Preparando mi ruta en bici por Noruega para este verano, topé con el Camino de San Olav. Una de las rutas de peregrinación que tiene ya su nombre puesto en el mapa es esta que se dirige hasta la catedral de Nidaros en Trondheim. Como todas las rutas de peregrinación, cada cual puede comenzarla donde le plazca, pero el inicio «oficial» del camino suele situarse en Oslo. Desde ahí hasta el lugar donde se venera al santo se recorre una distancia de aproximadamente 640 kilómetros. No obstante, hay rutas que parten de Dinamarca, Suecia y Finlandia.
El tal Olaf II Haraldsson fue canonizado en Nidaros. La burocracia fue rápida: solo un año después de su muerte en la batalla de Stiklestad, un 29 de julio de 1030, ya nos lo habían canonizado. Sus restos fueron consagrados en la Catedral de Nidaros, construida sobre su lugar de enterramiento. El hombre contaba con los méritos de alentar la adopción generalizada del cristianismo por parte de los vikingos y demás seres humanos que vivían en los países nórdicos. Luego, el Papa Alejandro III lo hizo oficial del todo: otro santo a la saca de la iglesia católica. Ahí sí que anduvieron más tranquilos, porque fue en 1164. Pero que son 134 años para un santo. Nada, menudencias. Pues bien, Olaf II Haraldsson, ya convertido en Olaf (u Olav) el Santo, se convirtió en todo un símbolo nacional en Noruega.
Así pues, el Camino de San Olav forma parte de las rutas culturales europeas. Hasta aquí todo normal, ¿no?
Son embargo, en el planeta existe otro Camino de San Olav. Ni parte de ningún país nórdico, ni se dirige a la catedral de Nidaros. Va de la Catedral de Burgos hasta la Capilla de San Olav, en Covarrubias. Atraviesa la comarca de Tierra de Lara; no el lago Mjøsa, las montañas Dovrefjell o los valles de Gudbrandsdal, Oppdal y Gauldalen. Este camino burgalés de San Olav recorre unos 60 kilómetros y está pertinentemente balizado. Se inauguró un 28 de abril de 2012.
¿Por qué este camino?, ¿por qué en Burgos? Tiene que ver con el hecho de que se enterró a la princesa Kristina de Noruega, Infanta de Castilla, en la Colegiata de San Cosme y San Damián, en Covarrubias.
La princesa Kristina, hija de Haakon Haakonsson “el viejo”, es un personaje relevante en la historia medieval noruega y española. Su viaje a España en el siglo XIII para contraer matrimonio con el infante de Castilla, Felipe, hermano del Rey Alfonso X el Sabio, representa un capitulo común en la historia de ambos países. En la Saga de Haakon Haakonsson, redactada por el islandés Stula Tordsson tan solo dos años después de la muerte del rey, hay varios capítulos dedicados a este acontecimiento.
Esta saga se considera de alta credibilidad, ya que el escritor tenía acceso directo a fuentes contemporáneas. En las Crónicas de Alfonso X también hay constancia del pacto matrimonial que daría lugar a una relación directa entre Noruega y España. La boda tuvo lugar en Valladolid, en el año 1258, Haakon Haakonson, un pionero en la política exterior noruega, cuidaba sus relaciones en Europa y su influencia era reconocida entre los monarcas de su tiempo.
El personaje de Kristina de Noruega ha dado pie a una amplia producción literaria. Si quieres un artículo académico sesudo al respecto, puedes leer La princesa Kristina de Noruega en la novela histórica postmoderna: proyecciones ficcionales e interpretaciones actuales de la cultura alfonsí, de Mechthild Albert. En mi caso, he leído recientemente la novela que Espido Freire le dedicó, La flor del Norte. Vamos, que te puedes entretener con el personaje.
Os cuento todo esto porque no quería dejar de hacer el camino en bici. En principio la concepción original está pensada mucho más para hacerlo a pie. La ruta es relativamente sencilla, con un tramo final muy bonito por la Sierra de las Mamblas, a la salida de Mambrillas de Lara. El camino sube por un bosque de robles quejigos de gran porte. Es un bosque «humanizado» a través de una instalación fotográfica, obra de Enrique del Rivero (naturalista, fotógrafo y periodista burgalés). Con ella pretendió homenajear, en octubre de 2012, a un gran número de ancianos originarios de la zona. Es un curioso encuentro, muy cerca ya del final de la ruta, en la curiosa capilla de San Olav.
Este otro Camino de San Olav ha sido iniciativa de la Asociación para el Desarrollo de la Tierra de Lara:
La Asociación para el Desarrollo de la Tierra de Lara, basándose en la iconografía visigoda de Quintanilla de las Viñas usada en la Capilla, y con la intención de promover y difundir la cultura e historia de nuestra tierra y Noruega y, con ello, dinamizar una de las zonas más deshabitadas de la provincia, ha ideado éste proyecto de Camino de San Olav español como ruta cultural, deportiva y religiosa, proponiendo un recorrido que parta desde el Camino de Santiago, en la Catedral de Burgos, que sale de Burgos por una Vía Verde, que enlaza con una antigua vía romana que atravesaba la Tierra de Lara hasta llegar a la localidad de Covarrubias, indicando en su recorrido la existencia de lugares a visitar, fuentes, alojamientos, sellado de salvoconductos, etc.
La capilla de San Olav fue el deseo que Kristina de Noruega expresó a su marido, Felipe, quien, como ya os he comentado, era infante de Castilla. En El viaje de la princesa Kristina a Valladolid (1257-1258), según la saga islandesa del rey Håkon, escrito por Sturla Tordarson, se dice:
El miércoles de ceniza se prometieron don Felipe y la princesa. El primer deseo que ella expresó a don Felipe fue que mandara construir una iglesia en honor al santo rey Olav, a lo cual consintió el infante con la mejor voluntad.
Como quiera que el infante faltó a su promesa, se pusieron manos a la obra desde la Fundación Princesa Kristina de Noruega. Convocaron un concurso en el que Pablo López Aguado y Jorge González Gallego, de la Escuela de Arquitectura de Valladolid, recibieron la mejor puntuación. En septiembre de 2011 se inauguró, con uno cultural y religioso.
Hasta aquí esta curiosa historia del otro Camino de San Olav, ese que hemos recorrido en bici como preludio al que pedalearemos, en algunos de sus tramos por tierras noruegas. Os dejo un pequeño álbum de fotos y el enlace a la ruta en Strava. Aclarar que corresponde a una ruta de ida por el Camino y de vuelta hasta Burgos «a mi aire».