro pasado. William Gibson no tuvo padres que trabajaron en un torno industrial toda su puta vida. Su ciberespacio está desconectado del hombre del mono azul. Es una ficción incrustada en otra dimensión. Kevin Kelly nació lejos de Sestao, nació lejos de los Altos Hornos. La fábrica de enfrente no sabe que existen quienes dibujaron escenarios mezclados de ficción tangible. La fábrica de enfrente sólo toca piezas y repara fugas en sus máquinas. Hidráulica hasta donde llegan, procesos mecánicos, las cosas suceden en el plano de la realidad.

Y los valores de la fábrica de enfrente se han agarrados como lapas a la descendencia. Los hijos del fundador han quedado intoxicados por la taladrina. Y les decimos que están enfermos. Que no entienden la cibercultura. Que no entienden el progreso y la irrefrenable digitalización del mundo. Los hijos de fundador están enfermos y morirán pronto.

Vamos a decirle directamente a la generación que nos precedió que nos han monstrualizado. Que sus sistemas nos han abocado al aborregamiento. Que por su culpa ahora estamos como estamos. Que sus patentes, que su propiedad intelectual es basura radioactiva. Que nos ha contaminado y que nos ha podrido el alma. Y ahora, por su culpa, vamos a tener que desandar el camino. Vamos a tener que subir de nuevo con la piedra por la ladera. Es la maldición de Sísifo de nuevo. Lo habéis hecho fatal y reniego de vosotros. Reniego de vosotros, de lo que sois y de lo que hacéis. Los mayores no deben sino ser sacrificados porque con sus putas fábricas de taladrina nos han conducido al lugar equivocado.

Y nosotros vamos a salvar a la humanidad. Porque tenemos razón. Porque el mundo es de redes distribuidas. Porque el mundo es hiperenlace, es el final de la lectura ordenada. Ahora somos multitarea, imbécil. Ahora somos como las máquinas de no hacer piezas. Somos capaces de hacer varias cosas a la vez, en menos tiempo, con menor consumo de recursos, sin necesidad de usar tiza y pizarra. Y reproducimos a velocidades astronómicas. Y sabemos que tenemos razón, sabemos que la habéis cagado.

Y nos enfrentamos a la generación que nos ha parido y le decimos otra vez que no. Que no me gusta. Que no quiero tu modelo. Que el mundo no es como tú lo has visto. Tú viste minas y yo veo cultura. Para ti fue trabajo, para mí ocio. Tú bailaste con taladrina, yo lo hago con los Chemical Brothers.

Me da miedo que todo esto empiece a ser el camino. Tengo tantas dudas. Tenemos que leer con mucho cuidado, tenemos que ser inteligentes. Emocionalmente también, Juan, David.

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12 comentarios

Alorza 14/12/2006 - 18:58

Exquisito el debate entre este blog y los de Juan Freire y David de Ugarte. Para que algunos digan que no existe conversación en la web 2.0. Por cierto, no sé con que línea argumental quedarme. Todo mundo nuevo supone dejar atrás lo viejo, y eso supone siempre cierto grado de injusticia. Aquí en Euskadi, dejar atrás la taladrina siempre será como matar al padre. O como meterlo en un asilo, para no ponernos tan freudianos.

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Telémaco 14/12/2006 - 19:22

Si es que lo que ocurre es que el cambio es doloroso. Y seguramente es así por algo.

Tan malo debe ser para la supervivencia negarse a todo cambio como lo es convertir al cambio en nuestra meta. Si no fuese así todos seríamos amantes incondicionales del cambio. Esto nos lo enseñó Darwin.

Es que como decía Paul Éluard, es cierto que hay otros mundos pero están en este. Y a los que habitamos en algunos de esos mundos nos sobra arrogancia y nos falta humildad.

Muy buen post Julen.

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David de Ugarte 14/12/2006 - 19:30

Bueno Julen. No me parecen mal tus apreciaciones, pero creo que no restan sino que más bien cimientan lo que decíamos Juan y yo.

¿Por qué suena tan diferente e incluso opuesto?

Pues porque tu escribes y vienes de un país industrial (Bilbao aún más que Euzkadi) mientras que Juan y yo venimos de paises de campesinos, pescadores y comerciantes con tradiciones mercantiles pre o a-industriales mucho más fresquitas.

Y en lo que toca aún más a mi vida personal, en la que tuve que bregar como obrero no cualificado hasta más allá de haber acabado la carrera… te diré que si, que vitalmente fue una liberación acceder al nuevo mundo donde importaba más mi aporte creativo que mi aporte físico. Y sobre todo que no tengo la más mínima nostalgia. Y la verdad no tengo un sólo amigo que siga siéndolo y no lo entienda.

Otra cosa sería, claro, si ese padre genérico del que hablas fuera el dueño de la fábrica…

..Pero en mi caso mi familia era de profesionales y comerciantes, así que su mundo se parece en lo sustancial -los valores- a este al que llegamos. Un hermoso mundo pequeñoburgues con valores campesinos de cohesión y sin rentistas, un mundo donde al final se viva del trabajo (aunque sea creativo ;-))

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Alejandro Rivero 14/12/2006 - 22:27

La imagen de la taladrina es buenisima, muy evocadora de la infancia en el taller del abuelo.

En algunas tandas de trabajo sobre lo libre hemos intentado avanzar mas alla del software y las pocas veces que se ha hecho el publico de mono azul tenia ideas muy concretas. Ya dicen los anglosajones que «El torno es la unica maquina capaz de duplicarse a si misma». Y cuando se empieza a husmear en el asunto industrial, se descubren un monton de agujeros donde el hardware libre parece mejor idea. Por ejemplo que las tolerancias de las piezas no sean «top secret», que ahora lo son para que no puedas duplicarlas. O que bastaria con tener un deposito de ficheros de torno digital para poder empezar a tener hardware libre de verdad. O que hay empresas que se ganan la vida crackeando los sistemas electronicos de los coches para que no dependas de la casa matriz.

