Ya os comenté en su momento, al hilo de un post de Juan Freire en torno a la participación en clase, que había montado un buen folklore con mis alumnos de último curso de la licenciatura en administración y dirección de empresas, aquí en la Universidad de Mondragón. Como Alberto pasó también por clase, hay incluso reportaje gráfico, en su blog.
El caso es que tenemos ya las evaluaciones finales -oficiales- que han hecho de la aventura y me encanta recibir un papelote en el que dicen, como comentarios (entre otros):
- Mantener tal cual la asignatura ya que se aprende mucho haciendo el mini proyecto.
- Hemos aprendido mucho realizando el proyecto.
- Mediante el método de trabajo que ha llevado el profesor durante el curso he aprendido más que con la teoría que se da muchas veces.
- Mantener la posibilidad de estar con gente de empresas porque así también se aprende.
- Ha estado muy bien ya que hemos tenido libertad completa para andar a nuestro aire.
Ya sé que puede parecer un poco de vanidad, pero he decidido publicar este post para animar a avanzar en la búsqueda de alternativas de participación real y autogestión sea en una clase en la universidad, en la empresa, en la administración o donde sea. Creo de veras que en la participación está la gran clave de la mejora de la eficiencia y también de la satisfacción personal en el trabajo.
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