Dios los cría y ellos se juntan. En el tren de Bilbao a Donosti coincido con otro cicloturista. Es otro peregrino que se dirige a Donibane Garazi. Dos bicis en un tren que no está preparado para tal afluencia. Pues eso, que ha sido un placer compartir conversación durante el viaje de Bilbao a Donosti. Al final ni le he preguntado cómo se llamaba. Pero ya le he puesto en antecedentes y le he dejado escrito en el reverso del billete un nombre: artesaniaenred.com. Fácil y cómodo.
Ni me he enterado del viaje a pesar del txukutxu del tren. Es lento con avaricia. Mi compagnero —perdonad la licencia «gn» pero no encuentro otra manera— de fatigas se estrena en cicloviajes, pero me da que habrá otras experiencias en el futuro. Tiempo al tiempo.
Comida en Irún, donde Francia está ya presente: confit de pato de segundo plato en el menú. Hace calor y el viaje desde Donosti no ha sido tanto paseo como yo pretendía. Al final algo más de 30 kilómetros y hemos llegado a los 34 grados. No está mal.
De Irún a Hendaia por el puente de Santiago. Es una bonita manera de entrar en Francia. 3 horas de espera en la estación de Hendaia, como suele ser mi costumbre. Cizou acapara todas las portadas de los periódicos. Héroe nacional a pesar de cabecear donde no debía. Curioso este héroe de origen magrebí; quizá deban explotar esta condición en aras a la paz de civilizaciones, ¿no?
La fête nationale lo será en Francia, pero aquí no veo ni banderas al viento ni viejos héroes de guerra con sus medallas. No, aquí al lado del Bidasoa no.
Distancia de la etapa: 32,1 Km