Continuamos la serie de respuestas a las preguntas que planteamos en el World Cafe de hoy. La tercera es: ¿Cuáles serían los primeros pasos que deberíamos dar como individuos y como organizaciones para transitar hacia este tipo de empresa? Bueno, puede sonar a receta lo que voy a plantear, pero que cada cual se lo tome con la cautela que crea conveniente.
Mis pasos en este tránsito:
- Poner en marcha una conversación con las personas para desmontar jerarquías, supervisiones y controles. Tienen que ser sustituidas por el propio análisis de las personas y los equipos.
- Romper la empresa en pedazos para recuperar la conexión de la persona con un equipo de referencia en el que perciba claramente cuál es su contribución.
- Preguntar a las personas por sus proyectos individuales y dejar que los equipos se organicen su trabajo buscando también el compromiso con objetivos globales. Es evidente que hay que coordinar pasos, pero no debe primar el freno de la coordinación.
- Cambiar la organización global de la empresa, montando equipos estructurales y equipos de proyecto (o de mejora). Es decir todas las personas tienen dos referencias: una permanente y otra vinculada proyectos específicos, que tienen fecha de caducidad.
- Identificar los límites, los cuellos de botella mentales que restringen la eficiencia. Normalmente uno será el concepto de tiempo, tal como comentábamos en el artículo anterior. Otro seguramente es el concepto estrecho de «puesto de trabajo«. Surgirán más, una buena colección que habrá que lidiar.
Desde luego que hay todo un conjunto de acciones a poner en marcha para que las personas seamos el centro de las empresas. Quizá lo que estamos planteando es imposible, quizá las empresas actuales representan una forma de hacer las cosas que necesita una regeneración completa. Desde luego que con los actuales paradigmas la inmensa mayoría de las veces no es posible ver a la persona en un lugar digno. La empresa lo argumentará una y otra vez en sus misiones y visiones, pero el día a día es tozudo.
Por tanto, ¿hacen falta cambios estructurales?, ¿es posible moverse en la dirección que plantea la pregunta con los modelos actuales de empresa?, ¿hay que destruir y crear desde los cimientos otro tipo de edificios?, ¿serán empresas?, ¿serán artesanas y artesanos que se unen en proyectos ilusionantes? Difíciles respuestas. Por eso celebramos este World Cafe.
5 comentarios
¿Puedo hacer una pregunta? (bueno, aparte de esta, que ya está hecha).
Más allá de lo que planteas, me surge una duda: en todos estos planteamientos, en los que entiendo que algunos podemos estar de acuerdo, e incluso algunas de esas ideas empiezan a ver la luz en algunas organizaciones, ¿para qué tipo de empresas los pensamos? Porque creo que siempre estamos teniendo en mente empresas de servicios, con cierto sesgo hacia el mundo del conocimiento, y no sé si nos estamos dejando al margen a otro tipo de empresas. Al menos a mí, me cuesta mucho más imaginar estas propuestas en empresas de producción industrial, en empresas manufactureras, etc.
Quizás hay cuestiones relacionadas con la motivación y la promoción de la persona (puntos 1 y 3) que son extensibles a todas; incluso ciertos esquemas de organización flexible del trabajo también. Pero, ¿es lo mismo un equipo de I+D o un equipo de evaluación que una cadena de montaje de piezas metálicas?
En fin, sólo dudas y una sospecha de que, a pesar de todo, van por aquí los tiros.
No sé que pensarán Alberto e Iñaki pero en la Administración me resulta utópico lo que planteas, Julen aunque ya me gustaría, ya…
Totalmente de acuerdo con manuederra. Que medidas reales se podrían tomar en una fabrica de, por ejemplo, automoción, donde se trabaja a 3 turnos para llegar al ritmo de producción marcado? El único caso de exito que conozco en empresa que no es de servicio es Irizar (perdon por mi ignorancia), pero su producción no es de 24 horas diarias, con lo que es más factible plantear horarios flexibles, ambito de decisión, etc.
Conoceis implantaciónes de este tipo en empresas que trabajan a 3 o más turnos, con tareas repetitivas y de poco «valor añadido»?
Me ha gustado mucho tu planteamiento, Julen. Ya se que no es fácil, pero si lo fuera no hablaríamos de ello ¡lo hubieramos hecho! Creo que nuestra sociedad, nuestras organizaciones van constatando que necesitan nuevas respuestas para abordar nuevos desafíos. Lo que tu planteas hoy concita debate e incluso reune a cientos de personas para hablar de ello. Hace unos años la respuesta hubiera sido otra.
Sabemos que tenemos que abandonar lo viejo pero no tenemos claro qué es lo nuevo. Probablemente lo tenemos ya entre nosotros, en ejemplos de organizaciones de todo tipo que ha ido encontrando nuevos caminos.
manuederra, si vemos diferencias entre puestos de «pensar» y puestos de «no pensar» vamos apañados. Eso sí, la cruda realidad está ahí frente a nosotros, pero tenemos que eliminar de nuestro discurso la separación entre puestos de trabajo de pensar y de no pensar.
iñaki murua, utopía si lo planteamos desde los esquemas habituales. Quizá haya que destruir para construir de nuevo.
ibai peña, quizá es que nos va como nos va y andamos tan agobiados como lo estamos en empresas industriales porque miramos a nuestras limitaciones y nos recreamos en ellas. Quizá las empresas nos limitan.
enrique sacanell, espero que veamos ejemplos a corto plazo, porque, si no, me bajo de este tren a la voz de ya.