Roto

by Julen

No lo entiendes. O quizá sí, pero sabes que lo haces mal muchas veces. La subida pensaste que la hacías despacio, con cadencia. El entorno ya sabías que te haría disfrutar. ¿Quizá la emoción del momento no te dejaba entender lo que sucedía?  Siempre tan niño. Subías, subías. El día estaba claro; nada que ver con la vez anterior. Disfrutabas del horizonte. Cuanto más alto, más horizonte. Juegos de colores bajo un azul intenso. Era octubre.

Cadencia, cadencia, cadencia. Nada que suponga forzar. Quedan muchos kilómetros. Quieres pasar de largo los cien. Con ruedas gordas, siempre en una cifra respetable. Vas bien, disfrutas. Alcanzas la larga recta que da paso a las pistas que crestean entre vacas y caballos. El otoño todavía no acaba de reventar pero te va regalando detalles aquí y allá. Los árboles y sus hojas. Continúas hasta tu primera cima.

Vas de corto, hace frío. El termómetro llega a marcar tres grados. La bajada, ya lo sabías sería fulgurante. Te cruzas con otros ciclistas que se mueven a cámara lenta, te cruzas con senderistas, te cruzas con un ciervo majestuoso. Al fondo, el mar.

Por fin llegas al valle. Lo habías mirado; tú tan planificador. Sabías que pegaría viento de frente. Son ahora kilómetros de carretera. La rodilla grita. Continúas. No hay lógica. La típica negación de la realidad. Quedan muchos metros de desnivel. Te apartas de la carretera y buscas el auxilio de una pista que serpentea tras cruzar el río. Los metros de desnivel se van acumulando. Duele. No, no es momento de parar. Duele.

Arriba el viento pega fuerte. Viento del sur, el viento que aprieta. Casi te detiene en la bajada. Pero no será él sino un pinchazo. Un par de personas, amables, preguntan si hace falta ayuda. Se lo agradezco, coloco una sonrisa. Concentrado en la tarea, rumio mi miseria como las vacas la hierba. No es nada, es solo un pinchazo. No soy capaz de explicarles que me he roto, no parece el momento. Pura contradicción, resuelvo mis dudas, por fin, con ayuda del viento. Casi cuarenta kilómetros después de pinchar, termino. Roto. Tocará pensar lo que hago mal.

Imagen de (El Caminante) en Pixabay.

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