Un blog sin cookies, ya ves que somos rarunos

by Julen

En marzo pasado este blog cumplió 15 años. Es mucho tiempo escribiendo y desde que nació hasta ahora muchas cosas han cambiado en el panorama de la comunicación en Internet. Leía hace poco a Vilma Nuñez el típico artículo de lo que tienes que hacer hoy en día si tienes un blog y quieres que te luzca: 6 errores que no debes cometer en tu blog. Los leo y me doy cuenta de que me he ido a las antípodas. Por supuesto que todo tiene que ver con el motivo por el que escribes un blog. En la actualidad, si hacemos caso a lo que Vilma y tantas otras firmas acreditadas nos recomiendan, el motivo es uno: conseguir tráfico, conseguir ventas, conseguir, conseguir, conseguir.

Por simplificar el mensaje: hay unas leyes de cómo debes escribir en el mercado de la exposición mediática en Internet. Si escribes en un blog es para cumplirlas. Aquí se vive de seguidores. Pero este mensaje, tan de nuestro tiempo, simplifica en exceso la cuestión. La parafernalia del inbound marketing exige pleitesía y obliga a bombardear a quien visita tu web con landing pages y calls to action. Si no lo haces, eres un carcamal, un dinosaurio de la comunicación en Internet. Se trata de vender. O no.

Es evidente que yo, por ejemplo, reivindico otra forma de bloguear. Aquí no hay cookies. Sí, has leído bien. Este sitio web no tiene implementadas cookies. No tengo ni idea de lo que vas a hacer al visitarme. Creo que no soy nadie para monitorizar tu comportamiento. Si has dedicido llegar hasta aquí y leer este u otros artículos, perfecto. Si te has aburrido al segundo siguiente de comenzar a leer y has puesto los pies en polvorosa, perfecto también. Insisto, yo no soy quien para empezar a revisar tu comportamiento.

Supongo que forma parte de los mandamientos básicos de cualquier organización conocer cuanto más y mejor a sus clientes y potenciales clientes. Vale. Pero a lo mejor hay que pararse e introducir un poco de ética en el asunto. Ya sabéis, la ética, pensar en lo que está bien y lo que está mal. El armamento disponible para monitorizarte es de tal calibre que creo que olvidamos la pregunta inicial: ¿está bien que dispongamos de esa capacidad? Por supuesto que los argumentos de semejante carrera armamentística van en una única dirección: así te daremos nuestro mejor sevicio. Cuanto mejor que conozcamos, mejor podremos satisfacer tus necesidades. Sencillo, ¿no? Pues va a ser que no.

Yo reinvindico el placer de escribir, de expresarme mediante la palabra. Se trata de obligarme cada mañana a reflexionar sobre algo que llama mi atención. A partir de ahí tienes la absoluta libertad de darme una patada en el culo y apartarme de tu camino o dedicar unos minutos a leerlo. Lo puedes hacer en diagonal, con más tranquilidad o hasta con la intención de quizá dejar un comentario. Es tu decisión. Haz lo que quieras.

¿Debería mostrar más respeto por quienes leéis el blog e intentar conoceros más? Lo siento, son mis convicciones y no tengo otras. No tengo el desparpajo de Groucho Marx. Me he quedado anquilosado con un paquete de ideas básicas y no hay quien me saque de ahí. Yo no tengo ese derecho de inmiscuirme en lo que haces o dejas de hacer. Ya somos mayorcitas para que a estas alturas de partido cargue mi lanzacohetes con herramientas de espionaje. Aquí siempre hemos sido antimilataristas. No quiero saber quién eres a través de estos medios. Así de simple. Por eso, aunque te suene a que a este tío se le ha ido la olla, aquí no hay cookies.

Imagen de Steve Buissinne en Pixabay.

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9 comentarios

rosario arcas 11/12/2020 - 13:40

Que agradable encontrar espacios sin cookies… el compartir por el placer de compartir parece que va desapareciendo.
Leer este post me ha hecho recordar cuales fueron los inicios de Internet, cunado, una vez se abrió, se quería que no fuera propiedad de nadie y de todos, quisieron liberar su implementación para lograrlo.
Lo mismo sucedía con Wikipedia, esta creo que si que sigue manteniéndose más o menos fiel a sus orígenes.
En un internet en el que casi nada puedes hacer si no vas apretando botoncitos de aceptación, seguimos encontrando personas generosas que siguen regalándonos posts, que siguen manteniendo los blogs, como lo que eran y son: grandes fuentes de conocimiento a las que muchos somos adictos. Y sin cookies! Gracias por no intentar conocernos más, gracias por permitir que nosotros si lo hagamos.

