Dudas

by Julen

Parecería que el mundo se construye sobre la base de grandes certezas. La épica del éxito se rodea de aciertos, de sabiduría, de momentos de lucidez para arengar a la ciudadanía de a pie por el único camino correcto. El reto cayó a los pies de quienes tenían la respuesta. Doblegamos la resistencia, vencimos. La otra parte, aniquilada, debe rendir pleitesía. Es una larga historia de ganadores y perdedores.

Yo siempre he estado transitando en el mar de las dudas. A veces con marejada más fuerte, a veces con vientos más amables. La duda es compañera de viaje desde el principio. Siempre entendí que se trataba de ser humilde, de reconocer los límites y entender que llegamos hasta donde llegamos. Por mucho que pueda parecer lo contrario, dependemos de muchas otras variables que nunca podremos controlar.

En esa marejada de dudas de vez en cuando, por supuesto, acertamos. Y es sobre esa base de aciertos como se construye la épica del progreso. Los errores quedan sepultados bajo toneladas de cemento armado, a salvo de miradas indiscretas. El error y la duda, las equivocaciones, la indecisión. Así son mis sueños. Por mucha fachada que pueda lucir, los sueños, recurrentes, me traslandan a mi incompetencia. Y hace ya tiempo que me llevo bien con ella.

Agazapado en esta esquina, leo los grandes titulares. No hay que mostrar ni un ápice de duda. La mirada al frente, el rostro duro, el semblante recto. Las dudas son para los pusilánimes, esa gente que no tiene el valor de aceptar el desafío y que mira para otro lado. Las dudas se convierten en esa vergüenza que debemos ocultar. Los focos se dirigen a otro lugar. Mientras, en el anonimato, voy construyendo mi coraza. O eso creo.

Imagen de Peter H en Pixabay.

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