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13 Aveiro – Pedrógão #KostaMTB – Consultoría artesana en red

13 Aveiro – Pedrógão #KostaMTB

by Julen

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Aveiro, la Venecia de Portugal. Toda una declaración de intenciones, ¿verdad? Si en las primeras jornadas de esta ruta pedaleábamos primero por las Rías Altas y luego por las Rías Bajas, ahora, aquí en Aveiro también tenemos ría. Se las echaba de menos. Y vaya pedazo de ría. Nos acompañó ayer durante 40 kilómetros y hoy hemos cruzado el río Boco en el kilómetro siete, el segundo río que también la alimenta.

Echamos mano de la Wikipedia:

La ría de Aveiro es considerada una de las más hermosas e importantes de Portugal. Se extiende, en su interior, en un sentido paralelo al mar, cercana a la costa del océano Atlántico, en una longitud de 47 km. Tiene una anchura de 11 km, de este a oeste y llega desde Ovar hasta Mira en sentido Norte-Sur. La ría es el resultado de la retirada del océano Atlántico, lo cual ha generado franjas costeras que, desde el siglo xvi, formaron una laguna que es uno de los accidentes fluviales más importantes y bellos en toda la costa Atlántica.

Estamos en una ciudad de 80.000 habitantes, que ha ganado población en los últimos años de forma constante. Desde luego que sus casas tradicionales en el barrio de Beira Mar tienen su encanto, pero ya se sabe que el turismo da lo que da, lleno de claroscuros. Así que el argumento para el desarrollo de la ciudad está en otro lado: la universidad, con sus actividades de docencia e investigación. Mira tú por dónde. La tradición del mar está, no obstante, muy presente por todas partes: el olor a sal lo envuelve todo. Aveiro son sus canales y, cómo no, sus barcos moliceiros.

Vamos con un poco de hagiografía, que sé que os gusta. En el convento de Jesús aquí en Aveiro conservan las cenizas de Juana de Portugal y Coímbra, la «Princesa Santa», que fue infanta de Portugal. Están allí, según parece, desde principios del siglo XVIII. Deben de tenerle mucha devoción a esta mujer, porque le dedican una fiesta religiosa todos los 12 de mayo, efeméride de su muerte. Dando muestra de la típica saudade portuguesa, se incluyen una peregrinación y una procesión. Por último, otro detalle: Aveiro es la «ciudad-museo del Modernismo en Portugal». De hecho, hay una ruta dedicada a esta corriente de renovación artística que muestra algunas de las joyas de la ciudad.

Venga, vamos con las cosas del cicloturismo. Hoy he afrontado la etapa más larga de la ruta. Diríamos que es de esas etapas «de conexión» que ya sabes que tampoco va a ser precisamente inolvidable. De todo tiene que haber. Pero conste que, al final, ha tenido sus momentos de interés.

En su gran parte la etapa no se pega a la costa porque no he visto esa posibilidad. Ni idea de por dónde viene la Eurovelo 1 o el Camino Portugués. No news. Eso no quiere decir, por supuesto, que no hayamos tenido contacto visual con el mar. De hecho, hoy han caído las playas de Mira, Quiaios y Leidosa, además de las que ofrece Figueira de Foz y la del fin de etapa, aquí en Pedrogão.

La salida de Aveiro nos conduce, como decía, a la otra ría de este estuario, la del Río Boco. El sol acaba de asomar.

Me interno, como ayer, entre los enormes pinares para pedalear alegre hasta ver si encuentro un bar en el que desayunar algo. Por fin encuentro a Míster Simpatía al frente de la tasca en la que paro: O Nosso Café. ¿Sonreír al cliente? Para qué, pudiendo ponerle cara de qué hostias quieres. Que le vaya bien el día. Bueno, la sangre no llega al río: el café ni tan mal y un par de magdalenas porque no había otra cosa. Seguimos ruta.

Llego a la playa de Mira. Miro y veo lo de siempre. Arena blanca, casetas, mar más o menos tranquilo.

La siguiente parte de la etapa se las trae. Me espera una recta de 14 kilómetros. A ratos con lo que en su día fue asfalto y hoy es un puro destrozo, a ratos piedras y más piedras, a ratos un pedazo más arreglado en mitad de ningún sitio. Adelanto a otros dos cicloturistas de ruedas finas. Lo están pasando bien. Pobres. No obstante, para mí este tipo de rutas tienen su encanto. ¿Cómo afrontas una recta de paisaje uniforme por la que vas a estas rodando aproximadamente 45 minutos? ¿Qué haces con la cabeza?, ¿en qué vas a pensar?, ¿cómo huyes de la monotonía?

El festival rectilíneo termina en Quiaios. Allí, junto a la plaza del mercado, nos avituallamos. La juventud se toma sus reconstituyentes. A ver quién cambia costumbres cuando has pasado de los 80 años de edad. Y yo con mi Ice Tea Pêssego. Nos extinguimos.

Por fin llega la tachuela del día: la subida al faro de Cabo Mondego con sus ¡98 metros de altitud! Eso sí, las vistas hacia el norte son estupendas, mientras al otro lado espera Figueira da Foz. Este tramo sirve, por supuesto, para romper con la monotonía del trazado anterior. La carretera serpentea y se retuerce con algún paso estrecho que han tenido que reacondicionar debido a los desprendimientos.

Tras la cima, espera Figueira al otro lado, muy animada. Recorro sus varios kilómetros de litoral. Por playa será. Decido continuar en busca de algún lugar más tranquilo. Eso será en Leidosa. Entre medias hay que cruzar el enorme puente (menos mal que por la acera es pedaleable) y cascarse algunos kilómetros por una nacional un poco agobiante por el tráfico de camiones.

Como decía, en Leidosa de nuevo encontramos el mar y otra tasca en la que cargar líquidos. Solo quedan apenas 20 kilómetros, pero que son casi todos ellos por pistas arenosas. Una delicia para rodar. El trazado es pura geometría. Si veis el track lo entenderéis. Ademas, en constante sube-baja. Ha sido un fin de fiesta curioso, desde luego.

Por fin llegamos a Pedrogão, un lugar pegado a su playa. Aquí hacemos noche. Lo voy recorriendo poco a poco, echando un vistazo a la fauna que se mueve a un lado y a otro de la calle. A la derecha queda la dinámica de playa, con sus chiringuitos bien anclados en los arenales, mientras que a la izquierda algunas tiendas, bares y restaurantes le dan cobertura. Mi alojamiento queda al final del paseo, un tanto apartado de este trajín. Casi mejor, ¿no? Bueno, ya os contaré mañana qué tal la tarde por estos lares.

Kilómetros totales hasta esta etapa: 1.216,15.

Metros de desnivel acumulado hasta esta etapa: 15.237.

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📷 Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

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