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Jaime Bárcenas 11/12/2020 - 16:52

Genial Julen y gracias por la claridad, es un alivio que aun haya personas que escriben porque es una labor que les apasione y nos haga reflexionar. Preferible 100 auténticos seguidores a miles de desconocidos. Gracias por tus reflexiones diarias. Son de mucho aprendizaje. Enhorabuena!

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Jorge 11/12/2020 - 18:09

Excelente !!

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amalio rey 12/12/2020 - 13:08

Te iba a decir «bienvenido al club» pero en realidad tú llegaste bastante primero, así que mejor digo que me adhiero al tuyo. Ya sabes que yo pienso (y hago) lo mismo: tampoco tengo cookies, ni me preocupo un ápice por saber cómo explotar de alguna manera a mis lectore/as. Escribo, como tú, por placer, porque me gusta, porque lo necesito: «para comprender». Sé que mi blog me ha ayudado mucho a conseguir contratos, pero no he hecho nada especial para «monetizar» eso que no sea escribir lo que me apetece. No critico a quien lo haga, pero esas ventanas emergentes ofreciendo cosas constantemente para conseguir leads me parecen insoportables y, como ya hemos conversado otras veces, es una moda que imita todo el mundo, así que además de irritantes, uno las percibe como si estuviera siempre en los mismos sitios. Dicho eso, yo me he propuesto para 2021 darle un cambio a los contenidos de mi blog, e introducir algo de orden en cómo los gestiono. Confieso que me interesa aumentar su exposición y llegar a más gente porque este último año anda un poco «encogido». Intentaré hacerme un plan de contenidos y voy a menear los posts siguiendo unas premisas que estoy terminando de decidir. Menos caos y más orden. Me apetece probar más metodología a ver qué resultados da en el impacto. Querer llegar a más gente, para que nos lean más personas, me parece un deseo legítimo.
¡¡sigue así, que todos aprendemos mucho contigo!!

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Carme 23/12/2020 - 16:02

Julen, miles de gracias por no dejar de ser tu, por mucho que cambien y mareen los vientos. Gracias por hacer de este lugar algo tan especial. Vengo aquí y de repente llegan los recuerdos de un internet mejor, con más ilusión y más juventud (cómo no, jajaja) Y ya que no tienes cookies, pues te dejo un comentario porque si no, cómo vas a saber que he venido a verte? 🙂
Muy felices fiestas a pesar de todo y que el 2021 te traiga todo lo mejor del mundo.
Un abrazote grande

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Julen 08/01/2021 - 07:10

Carme, tenía pendiente contestar tu comentario. Cuánto tiempo 🙂
Espero que estéis bien por ahí. Tengo pendiente un viaje en bici por la comarca del Matarraña en el que luego pensaba acercarme al Delta del Ebro. A ver si este 2021 me da pie a ello y nos podemos ver.
Besos.

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Nos cambiamos de feedburner a follow.it – Consultoría artesana en red 18/06/2021 - 05:52

[…] sincero, debo decir que no soy de los que revisa las listas de personas suscritas. Ya sabéis que en este sitio web no usamos cookies. Quien quiera leer los contenidos que publicamos que lo haga, pero no creo tener derecho alguno […]

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Cansado de las redes sociales – Consultoría artesana en red 30/06/2021 - 08:06

[…] es lo que más interesa y esas cosas—, pero creo ya informé en su día de mi punto de vista: aquí no hay cookies ni nada que se le parezca. No soy quien para saber lo que haces cuando llegas a este sitio […]

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Lo tengo claro: lo mío es contenido escrito – Consultoría artesana en red 14/03/2022 - 08:53

[…] embargo, hace ya mucho tiempo que decidí que escribo para que lo lea quien quiera. Por mi parte ya deshabilité las cookies: no creo tener derecho a monitorizar qué lees y por cuánto tiempo cuando llegas a este sitio web. […]

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