Bourg Argental, 17/07/06

Por fin, una oficina de turismo en la que puedo pillar un ordenador a dos euros la hora. Hoy, tras varios intentos en días anteriores, ha sido posible. Hemos llegado a los 40 grados. Y como suele suceder con estas cosas, los 40 grados son subiendo, para que se noten bien. De momento, no obstante, las etapas no son demasiado duras. No hay mucha montaña, aunque me temo que a partir de mañana cambiará. En el mapa veo que subimos hasta los 1.000 metros y eso ya da respeto. Sobre todo, teniendo en cuenta que he cruzado hoy el Rhin, a 150 metros de altitud. Ah, lo de este río es tremendo, vaya caudal.

La primera parte de la etapa ha sido, al igual que ayer, bastante cómoda. Un llaneo constante, interrumpido por la subida a una loma que he seguido durante varios kilómetros a través de un bosque encantado. Después el camino bajaba hasta el Rhin donde he encontrado a un par de peregrinos cruzando el inhóspito puente, demasiado agresivo para el peatón.

A partir de las diez el calor sigue apretando inclemente. La temperatura sube por momentos y el agua del botellín empieza a servir para hacer té. Así que hay que parar cada poco tiempo para recargar líquido refrigerado con la esperanza de encontrar sombras, que nunca acaban de ser suficientes.

Estoy en Bourg Argental, un pueblo coqueto de los que tantos hay en Francia. Y con la pequeña sorpresa de que ya van tres aviones de caza atronando en el cielo. Idílico pueblecito francés.

Bueno, tengo la espalda molida tras 90 minutos escribiendo en este infierno de teclado. Os dejo. Hasta la siguiente.

Distancia del día: 81,3 Km