23 citas para pensar: El libro de la inteligencia colectiva, de Amalio Rey

by Julen

Inauguro aquí una serie de posts que dedicaré a comentar El libro de la inteligencia colectiva, que acaba de publicar Amalio Rey en la editorial Almuzara. Creo que da suficiente juego como para detenerse en diferentes aspectos y de ahí que, poco a poco, lo vayamos destripando. Comienzo, como otras veces, por una selección —muy personal— de citas. Al releerlas se me hace evidente que necesitan contexto, por lo que supongo que no queda otra que leerse el libro para sacarles el partido que merecen, pero me parece que cada una de ellas puede estimular un cierto baile de neuronas.

Algo muy de agradecer son las numerosas aportaciones de autoras y autores que para Amalio han sido relevantes en su investigación. En esta relación de 23 citas verás ya algunos nombres ilustres.

Así pues, os dejo con mi particular selección. Espero que sean suficientes para animarte a leer el libro. No te defraudará.

Algo que a veces menospreciamos de los procesos de crowfunding:

El hecho diferencial emergente del crowdfunding no estriba en la cantidad obtenida, sino en su capacidad de generar comunidad.

Un matiz a partir del cual se explica por qué un libro como este tiene sentido:

En la inteligencia colectiva, en cambio, el espacio de agregación y decisión es el grupo porque el problema que se pretende resolver afecta a todos los individuos como grupo, es de naturaleza colectiva, y es en el grupo donde se construye la solución.

Amalio hurga en la definición de «inteligencia colectiva» (IC). Entre otras cosas, huye de fijar la mirada exclusivamente en los resultados.

Buena parte de las voces más reconocidas dentro de esta disciplina aceptan como manifestaciones de inteligencia colectiva tanto el resultado de la colaboración activa como el de las agregaciones no conscientes.

Hay un determinado tipo de IC en el que los efectos emergentes, presentes siempre, son, si cabe, más relevantes:

Lo relevante aquí es que esos «efectos emergentes» se dan en todos los tipos de inteligencia colectiva, pero en la espontánea se trata de la propiedad identitaria, del mecanismo crítico que explica la especial complejidad del proceso que rige su funcionamiento.

Puede que lo natural, como sociedad «avanzada», radique en que afloran fenómenos emergentes que no son tan fáciles de explicar, pero que, de alguna forma, manifiestan la salud de las interacciones:

Cuanto más enredada esté la sociedad y más fuentes de generación de opinión e influencia haya, más probabilidades habrá de que afloren fenómenos emergentes como estos, de forma natural y relativamente fuera de control.

Algo obvio, pero que no conviene olvidar:

Juntar a varias personas inteligentes no garantiza que el grupo lo sea. Es lo que Charles Handy llama «síndrome de Apolo», la creencia infundada de que un grupo formado por las personas más brillantes superará siempre a cualquier otro.

Una definición que nos sirve, también, para hablar de efectividad en un grupo de personas:

Ser efectivo significa, como sugiere de manera magistral Peter Drucker, «hacer bien las cosas correctas», así que podemos afirmar que un grupo es más o menos inteligente según el grado en que hace bien las cosas correctas.

Otra vez la idea de lo relevante que llega a ser el proceso:

Cuando se dice que un colectivo es inteligente, tendemos a pensar que son los resultados los que justifican tal afirmación. Y yo no pretendo devaluar la importancia de conseguir logros, pero ¿y si seguir un buen proceso hoy (incluso con efectos mediocres hoy) es lo que explica que se obtengan resultados brillantes en el futuro?

Una observación que me parece muy inteligente. Precaución:

Alfonso Vázquez […] dice que juzgar la inteligencia o la estupidez de una decisión colectiva implica a
menudo la presencia de un observador externo, cuya inteligencia o estupidez también debería estar sometida a
juicio.

Ojo, que a lo mejor no somos tan listos 😉

Los expertos en ciencia cognitiva Steven Sloman y Philip Fernbach explican, en The knowledge illusion, que la comunidad, la sociedad, proporciona al individuo una especie de mente ampliada gracias a la que podemos permitirnos no saber de todo. Pero que, al mismo tiempo, produce lo que ellos llaman «la ilusión del conocimiento», o sea, creernos que somos individualmente más sabios de lo que somos.

Sobre el riesgo de los atajos tecnológicos:

Sostengo, por lo tanto, que en la sociedad actual el abuso de atajos tecnológicos produce una paradoja socialmente perversa para el ejercicio de la inteligencia colectiva por la combinación de estos dos efectos: 1. Cuanto más de lejos, menos de cerca. Cuanta más cantidad, menos calidad. […] 2. Cuantos más automatismos, menos intencionalidad.

En un mundo en el que las máquinas cada vez disponen de mayor capacidad:

Aun suponiendo que las máquinas pudieran encargarse por sí mismas de tomar las mejores decisiones, ¿merecería la pena dejar de vivir la parte más social de los procesos de decisión colectiva?

Amalio juega mucho con el binomio efectividad/afectividad:

No hay inteligencia colectiva genuina sin afectos y, por lo tanto, no se trata de discutir si es posible o no hacer ese escalado. Simplemente, hay que hacerlo.

No parece posible sacar de donde no hay. Tenemos que manejar una materia prima de suficiente calidad para ser inteligentes en lo colectivo:

Thomas Carlyle describe esta situación con una frase rotunda: «No creo en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual», es decir, si la información de la que disponen los individuos es fallida o incorrecta, el agregado colectivo también lo será, por mucho que el diseño de interacciones sea el mejor posible.

