9 corto, de C.J. Nieto #NovelaNegra 30

by Julen

Hace un par de fines de semana pasamos por Bruma Negra, los encuentros sobre género negro que por novena vez  han tenido lugar en Plentzia. Allí estuvimos la mañana del sábado, atentos a lo que se comentara en las dos mesas previstas. Por cierto, con el amigo Iñaki al lado. Como quiera que la producción de novela negra goza de buena salud por esta parte del sur de Islandia, la primera contaba con Noelia Lorenzo, Javier Abasolo, Ibon Martín y Javier Díez Carmona, con la estupenda moderación de Noemí Pastor. Todo ello a mayor gloria de la que parece que ya se está denominando como txapel noir.

Sin embargo, no todo fue cosa de escarbar en la geografía cercana. En la segunda de las mesas a las que asistí participó Carmen Nieto, que firma sus obras como C.J.Nieto, una escritora que procede de Gran Canaria. Su novela más reciente, 9 corto, la ha publicado la editorial Cazador en su colección Thompson de novela negra. Está prologada, por cierto, por Alexis Ravelo, de quien reseñamos aquí Si no hubiera un mañana, la que ha sido sexta entrega de su serie protagonizada por Eladio Monroy.

Escuchando a Carmen me enteré de algo que, creo, nos dejó a todos boquiabiertos. Su obra está escrita al completo con frases de nueve palabras repartidas en nueve capítulos, cada uno de ellos de la misma extensión. Fue interesante entender cómo, de alguna manera, esa restricción impregna la obra, pero sin olvidar en ningún caso que estamos ante una trama de esas que definen el género.

Un asesinato por encargo que se complica y que trae al presente una historia oscura de la juventud nos llevará por despachos de abogados, oficinas con vistas, bares oscuros y restaurantes brillantes.

C.J. Nieto es asesora fiscal y gestora tributaria. Y sí, es una historia de abogados, de negocios turbios, de gente que estorba y de cómo hacer para que dejen de hacerlo. Pero de forma un tanto chapucera. El texto avanza, como os digo, a golpes de nueve palabras. Por supuesto que ha habido que estirar las posibilidades de comas, puntos y comas, y requiebros varios para que la trama fluya por ese cauce. Sorprende, desde luego. Reconozco que a veces se me hacía algo difícil captar el contenido porque las nueve palabras se revolvían para ganar mi atención y desviarla de lo que importaba. Pero, ¿importaba tanto el fondo o de repente la forma es tan protagonista que nos atrapa en un bucle del que es muy difícil escapar?

La novela es corta y se lee en un abrir y cerrar de ojos. Es un ejercicio diferente y como tal la curiosidad me pudo. Sí, una novela típica del género negro, pero diferente.

Imagen de Alejandra Perdomo en Pixabay.

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