Crónica sentimental en rojo, de Francisco González Ledesma #NovelaNegra 18

by Julen

Hablar de Francisco González Ledesma es referirse a uno los de los escritores más prolíficos de los tiempos recientes. El hombre falleció en 2015 y ha dejado tras de sí una obra inmensa y variada. Quizá a alguien le suene Silver Kane. Sí, ¿no os suena ver a este autor de novelas del oeste en algún kiosco de prensa –de esos que están en clara extinción– con sus obras expuestas a primera vista? Claro que a lo mejor hay que tener una edad para ello. Silver Kane, o sea, Francisco González Ledesma, llegó a publicar, según nos dice la Wikipedia, ¡más de mil novelas del oeste! ¿Os va quedando claro que estamos ante un autor prolífico?

crónica sentimental en rojoCrónica sentimental en rojo fue Premio Planeta en 1984. O sea, que estamos ante una novela con evidente reconocimiento público. Bueno, matizamos: lo es por un tribunal conformado por cinco hombres y ninguna mujer. Es la tercera que González Ledesma publicó de Méndez, un policía que a día de hoy uno podría situar entre Torrente y cualquier clásico del estilo Lloyd Hopkins. Casposo hasta decir basta, se llega a hacer infumable la manera en que presenta a cualquier mujer que pase por la novela. ¿Piensas mal? Pues lo siguiente. Supongo que nos sirve de ejemplo de lo que se podía publicar y vender en su tiempo. Una visión normalizada de la mujer como objeto en su versión más bestia. Eso sí, nos sirve para que incluso aparezca al final, como ya sospechábamos, en forma de arpía que lo organiza todo. Perdón por el spoiler.

Si Barcelona es una ciudad negra y criminal, seguro que lo es porque Manuel Vázquez Montalbán, Alicia Giménez Bartlett o Toni Hill nos pasean por sus barrios para encontrar potenciales asesinos fundidos con la fauna local. González Ledesma nos puede servir también como referente de un costumbrismo que por momentos se hipertrofia. Pero es evidente que si algo se debe destacar es que hay por detrás un muy buen oficio de escritura ágil. Apenas algunos parones en la trama para tontear con asuntos internos de la prensa quedan algo fuera de lugar. Pero para eso el autor llegó a redactor jefe de La Vanguardia; así que se entiende que eso también lo haga con oficio.

La novela parte de un tópico y juega con él: el reparto de una herencia en cuatro partes que saca lo peor de cada casa. El dinero es el dinero y cuando se trata de mantener un nivel de vida, un estatus y unas apariencias, no hay otra opción: hace falta parné y en grandes cantidades. Así que hay que poner en marcha los engranajes para que todo vuelva a estar donde estaba. Cada uno de esos cuatro personajes que optan a su parte de la herencia se nos van dibujando en una trama que avanza ágil y se hace, desde luego, entretenida. Es de esos libros que, si le pillas el punto y te abstraes del lado casposo, se lee en un santiamén.

No había leído nada hasta ahora de este tótem de la novela negra estatal. Había que pasar por el aro, sí o sí. A Méndez le dedicó once novelas, pero no creo que siga con este tipo de lectura de policías e inspectores que, sobre todo, son machos alfa. Seguro que González Ledesma siguió los cánones y vertió en Méndez lo que podía leer en referentes que venían del otro lado del Atlántico. Los clásicos siempre han sido los clásicos. Claro que ahora, a la luz de lo que el tiempo nos va enseñando, uno cada vez ve en Méndez más a Torrente que a Lloyd Hopkins. Y supongo que no era el caso.

Por cierto, el libro que tenemos en casa tiene su tiempo. Es del Círculo de Lectores y al abrirlo me encontré con que llegó por aquí un 9 de junio de 1997 al módico precio de 1.900 pesetas. Nos lo entregó el agente 19-00-15-8, según indica el albarán. Qué entrañable. Y sí, hay película, de 1986, con José Luis López Vázquez de por medio. ¿Qué esperabas?

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1 comentario

Carvalho, problemas de identidad, de Carlos Zanón #NovelaNegra 45 – Consultoría artesana en red 01/03/2022 - 06:56

[…] negra, que ya han recibido, por cierto, algunas firmas que pasaron por este humilde blogsito: Francisco González Ledesma, Andrea Camilleri, James Ellroy y Claudia […]

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