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Balance en diez puntos de la ruta #DueroMTB – Consultoría artesana en red

Balance en diez puntos de la ruta #DueroMTB

by Julen

Como es costumbre, una vez terminada una ruta de larga de distancia en bici de montaña, escribimos este post de balance de la experiencia. Pedalear con la referencia de un río como el Duero es una opción desde luego interesante. Es evidente que no habrá demasiados problemas de orientación y que no será muy exigente en cuanto a desniveles. Además, el Camino Natural de la Senda del Duero se encuentra balizado al completo, hasta la frontera con Portugal. Más de 700 kilómetros, no está nada mal a pesar de que personalmente no haya sido capaz de encontrar los tracks para la alternativa en bici de montaña. ¿Existirán?

El asunto se complica un poco más si quieres hacer la ruta circular. Volver al lugar de origen supone localizar otro itinerario para el regreso. En mi caso he utilizado como base propuestas de Google Maps para bici luego retocadas en función de mis intereses. Estoy bastante satisfecho del resultado aunque siempre da miedo llevar tracks que están dibujados desde la teoría por aquello de encontrar cancelas cerradas al pasar por propiedades privadas.

Balance

  1. Reconocer el esfuerzo de diseño y balizamiento de la ruta. Como Camino Natural son un lujo los 755 kilómetros disponibles. Estén mejor o peor diseñados, hay que reconocer el trabajo. Los bosques ribereños esconden muchos tramos con auténtico encanto entre toboganes, pasarelas de madera y en un ambiente fresco y sombreado que en verano viene de perlas. Eso sí, no sé cómo será de transitable la ruta en época de lluvias.
  2. El inusual frío a primera hora de la mañana en las últimas etapas. Esos tres y cuatro grados no los teníamos previstos, pero los preferimos al calor abrasador que hemos sufrido algún otro año por Castilla. También han sido un regalo las dos etapas con lluvia por la mañana, las que salían de Moralina y Fermoselle. Menos mal que llevábamos chubasquero, cortavientos y manguitos 🙂
  3. Como decía antes, un recuerdo precioso de la ruta son los tramos de sendero pegados al río. A la salida de Aranda de Duero o en la entrada y salida de Peñafiel, por ejemplo, el pedaleo resulta agradecido. Entre sombras, con humedad, ¡incluso con algo de barro! Lo dicho, una delicia.
  4. La ruta nos enfrenta a muchos ejemplos de pueblos de lo que últimamente se ha venido en llamar la España Vaciada. Son pueblos fantasma, casi en ruinas, melancólicos, en los que el tiempo que pasa juega en contra. Las estadísticas demográficas son bestiales. En los años de la emigración a las ciudades comenzó un declive que en los últimos tiempos no deja sino un goteo de pérdida de habitantes en la que solo parecen resistir los más mayores. Encoge el corazón.
  5. Los maizales y el cereal ya cortado son una constante en la ruta. El maíz en esta época está cerca de su punto álgido. Va a ser inevitable recibir algún que otro remojón por parte de los sistemas automáticos de riego que encontraremos por el camino. Por su parte, el cereal cortado proporciona esa característica imagen de Castilla en verano, teñida de amarillo.
  6. Los colores del amanecer en la meseta son algo que no tiene precio. Claro que para ello hay que madrugar. Mi costumbre de salir con el sol y ver cómo aparece el sol por el horizonte no la cambio por nada. La ruta, en este sentido, se ha dividido en dos partes muy diferentes: la ida hacia el oeste te incorpora la luz desde detrás mientras que, al contrario, la vuelta te coloca el sol delante. Mis rutas preferidas siempre son de este a oeste. Lo entendéis, ¿verdad?
  7. El paso por Zamora con el Duero retenido en una de las múltiples aceñas o azudes que se van sucediendo a lo largo de su transitar, proporcionó otro momento mágico. Entré por un carril bici que se pegaba al río y, como decía en el punto anterior, con la luz detrás. La ruta invitaba a suavizar el pedaleo y dejarse llevar por la tranquilidad de esa primera hora de la mañana allá en Zamora capital, junto al Duero.
  8. Los senderos y caminos de los Arribes, con el Duero allá abajo encajonado entre paredones. Tras la suavidad del tránsito por Burgos o Valladolid, la entrada en Zamora y luego el paso por Salamanca cambian por completo la fisonomía del paisaje. Entramos en una zona más abrupta, quizá más entretenida para la vista y que obliga a otra forma de pedalear.
  9. Las antiguas calzadas romanas y los puentes de factura medieval (o romana) proporcionan a la ruta otro atractivo. Son momentos para dejar volar la imaginación y ver medios de transporte tirados por animales o personas caminando. El puente mocho en las afueras de Ledesma o los varios que cruzamos camino de Moralina bien merecen el esfuerzo de pedalearlos.
  10. La rodilla izquierda también forma parte, cómo no, de los recuerdos que me llevo. Tras el edema que se quedó a vivir con ella durante tres meses, no tenía claro hasta qué punto iba a responder. De hecho la elección de esta ruta, sin grandes desniveles, tuvo mucho que ver con esa rodilla. Al final, ha aguantado bien. Gracias, te debo una 😉

Datos resumen de la ruta

  • Días de pedaleo: 13
  • Kilómetros recorridos: 1.126,15 kilómetros (promedio diario: 86,62 kilómetros)
  • Desnivel acumulado: 9.133 metros (promedio diario: 702 metros)
  • Tiempo de pedaleo total: 60 horas y 30 minutos (promedio diario: 4 horas y 39 minutos)
  • Velocidad promedio: 18,58 kms/hora
  • Frecuencia cardíaca media: 107

Tracks de la ruta y datos completos en Strava

  1. Garray – Berlanga de Duero
  2. Berlanga de Duero -Santa Cruz de La Salceda
  3. Santa Cruz de la Salceda – Peñafiel
  4. Peñafiel – Simancas
  5. Simancas – Coreses
  6. Coreses -Moralina
  7. Moralina – Fermoselle
  8. Fermoselle – Vilvestre
  9. Vilvestre – Ledesma
  10. Ledesma – Tordesillas
  11. Tordesillas – Campaspero
  12. Campaspero – Ayllón
  13. Ayllón – Garray

Os dejo aquí un enlace al álbum de fotos de la ruta. Habrá que empezar a pensar en la siguiente ruta, ¿no?

Duero

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2 comentarios

Juan M. 15/08/2019 - 13:40

He leído todos los pots de tus rutas por el valle del Duero. Me alegro de que fuera un buen viaje y que la rodilla respondiera. Creo que esta vez te habrá favorecido llevar un modo RSS más notorio. Aunque las cifras finales no son menores (más de mil km y más de nueve mil metros de desnivel) sí habrá sido más llevadero que en otras ocasiones y has podido retomar tus habituales costumbres frugales como la tostada con aceite y sal o el pincho o medio de tortilla, entre paisanos que tomaban cosas más fuertes 🙂
Gracias por compartir tus experiencias y tus impresiones, también tus hermosas fotos.
¿Hay alguna manera de saber el nombre del lugar fotografiado?
Hasta pronto

Responder
Julen 15/08/2019 - 20:41

Gracias, Juan. Me pongo poco a poco estos días a colocando pies de foto con la referencia de los lugares en que están tomadas 😉
Actualizo: ya están puestos todos los pies de foto.

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