El mirador

by Julen

Nuestra casa tenía mirador. De niño me contaron que la hizo un primo de mi abuelo que era muy listo. No había estudiado arquitectura, pero daba igual. Él pensó que la casa necesitaba un mirador. Era tan inteligente que supo diseñarla y construirla con la orientación adecuada, resguardada del norte y protegida del sur por una gran encina. Aquello fue en 1927. Porque nuestra casa tenía una humilde placa que se podía leer si te asomabas al balcón del camarote.

El mirador estaba en mi habitación. Aunque, claro, usar el posesivo para describir aquel espacio era muy relativo. Porque, aunque yo dormía allí, aquel era un lugar de uso común. Solo era mío para dormir. Mi cama era plegable. había otro espacio, la sala, que era donde estaba el comedor, pero apenas si la usábamos. Era un lugar diferente, reservado para ciertas ocasiones. Por tanto, mi habitación no suponía ningún privilegio. Simplemente era el lugar de paso hacia el mirador.

Lo recuerdo con dos pequeñas butacas, una frente a otra, a cada lado del mirador. Era un lugar de juego para mi hermana y para mí. Pensar en aquel pequeño espacio es, en gran parte, pensar en los Juegos Reunidos Geyper. Sí, jugábamos con aquellas piezas de plástico vulgar, con aquellos tableros de cartón, cada juego encajado en el molde de la caja que le correspondía. ¿A qué jugábamos? A todo. Había para elegir.

Otras veces, sin embargo, era el lugar de mi madre. Porque el mirador era, entiendo, el lugar destinado a mirar lo que pasaba allá fuera. La escena incluye, sí o sí, costura. El dedal metálico, las agujas de tamaños diferentes, hilos y calcetines que repasar. O, si no, el ganchillo. Según parece, casi todo necesitaba un tapete. Así que el mirador era, más o menos, la fábrica de la que salía aquella ingente producción.

La imagen de los Juegos Reunidos Geyper la ha tomado del sitio web RetroNewGames.

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2 comentarios

Ricardo Irimia 28/11/2021 - 11:32

Julen, precioso texto!
Es curioso que este mismo miércoles recordé yo también los juegos reunidos. Quizás Jung tenía razón y la sincronicidad existe.

Le comentaba a una amiga que quizás la caja de juegos reunidos fue la mejor enciclopedia que tuve nunca. Pues ¿acaso ha existido alguna vez una técnica mejor para ampliar el conocimiento que el juego?¿Y acaso esa caja de juegos no tenía afán enciclopédico?

Un abrazo Julen, sigue siendo un placer leerte.

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Julen 28/11/2021 - 11:37

Aquellos juegos reunidos nos acompañaron muchos, muchos años. Sobre todo en épocas de invierno o, en general, de mal tiempo. Eran la tabla de salvación cuando no podíamos salir a la calle.
Cuídate mucho, Ricardo.

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