¿Qué es lo mejor? Podemos escuchar a un supuesto grupo de voces expertas o fijarnos en el punto de vista «popular»:

Lo que quiero decir es que la percepción popular define lo que es «mejor» según unos criterios que nunca conviene subestimar, por mucho que contradigan las preferencias del experto.

Un posible sesgo de quienes se consideran personas expertas:

Uno de los autores, Karim Lakhani, explica que si bien «a todo el mundo no le gusta la novedad», lo cierto es que «los expertos tienden a ser demasiado críticos con las propuestas novedosas en su propio dominio», esto es, que el conocimiento no solo los convierte en pensadores críticos, sino que, tal vez, los vuelve «excesivamente críticos».

Siempre es un buen recurso, ante lo desconocido: dejemos que la gente se autoorganice.

Cuando no se sabe bien qué información ni qué personas se necesitan para resolver un problema, es mejor dejar que los participantes se autoseleccionen e identifiquen por sí mismos las vías de solución.

Una diferencia que me ha parecido muy interesante es la que distingue lo «complicado» de lo «complejo»:

Cynefin establece una diferencia de base entre los problemas «complicados» y los «complejos». Los primeros, aunque requieren un análisis más profundo que los problemas simples, son ordenados, predecibles, con relaciones causales comprensibles e «incógnitas conocidas». Los expertos pueden solucionarlos sin que requiera necesariamente la intervención de procesos colectivos. Sin embargo, los problemas «complejos» piden que se abra la búsqueda de soluciones a grandes colectivos porque hay que realizar múltiples aproximaciones en paralelo, habitualmente con la participación de un número elevado de personas, para ir revelando patrones que ayuden a dar sentido a lo que ocurre.

Una buena cita de Marina Garcés:

Dice Marina Garcés que «apropiarnos de nuestra interdependencia es el primer paso hacia un nuevo planteamiento de lo que puede ser hoy liberar la vida colectivamente».

El sentido de la realidad, de lo posible, de resolver con los recursos disponibles:

​Aceptar el principio de que el mejor grupo con el que podemos abordar un reto es el disponible en cada momento fortalece la construcción colectiva porque no dispersa la atención hacia la posibilidad de un plan B más exquisito pero excluyente.

Otra vez insiste Amalio en dejar a un lado la obsesión por los resultados y hurgar en otros procesos de alto valor:

Insisto en que la cocina —la agregación— debería estar sujeta a la supervisión colectiva, con unos protocolos que permitan intervenir si alguien pretende vaciar la despensa en su provecho. […] es en la definición de la agenda, en el análisis de los datos y en la agregación de preferencias donde se genera más inteligencia. Por lo tanto, es ahí donde la gobernanza colectiva tiene que hacerse valer más.

Sobre la supuesta estupidez colectiva:

Si un colectivo se comporta de manera estúpida no es porque las masas sean estúpidas per se, sino porque hay un problema subyacente de diseño de las interacciones y su agregación.

Y sí, Amalio defiende la «emergencia con intencionalidad»:

Se puede diseñar para la emergencia. Digamos que es una «emergencia con intencionalidad» porque se crean las condiciones para que, a partir de un marco deseado, ciertos tipos de comportamientos ocurran con más probabilidad que otros.

 

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5 comentarios

Amalio Rey 16/03/2022 - 09:29

Muchas gracias, Julen, por el repaso que has hecho del libro, seleccionando esas 23 citas. Tu curación es muy fina, se nota que te lo has leído con bastante atención. Me viene genial porque estoy ¡¡como loco!! por «conversar el libro», recibir feedback, preguntas, reflexiones, críticas y cualquier opinión de las personas que realmente se lo hayan leído. Sé que el libro hay que presentarlo, para que se venda, pero lo que más me apetece es, como te dije, conversarlo. ¡¡seguimos!!

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Preguntas más frecuentes (FAQ) sobre «El Libro de la Inteligencia Colectiva» - Amalio Rey | Blog de innovación con una mirada humanista 16/03/2022 - 10:31

[…] Blog Consultoría Artesana en Red: “23 citas para pensar: El libro de la inteligencia colectiva“ […]

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Inteligencia colectiva: disfrutar de lo que no entendemos – Consultoría artesana en red 24/03/2022 - 06:04

[…] El libro de la inteligencia colectiva, de Amalio Rey. Ya comenté que escribiría más textos, tras el primer post, con 23 citas. Otra cosa no, pero os aseguro que su lectura mueve neuronas. Pues bien, es evidente que el libro […]

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Un mes después: impasse, siembra y dudas - Amalio Rey | Blog de innovación con una mirada humanista 28/03/2022 - 19:43

[…] des un poco de feedback en privado. También agradecer las reseñas que ya han hecho, hasta ahora, Julen Iturbe y Juan Carlos Cubeiro, […]

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Las multitudes y sus comportamientos estúpidos – Consultoría artesana en red 28/04/2022 - 05:48

[…] Este es de los que ha llevado su tiempo en cocina. Nosotros le hemos dedicado ya un par de posts, uno con una colección de citas seleccionadas del texto, y otro en el que reflexionábamos sobre todo eso que no llegamos a entender y que, al tiempo, […]

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