Sólo digo que me extraña.
Entre las actividades de Enpresa Digitala encuentro un «Curso sobre la aplicación y uso de la firma digital«. Para el estándar de este tipo de actividades en Enpresa Digital, 12 horas son realmente un curso amplio.
Ya en su día sufrí a la Administración (gracias, Alberto, por darme luz en torno a la mayúscula inicial) y sucumbí en el intento de ser un ser digital para el Estado, a través de un farragoso procedimiento que incluía a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, gracioso organismo donde los haya, tilín, tilín.
Pues bien, parece que firmar digitalmente y sus implicaciones no es tan fácil. Buff, ¿será burocracia armada? No, son sólo seres que buscan cumplir con su deber, funcionarios que quieren tener un empleo; eso y nada más que eso. Fermín Muguruza ya dijo algo parecido en una colaboración con Albert Pla, encantadoramente incorrecto.
Por si acaso, firmo.