Rescato 10 ideas para la competitividad del negocio local, ahora más que nunca

by Julen

Leía en Cinco Días un artículo, ¿Cómo recuperamos los negocios locales?, firmado por Lucía Vera Hervás en torno a algunos factores que deberían mantener competitivo al negocio local, uno de los que más está sufriendo con la pandemia de la covid19. El artículo se fija en lugares bastante comunes, pero permite extraer una conclusión que por más que evidente, parece no calar en muchos de estos negocios: el comportamiento del cliente en 2020 ha cambiado y no queda sino ser imaginativo para buscar de qué forma crear complicidad con sus nuevos hábitos.

Desde luego que los gigantes, tanto del ecommerce como de la distribución física, representan una competencia feroz, pero lo local sigue siendo una referencia que mucha gente abrazamos para que nuestros pueblos y ciudades no se conviertan en parques temáticos sin vida real. Los negocios de franquicia son también otro ingrediente que conquista manzana a manzana la ciudad. El paisaje a pie de calle va cambiando de la mano de los negocios globales. Por eso los negocios locales e (inter)independientes deberían jugar una baza de conexión, de complicidad, de cercanía con quienes vivimos cerca de donde están radicados.

Yo quisiera que los comercios que tengo por aquí cerca tuvieran más presencia en mi día a día. Supongo que no les queda sino jugar la baza de conectar más con valores comunes en torno al barrio. Tienen que protagonizar un compromiso con un estilo de vida basado en apoyos mutuos, forman parte de algo con un sentido más amplio y deben ser parte activa de que la ciudadanía sepa que el negocio local es vital para una sociedad sana y justa.

La tentación de la compra a un clic de distancia está ahí. Es tan sencillo comprar desde la pantalla del PC o de nuestros móviles. Un simple gesto de nuestro dedo y el producto se va derecho al carrito de la compra, si es que no directamente a un pedido que llegará demasiado rápido para que despejes dudas de la calidad de su servicio. Pero todas sabemos que las grandes compañías del ecommerce no son trigo limpio. Son demasiados sus claroscuros en materia laboral o en tanto  representan un modelo de hiperconsumo que nos ningunea.

En cambio el comercio local son personas con nombre y apellido. Es gente que vive aquí abajo y que quiere que el barrio siga siendo un lugar activo, un lugar en el que reconocernos y del que obtener satisfacción social. Pero creo firmemente que está en su mano ir más allá de una mera transacción de productos y servicios a precios razonables. El negocio local tiene que jugar en otra liga. Tiene que buscar su especificidad y no renunciar a jugar también en lo digital.

Hace ya un tiempo escribí una serie de diez artículos referidos al comercio minorista de la bicicleta. Creo que muchos de aquellos argumentos sirven para el negocio local en general. Por eso me permito recuperar aquellas ideas. Las pensé mirando a un tipo muy concreto de comercio minorista y así debes leerlas, pero creo que su aplicación es, en general, más necesaria que nunca. Excepto la número 8, que es específica de una tienda de bicis, las demás, nos sirven, ¿no?

  1. Sí o sí, piensa en digital. Aunque tengas un punto de venta físico, los estilos de vida se imponen. Las cifras de venta online crecen. Ahí hay una amenaza, pero también una oportunidad. La tienda física tiene que encontrar en lo digital un compañero de viaje. No sirve de nada negar la realidad. Bloguea, coloca fotos en redes sociales, haz todo esto con un poco de cabeza: hoy no puedes no estar en Internet.
  2. Construye comunidad a tu alrededor. Es necesario hacer que la gente que se mueve alrededor de la tienda encuentre su «club social» en torno a ella. Piensa qué tipo de actividades ayudan en tu caso a construir comunidad. Seguro que las encuentras. Tienes que escuchar más a tu comunidad, o sea, a esas personas que se vinculan de una u otra forma a tu negocio. Y hay que organizar saraos para que no se olviden de ti: la comunidad existe en la medida en que tiene lugares en los que interactuar.
  3. Mira hacia el futuro, estate al tanto de las tendencias. No quiere decir que tengas que traducirlas automáticamente a oferta, pero sí debes conocerlas para decidir qué hacer al respecto.
  4. Participa en el tejido asociativo en torno a tu tienda. Puede ser el caso del comercio local de tu barrio o ciudad, puede ser algo más especializado, puede ser la Cámara de Comercio… Haz vida junto con otra gente que anda dándole vueltas a cosas parecidas a las tuyas.
  5. Piensa en quiénes son tus aliados. ¿No te sale fácil esta reflexión? Pues razón de más para ponerse las pilas. A tu alrededor seguro que hay proveedores, otras tiendas y establecimientos de mil formas y colores; piensa en la forma en que podrían ser tus aliados: ¿qué puedes ofrecer para una relación win-win?
  6. Construye marca a tu alrededor. Tu tienda necesita destacar en un mercado en el que, si no captamos atención, estamos perdidos. Invierte en un branding consecuente con lo que eres. ¿En dónde deberías estar presente para que tu marca fuera más fácil de recordar?, ¿cómo puedes hacer que tu marca viaje con tus clientes?
  7. Maneja datos: identifica clientes ABC. ¿Cómo los segmentas?, ¿qué acciones puedes llevar a cabo con cada uno de esos diferentes segmentos? Hay que pasar tiempo analizando cómo son y qué hacen nuestros clientes. Lo dicho: necesitas datos. ¿Puedes encontrar alguna fórmula de fidelización?, ¿tendría sentido una tarjeta de compra que diera puntos o algo parecido?
  8. El taller es un lugar fantástico para fidelizar clientes. Allí también se vende: ¿qué tal de habilidades comerciales entre la gente del taller? Sí, se supone que están para otra cosa, pero la realidad es que allí se puede generar mucha confianza. Así que yo no desperdiciaría esa oportunidad.
  9. El diseño del punto de venta puede generar transacciones casi por sí solo. Hay tiendas que parecen un almacén cuando, en realidad, deberían transmitir toda la fuerza de venta. A la gente le encanta pasar tiempo mirando una cosa aquí y otra allí. Piensa en el margen de mejora de tu lugar de venta: ¿podría vender por sí solo bastante más?
  10. Crea complicidad con las marcas, haz propuestas y mantén un diálogo ágil con ellas. Todo suma, nadie sabe más que nadie. Las marcas quieren lo mismo que tú: vender sus fantásticos cacharros. Lo lógico es que sumáramos ideas.

Las releo y sigo pensando que ahora más que nunca necesitamos negocios locales.

Imagen de RitaE en Pixabay.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.