Para otros, simplemente mencionar que si hubieran tenido los planos de cierta impresora, hubieran podido corregir el problema via hardware, es «una provocacion». Pero habra que provocar, no?

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David de Ugarte 15/12/2006 - 01:56

Pues por suerte no los tuvo, Alejandro! Te imaginas ahora? El hardware libre incluiría siempre calienta platos entre sus utilidades!!

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alvizlo 15/12/2006 - 03:26

me preocupa que la cibercultura sea para unos privilegiados que podemos permitirnos disponer de conexión a internet. ¿qué pasa el día que nadie tenga incentivos para dedicarse a cultivar patatas? igual no llega nunca porque antes hemos alcanzado el modelo de lovelock y estamos sintetizando los alimentos a base del exceso de dióxido de carbono en la atmósfera con energía de fusión, pero… sigue habiendo mucho «trabajo sucio y poco humano» en una cibersociedad. sin olvidarnos de que el software no se come. seguro que soy un poco primario para ser un buen ciudadano hacker, pero…

cazador – recolector, agricultor – ganadero, industrial, digital… supongo que cada salto en la evolución humana ha sido un momento ilusionante para los que lo han vivido dejando atrás una etapa quemada. tal vez los primeros hombres taladrina pensaban de sus padres cabreros lo mismo que nosotros de nuestros padres industriales. para ellos sería poco humano pegarse todo el día en el terruño sin saber lo que era un mes de vacaciones o tener un par de días a la semana para dedicarlos a una actividad que no esté relacionada directamente con asegurarse el pan.

la época industrial se marchitó y lleva algún tiempo pudriéndose, pero es sobre su base sobre la que está floreciendo esta nueva cibersociedad, que puede llegar a conquistar terrenos vírgenes si da semillas antes de que la taladrina los deje infértiles.

ya vendrán nuestros nietos diciendo que kraftwerk no vale los megas que ocupan sus canciones

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Joserra 15/12/2006 - 09:15

Bueno, yo suelo pensar que somos el último eslabón en la cadena. Dependemos de tantos procesos de la era industrial que no podemos decir que podemos pasar a otra fase, o que está cambiando. Me estais haciendo dudar, pero siempre lo he visto como el final (por el momento, hasta que algo nuevo se convierta en el siguiente final) de la cadena.
No se puede mantener toda esta película sin grandes fábricas de cableados, de producción de energía, sin fabricantes de materiales de construcción…
el cambio organizacional hacia la colaboración será posible, muy despacio en las mentes industriales, no al modo que ha sucedido (que está sucediendo) en el mundo digital. Pero creo que se ahrá por que aprndan lo positivo del modelo digital, no por que sea un modelo extinto.

jeje, no sé , necesito más reflexión, no soy tan rápido de post 🙂

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nacho 16/12/2006 - 20:44

Estoy siguiendo con ganas el debate de la cibercultura y la era industrial, también en los blogs de Juan Freire y David. Para mi es un tema clave.

Alvizlo hablas de las distintas etapas de la evolución humana, desde cazador, agricultor, industrial, y digital. Esta claro. Pero, normalmente las interpretamos como fases consecutivas, en las que unas sustituyen a otras.

Para mi esto no es así. Al igual que tenemos 3 cerebros (el rectil, el mamífero y el humano) como capas de cebolla , pienso que la cibercultura debe tener todas las fases de la evolución humana integradas entre si.

Pero, y aquí esta lo importante, con cada nueva fase alcanzada, creo que las anteriores deben madurar para adaptarse al nuevo esquema evolutivo. Intento explicar resumidamente lo que pienso:

FASE 1: Recolector-cazador de subsistencia
luego evolucionamos como humanos …
FASE 2: Agricultor básico + Recolección más especializada
FASE 3: Industria depredadora + agricultura extensiva + recolección seleccionada
FASE 4: Cibercultura + Industria innovadora + agricultura ecologica + recolección de gourmet

Es decir, pienso que la fase de industria depredadora y llena de metales calientes fue necesaria, pero ahora, con el influjo de la cibercultura, se sigue transformando en una industria más innovadora, al estilo de lo que parece ser Askada por ejemplo.

Tendencias … parece que todo va por aquí … a pesar de que seguiran existiendo empresas corruptas …

Tiempo al tiempo. Y nosotros somos la vanguardia de la cibercultura, que realmente esta empezando a influir con fuerza en toda la industria mundial …

¿Como lo veis?

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Julen 18/12/2006 - 05:37

nacho, gracias por acompañar la reflexión. Creo entender tus planteamientos, pero no los comparto del todo. Porque no hay que olvidar que la cuarta fase, de momento, requiere de la tercera. Y una opción sencilla es la de que la tercera esté alojada en países del tercer mundo o en vías de desarrollo. La mierda para otros, que nosotros ya estamos en la cuarta fase. Creo que debemos tener cuidado con este tipo de planteamientos. Me recuerdan en parte a las políticas antitabaco. Aquí prohibídisimo. Eso sí, habrá que vender en el tercer mundo, que allí las estadísticas de cáncer de pulmón seguro que no impactan demasiado en la mortalidad.
(Perdón porque quizá he puesto un ejemplo un poco salvaje).

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nacho 18/12/2006 - 11:02

Si Julen, tienes razón, esto esta pasando, asentamos nuestra cibercultura (material) en los componentes electrónicos que se fabrican en el sudeste asiatico …

El tema es complejo, y la ética global de los países desarrollados creo que es clave para no aprovecharnos de ellos, como seguimos haciendo.

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