04 Cedeira – Pontedeume #KostaMTB

by Julen

https://strava.app.link/1QNlNNhaNrb

Ayer vi las estrellas en Cedeira. No, las del cielo, no. Fue otra vez en la consulta de un fisioterapeuta. Tanto va el cántaro a la fuente de la pierna izquierda (tobillos, rodilla, pata de ganso, piramidal e inserción sacroilíaca han pasado por problemas) que al final presume de una sobrecarga considerable en el cuádriceps. Descargarlo es lo más parecido a ver las estrellas del firmamento, las de Cedeira y las del resto del universo. Todo sea por continuar en ruta con dignidad.

Para resarcirme de semejante escarnio no había duda: Muiño Kilovatio. Si pasas por Cedeira, hay que ir a este bar a comerse una ración de marraxo, de zorza o de raxo. Todo ello con patatas fritas en cantidad. Hay lo que hay. Las mesas (todas altas) son las que son y el espacio lo bastante reducido para que no sea tan fácil encontrar hueco. Ya estás avisada: vete pronto o haz cola. Pues por allí pasamos, como parece que es obligación. Bueno, y antes (sin ser muy conscientes de ello, la verdad) por una peña del Real Madrid.

Cedeira es un pueblo de cierto empaque, que se va más allá de los 5.000 habitantes y, cómo no, pegado a su ría, que se alimenta del pequeño Rego das Ferrerías, del Río Condomiñas y del más abundante Río das Mestas. Aunque, como en tantos otros sitios de por aquí, la pesca no vive sus mejores días, que sepáis que estamos en zona de merluza, rape, pulpo y también de percebe. La vida transcurre alrededor de la que llaman Praza Roxa (Plaza Roja). Y no, no es que tenga que ver con que estemos en un pueblo de izquierdas (eso sí, a día de hoy gobierna el PSOE), sino porque su suelo es de ese color.

Vamos al lío: la etapa de hoy. Empezaba la mañana en un bareto que parecía ser el único abierto. La información, cómo no, provenía de los empleados de la limpieza municipal. Un té y un Cola-Cao con unas cuantas piezas de bollería (no había más) se nos ha ido a los dos euros. Dos euros los dos desayunos, no penséis mal. La inflación está disparada. Con estos precios no hay quien llegue a fin de mes.

Salimos por carretera y afrontamos una primera subida. Enseguida llegamos a la playa de Pantín, bastante popular entre quienes surfean, sobre todo porque aquí se celebra un campeonato cuya primera edición fue allá por 1988. Desde aquí nos pegamos a la costa en un continuo sube y baja, con alguna que otra rampa de consideración. Rodamos por una carreterita apartada del mundanal ruido muy agradable en la que nos cruzamos con un pescador que se ha ganado una buena recompensa por su paciencia. Bueno, y por su saber hacer, digo yo.

Termina este tramo y accedemos a la laguna y arenal de Frouxieira, en Valdoviño, otra zona de especial protección para las aves. La playa llega a los 3,5 kilómetros de longitud y nosotros la hemos rodeado para fotografiarla desde sus dos extremos. En el que queda más al oeste se ubica el faro de Punta Frouxeira. Sí, un faro diferente, puesto que se trata de una construcción vanguardista y que tiene truco: debajo alberga un complejo de túneles militares empleados en los años 20 del siglo pasado. Además, las vistas a la coqueta ermita de la Virxe do Porto le dan un aire especial.

Continuamos pegados al mar. La pista que hemos cogido tras dejar atrás la playa de Meiras nos conduce a otra aún más apartada: la de Campelo. Estamos siguiendo el antiguo Camino Costero de Santiago y Santo Andrés. Toca encarar otra buena subida para disfrutar de nuevo de fantásticas vistas a la playa de Hortiña, que bordeamos por una zona de dunas.

El siguiente hito marcado en la ruta es Cabo Prior. Más de lo mismo. Aquí también hubo destacamento militar y quedan, por supuesto, sus ruinas. Estamos ya en el término municipal de Ferrol, que nos va a acompañar durante bastantes kilómetros. Aquí en Cabo Prior hay también unos buenos acantilados. Un camino desciende hacia una escultura que se ve un tanto perjudicada. A su lado, una cruz se deja fotografiar.

Poco antes de llegar a Ferrol se llega a la playa de Doñinos. Nosotros aprovechamos para tomar algo en un chiringuito. Me tengo que poner el cortavientos porque el aire es fresco y ha comenzado a llover, aunque muy suave. En vez de continuar la línea de costa, vamos a atajar un poco para acercarnos hasta Ferrol, al que ya quitaron, por cierto, aquello de «del Caudillo». Toca ir recorriendo ahora el enrevesado litoral de su ría, que finalmente cruzamos por la Avenida das Pías para conectar con la última de las rías de la Costa Ártabra, la de Ares. Entre otras cosas a destacar: Navantia en lucha por sus puestos de trabajo. Que menos que dejar constancia aquí de su pelea.

La bici de Alberto, como ya dije, se queja. Parece que tiene holguras varias y habrá que cambiar rodamientos. Nos acercamos a un taller de bicis nada más llegar a Pontedeume, donde terminamos la etapa de hoy, tras cruzar su famoso puente. En la tienda nos atienden muy bien. A ver si se lo arreglan. Yo aprovecho también para ver si me ajustan un poco el cambio, que va dando guerra. A las siete recogeremos las bicis. Estupendo servicio. Mañana ya sabréis si el cra-cra de la bici de Alberto ha desaparecido.

Kilómetros totales hasta esta etapa: 345,72.

Metros de desnivel acumulado hasta esta etapa: 5.875.

⏪ Etapa anterior | Etapa siguiente ⏩

📷 Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

📚 Lee todos los artículos relacionados con esta ruta.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.