En abril tendré el gusto de acercarme hasta la isla de Tenerife para participar en un programa organizado por la Universidad de La Laguna: Hacia una nueva cultura de la innovación: persona, territorio y economía. Se estructura en tres módulos. El primero se centra más en el territorio, el segundo en la economía de la innovación y el tercero, que es en el que participo con una ponencia, en la persona. Abarcará en conjunto desde el 4 de marzo hasta el 24 de abril, fecha en la que, casualidad, me ha correspondido esa última ponencia del programa y que girará alrededor de la persona como agente de cambio. Ya aportaré por aquí detalles más adelante.
El programa lo organiza la Universidad de La Laguna a través de su Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad y está financiado por el Servicio Técnico de Turismo e Innovación del Área de Economía, Competitividad, Movilidad y Turismo del Cabildo Insular de Tenerife con la colaboración del Parque Científico y Tecnológico de Tenerife. Las inscripciones y la información del proceso de matrícula está disponible online.
No niego que un programa de estas características no puede sino navegar sobre los tiempos de crisis actuales. El triángulo que se propone, territorio, economía y persona, a lomos de una cultura de innovación es, desde luego, atractivo. No cabe duda de que pueden realizarse muchas aproximaciones y que quizá cada realidad geográfica y cultural deba encontrar su propio camino. Todo está demasiado enmarañado conformando un sistema con gran complejidad dinámica. Las relaciones causa-efecto son difíciles de perseguir. Estamos cabalgando un momento histórico con elevados grados de incertidumbre.
¿Desde dónde abordar la movilización? Es muy probable que tengamos ya instaurada una crisis -otra más- de confianza en las instituciones. Acudir a la persona como agente último responsable del cambio puede ser una pesada carga muy acorde con el pensamiento postmoderno. Eliminada la seguridad de unos anclajes que han fracasado en la sociedad del primer mundo, la persona emerge en todo su ¿poderío? ¿Ilusión o realidad?
Las administraciones públicas, mientras tanto, quieren hacer competitivos a sus territorios. Pelean en la misma división que las empresas y que el tercer sector. Todo se ha impregnado de economía, el chapapote se pega y no hay manera de quitárselo de encima. El cuarto sector es una salida que, según el color del cristal con que lo mires, genera optimismo o desasosiego. Pero hay que levantar la mirada y tomar perspectiva, hay que activar la energía más poderosa, la de las personas y sus convicciones.
José Carlos Hernández y Francisco J. García Rodríguez se están encargando de la coordinación de todo este programa en el que participamos otros trece ponentes. Aquí podéis escuchar una breve entrevista con Francisco hablando del programa. En fin, espero contribuir con ideas que ayuden a ponernos manos a la obra. Y para ubicar mejor las coordenadas os dejo con un pequeño texto que han escrito en la presentación del programa:
Estamos inmersos en la mayor crisis económica del último siglo, de consecuencias tan devastadoras como imprevisibles. Ello ha tenido, además, un amplio impacto en el territorio, entendido como soporte de la actividad económica, que ha sufrido las consecuencias de un modelo urbanístico incontrolado y depredador. Ante esta nueva y compleja realidad, el ser humano se halla desprovisto de herramientas que le permitan interpretarla y actuar sobre ella. Sin embargo, en medio de esta revolución parece que el papel de la persona se revaloriza, como único agente de cambio eficaz, apoyada por una inmensa ola de cambio tecnológico. En este contexto, la innovación, entendida como una nueva cultura de adaptación al cambio constante, se presenta como la única herramienta válida.
6 comentarios
Interesante trinomio -en nombre del cual es cierto se pueden hacer grandes barbaridades- porque lo importante son los matices, lo que añadimos a los conceptos generales. Los objetivos que se persiguen y cada vez más, las formas de tratar de alcanzarlos. Yo me quedo i-cositemas permaculturales y en transición, redes distribuidas p2p, y economía feminista + economía política del procomún.
Bueno, ya te has compuesto un triángulo alternativo. Eso sí, hay que explicarlo, que encierra mucho poderío.
Ya que nos ponemos a darle vueltas a la innovación en la incertidumbre actual, se me antoja dificil de creer que se apueste por tan vasto desequilibrio de género en las ponencias. Me abran el zoom please!
De nuevo con lo de siempre. Es una mirada crítica que no hay que perder. Parece que seguimos -yo incluido- cayendo en el mismo pozo una y otra vez. Y cuando hablamos de diversidad, hay una básica y primera que nos reconforta: la de género. Lástima que sigamos haciendo perdurar los mismos vicios. Lo siento.
Buena suerte compañero… lo de las personas está genial, espero que sean capaces de integrarles bien en ese binomioo restante (economía y territorio) todo sea que sigan pensando en un recurso más que en un tractor.
Esa idea de territorio, a mí personalmente, me encanta. Cosas de los «vendedores», ya sabes…
Pues estos días andaré preparando esa ponencia y lo que quiero hacer por allá en Tenerife. Lo comparto por aquí.