La Asociación de Escritores de Novela Negra del Reino Unido declaró esta novela de Josephine Tey (uno de los pseudónimos de la escocesa Elizabeth Mackintosh) como la Mejor Novela de Misterio de todos los tiempos en 1990. Supongo que debería ser suficiente motivo para leer La hija del tiempo y sumergirse en la lectura de las conspiraciones en torno al supuesto asesinato de los príncipies de la Torre instigado por Ricardo III allá en la Inglaterra del siglo XV a fin de hacerse con el trono. Eso sí, lo vamos a hacer desde la habitación de un hospital, el lugar en el que el inspector Alan Grant, de Scotland Yard, convalece. Y se aburre.
Así pues, vamos hasta el fondo con la corte de Ricardo III y sus particulares sobrinos; que no solo Shakespeare escribió del asunto. Un Ricardo III que fue, por cierto, el último rey de Inglaterra en caer en combate, ahí es nada el chaval. A todo esto, la novela está publicada por la editorial Hoja de Lata, tiene una edición muy cuidada. Te recomiendo que tengas a mano tanto el árbol genealógico, disponible en las páginas interiores de la portada y su solapa, como las diez últimas páginas del libro, en las que puedes acceder a una relación de los alrededor de 40 personajes históricos que se van dando cita en la trama. O lo haces o vas a acabar con un buen lío.
La novela está escrita en 1951 y es una de las cinco que protagoniza el inspector Alan Grant. De todas formas, como decía al principio, los hechos investigados datan de la segunda mitad del siglo XV. No veas qué colección de intrigas: traiciones, matrimonios de conveniencia, hijos ilegítimos y conspiraciones. Los Lancaster y los York en plena faena para conseguir el poder. Nada que nos deba extrañar, ¿verdad? En el siglo XXI no creo que sea muy diferente, la verdad.
La novela puede resultar pesada. Tantos personajes terminan por –al menos para mi limitada capacidad de retener nombres– perderme en una trama que, aunque avance en una línea más que previsible, hace que me sienta perdido más de una vez. Eso sí, tiene su encanto que la investigación gire en torno a la lectura de libros de historia y de fuentes que narraban lo que pudo suceder hace casi 550 años atrás. La historia «oficial», la que nos ha llegado por los libros y los medios de comunicación, la que se ha abierto paso en el imaginario colectivo, no tiene por qué (o sí) coincidir con la verdad. De esto va la novela.
Hay que reconocer que, en paralelo, uno le va cogiendo cariño al pequeño grupo de personajes que rodean en el presente al inspector convaleciente. Las enfermeras, con sus motes misóginos de la época, Marta Halland, la actriz amiga del inspector, su colega Williams y, cómo no, el protagonista de la investigación a través de las fuentes escritas, el americano Brent Carradine, que ha llegado a pisar tierra inglesa de la mano de su amada. Todos ellos se hacen querer.
Si eres de los que lo pasaba bien en las clases de historia, esta novela puede ser para ti. Antes, eso sí, te recomendaría que miraras con detenimiento su imagen antes de comenzar la novela. Además, el tiempo ha querido jugarnos una buena pasada y en 2013 hubo noticias de Ricardo III en el Telediario 😉
Ricardo III, Ricardo de York, duque de Gloucester. Hermano del rey Eduardo IV de Inglaterra y lord protector del reino tras la muerte súbita de este en 1483. Ante la proclamación del Titulus Regius, que convertía a los Príncipes de la Torre en bastardos, fue coronado como Ricardo III y reinó hasta su muerte en la batalla de Bosworth de 1485, que puso fin a la guerra de las Dos Rosas y a la dinastía de York, iniciando el reinado de la dinastía Tudor. Su imagen de rey contrahecho, cruel y asesino se forjó a partir de la biografía Historia de Ricardo III, de Tomás Moro, y fue perpetuada por los cronistas Tudor y por la obra teatral de Shakespeare, Ricardo III, de 1591.
Este es un nuevo post de nuestra serie de reseñas de libros de novela negra.
2 comentarios
Pues no conocía a la autora y me ha entrado curiosidad por el libro, el planteamiento es muy original. Habrá que leerlo. Con una libreta a mano para ir anotando nombres, que a mi también me pasa eso que comentas.
Aitor, yo me pierdo muchas veces en las tramas. Aquí al menos tienes un árbol genealógico y un listado completo de personajes al final del libro. Fundamental para no perderte.