Murphy, un tipo majo

by Julen


Dos días seguidos. El primero fue más de opereta y el
segundo más típico.

Escena primera

Centro de Madrid, capital del estado. Junto a la Castellana. Estamos ya en la sala de autos. Un grupo majo de gerentes de federaciones de cooperativas agrarias. Vamos a ver si discutimos un poco sobre el rol de las tecnologías en la comunicación interna. Por supuesto, que necesito conexión a Internet. Yo, que soy previsor, por si acaso, vengo armado con mi conexión inalámbrica para evitar un amable encuentro con Mr. Murphy.
Bien, un encantador técnico informático (de verdad) me atiende, conectamos el portátil a la red local vía cable y… funciona. Bueno, funciona… un rato sí, otro no, a unas páginas podemos acceder y a otras no. Solícito de nuevo, este buen hombre acude en mi ayuda. Será el cable, que no es muy de fiar. Pues… va a ser que no, estamos igual tras cambiarlo. Pues… cambiamos la conexión y vamos a colocar una segunda vía ADSL para más seguridad. Pues… va a ser que no… Tras una ardua pelea, le digo yo eso de: «No te preocupaes, siempre pasa en el peor momento. Uso mi tarjeta inalámbrica, que no nos dará tanta velocidad, pero será suficiente».
Pues… va a ser que no. Pasmado me quedo. Madrid, al lado de la Castellana… ¡no tengo apenas cobertura en el móvil! Socorro, Murphy, ¡ten piedad de mí!
Entonces volvemos a la carga con la configuración y tras un buen rato de cruenta pelea, el técnico informático, consigue una victoria de gran carácter simbólico. Me explica algo incomprensible para mí de dónde estaba produciéndose el error.
Claro está que gran parte de esta historia sucede ante los ojos atonito-sorprendido-jocosos de los asistentes a las jornadas. Murphy ha perdido… pero sigue agazapado y quienes están allí desconfían de nuevo.

Escena segunda

Vitoria-Gasteiz, más en concreto en el centro histórico de la capital de este lugar al sur de Islandia donde habitamos. Palacio de Villa Suso, bonito. Paredes de piedra, entorno diferente al de las típicas salas multifuncionales que tanto proliferan in dis tecnoloyical uerl. Conferencia a un grupito de doscientas personas. Ya lo sabéis, es el post de ayer.
Bueno, hay cable para enchufarse a la red. No hay conexión inalámbrica (¿?). El sempiterno técnico de sonido/informática/cacharrería ayuda para que todo vaya bien. Una simple pregunta: ¿hay que cambiar la IP? Pues resulta que sí. Pues resulta que no la tiene, pero… llama a quienes pueden tenerla. Pero no la tienen…
Sí, tras un par de gestiones, ¡ya está! Tenemos la IP, por fin, son datos apuntados a boli, como debe ser, en una hojita. Y… pues no, pues parece que esos no son. Así que tragando saliva, viendo que las paredes de hermosa piedra de este palacio pueden ser de buen grosor, pregunto: ¿aquí hay buena colbertura de móvil? Sí, sí, ¡regocijo, albedrío, qué bien, saltos de alegría, lágrimas de emoción!
Y esta vez mi conexión inalámbrica funcionó. Murphy, chaval, ¿te tomas algo? Eres un canalla, aprietas pero no ahogas, ¿eh? Bueno, el caso es que todo esto sucede mientras tienes un grupito de 200 personas enfrente y tu presentación la vas a apoyar en buena parte en entradas a tu blog, a una web de aquí y otra de allá. Simplemente sientes un cosquilleo en el estómago.
Por cierto, el técnico se acerca en el descanso -un detalle- para decirme que ya tiene los datos correctos. «Gracias, no te preocupes, nos arreglamos con la conexión inalámbrica». Claro que no hubiera estado mal hacer toda la presentación sin una sola diapositiva y sin internet. Creo que éste es un buen reto, ¿no?

¿Seríamos capaces de presentar todo este tinglado web 2.0 sin diapositivas y conexión a Internet? ¿Cómo lo haríamos? Un día de estos me animo. Tiempo al tiempo. Esta alternativa, eso sí, elimina movimientos peristálticos.

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3 comentarios

Fernando 15/09/2006 - 09:44

¿Se trata de Murphi o más bien del «chapucea, que nosotros mientras tanto improvisamos» tan nuestro?

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alvizlo 15/09/2006 - 18:32

Cuando he tenido que explicar algo a más de 5 personas he necesitado una pizarra, preferiblemente de tiza. En grupos más reducidos un papel y un bolígrafo pueden ser suficientes. Los datos, las gráficas, las citas, las fechas y/o las referencias bibliográficas… no son lo importante. Algunas veces se capta mejor la atención con chascarrillos y anécdotas sobre lo bonito que se vería en la presentación o lo bien que estaban los acetatos que se quedaron en el coche. Seguro que lo más importante que tuvieses que explicarme sobre web 2.0 lo podrías hacer en un bar con una caña (igual me presento en algún BBB para verificarlo). Y si tuvieses una pizarra y una tiza y yo un cuaderno y un lapicero seguro que conseguía aprender algo.

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Telémaco 18/09/2006 - 19:10

julen que quieres que te diga de lo que pienso sobre el PowerPoint que tú ya no sepas.

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