05 Alijó – Macedo de Cavaleiros #PortugalMTB

by Julen

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Venirse a terminar una etapa en Alijó porque leíste que había un plátano del copón quizá suene un poco exagerado, ¿no? Cuando digo plátano, me refiero al árbol: el famoso Plátano de Alijó. Así, con mayúscula inicial, para que empieces a caer en la cuenta de lo que estamos hablando. Ojo, porque al ponerme a buscar en Google información del ejemplar, me llevaba a un alijo de droga envuelto en plátanos y no, no es lo mismo. No es lo mismo un alijo de plátanos que el Plátano de Alijó. Mejor usáis comillas y buscáis «Plátano de Alijó», que así no falláis. De nada. Terminamos los consejos sobre búsquedas en Internet y volvemos a lo que nos ocupaba.

Si ayer decíamos que el puente de Trajano formaba parte del escudo de Chaves; adivina lo que pasa hoy. Pues eso, que el plátano en cuestión también forma parte del blasón del pueblo. Aquí cada cual presume de lo que puede. Según parece, plantaron la criatura en 1856 y se le ve aún lozano. La putada es que los edificios cercanos lo tienen amargado al pobre hombre. Para mí que le están haciendo mobbing inmobiliario. Una lástima que no le dejen seguir creciendo como quisiera. Yo lo mismo me planteaba echar abajo la iglesia. Total, construir otra tampoco es tan complicado, pero un plátano de 1856 a ver de dónde lo sacas. No hay color.

Aquí sí que todo se mueve alrededor de la carretera general y del Jardim da Avenida Dr. Francisco Sá Carneiro. Abajo tenemos la rotonda con el monumento al hombre del Duero, que carga la uva a su espalda tras la vendimia. Arriba del jardín, un hórreo y el fin del pueblo. Entre medias tenemos a los bomberos, varias tascas para comer, el hotel en el que me hospedo y unos apartamentos, un par de bancos, varias clínicas dentales, unos cuantos cafés, la ferretería, el salón de té… en fin, todo lo necesario para que un pueblo lo sea. Eso sí, la pousada queda un poco apartada de todos estos tugurios.

Tampoco es que Alijó sea tan pequeño, porque cuenta con algo más de 13.000 almas (unas 4.000 aquí donde está la sede del municipio), aunque allá por los 60 del siglo pasando pasaron de los 20.000 habitantes. Esto ya no es lo que era, como ocurre en tantos otros lugares.

El pueblo, de todas formas, no tiene mucho más de sí. Me subí a cenar a la pizzería de la carretera general con el fin de comer pasta, alimento por antonomasia del ciclista. Atendía una niña que lucía una trenza. Bueno, vale, quiero pensar que era de esas criaturas que a los 18 aparentan 13. Es como en la uni, que las chicas y chicos de primero cada vez parecen más jóvenes. Es la hostia esto de hacerse mayor.

Como de costumbre, antes de las 6:30 ya estaba pedaleando. Frescooooo. Menos mal que de entrada es una subidita entre viñedos con el sol saliendo por detrás de los montes cercanos.

Luego, tras coronar el puerto, me dejo de tonterías y me pongo el cortavientos. Será por poco tiempo. Pasamos Pópulo y continuamos suave suave. Vides, olivos, almendros, estamos en la Terra Quente, la otra cara de la moneda aquí en Trás-os-Montes.

Las dos primeras etapas nos llevaron por la Terra Fria, pero ahora el paisaje es bien diferente aunque el verdor de las viñas parece atemperar el calor que seguro apretará bien por aquí en verano. Y cómo no, Portugal son incendios. Cada vez que he pedaleado por aquí he visto árboles quemados.

Dejamos atrás Murça, que se ve que es tierra de aceite. En el ambiente ese olor tan característico que me recuerda a la TransAndalus. Seguimos por carrerritas pérdidas con puentes y señales de otras épocas.

Bajamos hasta Mirandela, una ciudad –bueno, 25.000 habitantes, vosotros decidís si llamarla así– cuyo eje vertebrador es el río Tua. Ni uno ni dos, sino tres son los puentes que lo cruzan. Yo pensaba que uno de ellos, el puente romano, iba a ser colega del de Trajano en Chaves. Pero va a ser que no, que este puente, hoy en día de 17 arcos, todos ellos desiguales, es del siglo XVI. Vaya fiasco. Menos mal que hemos podido cruzarlo porque está prohibido para los coches. ¿Para las bicis? Nadie me ha mirado mal. Así que por allí hemos cruzado el río Tua, dejando a un lado las otras dos alternativas, más modernas pero con menos encanto.

Después de callejear un rato por la zona antigua ha caído una Coca-Cola en un kiosco bajo una arboleda, pegado al río y con vistas al bullicio de la calle principal, coche va y coche viene. Pasa una furgoneta con megafonía que anuncia… nada. Da recomendaciones sobre el uso de la mascarilla. ¡Ha llegado el chatarrerooo! ¡Compro hierro, hojalata, cobre, todo tipo de chatarraaa ! ¡Ha llegado el chatarrerooo! Pues no, cómo nos ha cambiado la Covid19. ¡Ha llegado el coronaviruuuus! ¡Mascarilla, distancia social, nada de aglomeraciones! ¡Ha llegado el coronaviruuuus!

Por cierto, escucho mucho francés. Quizá sean emigrantes que han vuelto a pasar unos días porque en muchos casos no se dan aires de turistas.

Volvemos a la ruta, que se me va la pinza, como siempre. Queda solo una subidita muy tendida de casi 500 metros de desnivel. Nada que ver con lo de ayer, que se las traía. El calor aprieta un poco. La carretera, sin nada de tráfico, es agradable. En Jerusalem de Romeu he estado a punto de visitar el Museu das curiosidades, aunque solo fuera por ver «un camión de los bomberos tan antiguo y pintoresco que para sí lo quisieran los bombeiros de Sabrosa», que decía Llamazares. No obstante, casi me quedo con el mensaje de la que fue sede del jolgorio en Romeu: orden, trabajo, paz y alegría. Eso es diversión y desenfreno en este país.

Tras coronar el alto, solo nos queda una bajada rápida hasta Macedo de Cavaleiros. Mañana os cuento por qué he querido hacer noche aquí.

Kilómetros totales hasta esta etapa: 339,66.
Metros de desnivel acumulado hasta esta etapa: 6.397.

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📷 Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

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2 comentarios

Juan Muñoz 22/07/2021 - 22:12

Fue tanta la emigración a Francia, que se dice que París es, tras Lisboa, la ciudad donde habitan más portugueses

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Julen 23/07/2021 - 06:54

En Andorra hay también una tremenda comunidad de portugueses. Desde luego que este fue un país de emigrantes.

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