Las herramientas de mi embudo para curar contenido

by Julen

Soy consciente de que, cuando explico la forma en que me organizo para captar contenido que puede serme útil, sea en mi vida profesional o en torno a mis hobbies, hay quien «no lo ve». Lógico, cada cual tenemos hábitos diferentes. A mí siempre me ha parecido fundamental disponer de un sistema para capturar contenidos y luego para filtrarlos. ¿De qué forma lo llevo a cabo? En mi caso son tres pasos que representan, por decirlo de alguna manera, un grado progresivamente mayor de interés.

1. Búsquedas que se canalizan vía Feedly

Todo comienza con los buscadores. Sin ellos no sé muy bien cómo me tendría que organizar. Eso sí, Google como herramienta inicial devuelve demasiados resultados cuando buscas algo de interés. Además, la pelea por contenido patrocinado muchas veces estropea la experiencia. Cuando digo «patrocinado» incluyo al SEO desaforado que busca como sea aparecer ahí arriba en la primera página de resultados. Si Google solo devolviera contenidos a partir de una búsqueda orgánica… pero eso ya no existe. Ni creo que volverá a existir. Si es que algún día fue así, claro.

Así pues, no queda otra que decirle al buscador cómo quiero que busque y automatizarlo. Y ahí entran dos conceptos diferentes:

  1. Una búsqueda por conceptos. Me da igual dónde lo encuentre; lo que quiero es que me tenga al tanto sobre lo que se publica en torno a determinado marco conceptual. Por supuesto, cuando más fina la búsqueda, mejor. Esto permite descubrir a personas y entidades que publican contenidos que tienen que ver con nuestros intereses. Un matiz en esta búsqueda es, en mi caso concreto, combinar búsquedas de un buscador genérico con otras de un buscador académico. Así que no me lío mucho y, en este último caso, tengo algunas alertas de Google Scholar.
  2. Una búsqueda en determinados sitios que me interesan. Es decir, no busco solo el «qué», sino que centro la mirada en personas y entidades que me parece que publican contenidos de calidad. Muchas veces añado este tipo de estas referencias a partir de lo que descubro con la búsqueda anterior.

¿Con qué herramientas llevo a cabo lo anterior? Mediante alertas de Google (sean de su buscador genérico o de Scholar) que llevo a Feedly. Es decir, Feedly es mi puerta de entrada al conocimiento en torno a lo que me interesa. Insisto, ahí busco no solo sobre transformación digital, ética aplicada a la inteligencia artificial, estrategia, efectividad o consultoría; esa también es la herramienta para buscar contenidos sobre rutas en bici, novela negra o lo que me interese en un momento dado.

Aunque Feedly es mi puerta de entrada al conocimiento, no tengo, evidentemente la capacidad para asimilar todo lo que entra por esta inmensa puerta. Así pues, cuando repaso mi Feedly, puede ser que encuentre cierto contenido que llama mi atención. Es importante, por cierto, incorporar el hábito de repasar Feedly, al menos cada dos días en mi caso. ¿En qué momento lo hago? Mis rutinas me levantan de la cama temprano por la mañana. Normalmente ese es el momento. También debo decir que, si mi carga de trabajo es considerable, no tengo problema alguno en pasar de Feedly. No quiero agobiarme si no leo el periódico. Si tengo tiempo, perfecto; si no, también.

2. De Feedly a Diigo

¿Qué ocurre con esos contenidos que vía Feedly me han interesado en especial? Los etiqueto en Diigo. Esta herramienta se transforma en mi gran almacén de contenido curado. Ahí etiqueto lo que he encontrado de interés. Hay contenido que dejo abierto, en público, y otro que marco como privado. ¿Por qué? Si, por ejemplo, estoy embarcado en un proyecto de consultoría potente con un cliente, me gusta activar alertas en torno a él. Y, a veces, si el contenido es relevante de verdad, lo etiqueto en Diigo. Pero, claro, eso tiene que ver con un proyecto muy particular, que solo me compete a mí. De ahí que no sean etiquetaciones públicas.

Con la extensión de Diigo instalada en Firefox o en Chrome las búsquedas que realizo en Google me devuelven dos tipos de resultados: los que provienen del mundo mundial (lo que indexa Google) y los que provienen solo de mis contenidos etiquetados en Diigo. Es decir, Diigo me permite disponer de un buscador que bucea exclusivamente en lo que yo he curado previamente.

3. Y, si interesa de verdad, al blog

Sin embargo, mi sistema no se queda ahí. Puede haber contenido que, tras pasar por Feedly y luego por Diigo, me parezca, de verdad de la buena, interesante. Es contenido top alrededor del cual me interesa cierta reflexión. ¿Qué hago entonces? Me escribo para mí mismo un post en el blog. Sí, es un artículo escrito en un medio que es público, pero que, sobre todo, me lo estoy escribiendo para «fijar» mejor la reflexión a la que me lleva ese contenido. Así, este tercer peldaño culmina, de alguna forma, mi interés.

Pues este es «mi sistema». Como en más de una ocasión me suelen preguntar por cómo me organizo con la información, de ahí este artículo. No es la primera vez que escribo de ello, pero, en fin, ya que preguntáis, respondo. ¿Cuál es tu sistema?

Artículos relacionados

5 comentarios

Desde dónde (no) trabajar – Consultoría artesana en red 15/06/2022 - 06:08

[…] con mis rutinas de madrugar para aprovechar las primeras horas del día. Sin embargo, el ritmo de lectura o de consulta de mis feeds a través de Feedly decrece mucho. De hecho, en estos días que llevamos aquí apenas si he twitteado nada a partir de […]

Responder
Taller presencial: organiza la información digital que te aporte valor – Consultoría artesana en red 13/09/2022 - 06:20

[…] y filtrado de información. Diego Apellaniz, el coordinador de BIC Araba, leyó en su día Las herramientas de mi embudo para curar contenido, un artículo que publiqué aquí en este mismo espacio, y me dijo si lo podía convertir en un […]

Responder
Mercè 13/09/2022 - 15:01

Pues el mio es bastante parecido al tuyo y llegué a él con el tiempo, probando herramientas y quedándome con aquellas que me son más útiles. En mi caso, en lugar de Feedly uso Inoreader, y tengo una rutina diaria de seguimiento de lo que llega por ahí. Mi gestor de favoritos es Raindrop y mi almacén para notas está a medio camino entre Notion i las notas del Mac. Después de muchos años abandoné Evernote.

Responder
Julen 17/09/2022 - 19:52

Las herramientas, Mercè, aunque son relevantes, son secundarias. La actitud es lo que importa… y parece que la tienes jejeje.

Responder
Escribiendo para quince colegas - Pedradas 16/04/2023 - 10:27

[…] a medios, etc. Por cierto, si tenéis interés está bien lo que escribe Julen Iturbe-Ormaetxea sobre cómo se organiza. Pero él es un profesional de […]

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.