Al rincón de pensar: 25 ideas sobre la plenitud en el trabajo

by Julen

Frederic Laloux dedica dos capítulos de su libro Reinventar las organizaciones a indagar en torno al sentido de plenitud que debería estar presente en nuestra actividad profesional. Hace poco, preparando unas clases sobre «personas» pensé que estaría bien recoger algunos extractos de esos dos capítulos y dejarlos flotando en el aire para ver qué inspira su lectura (ya antes publiqué un post con 23 citas). Los extractos que incluyo en este artículo son algunos casos citas textuales y en otros pequeñas adaptaciones. A mí me generan cierta inquietud. Es difícil no estar de acuerdo con que, en general, las personas colocamos muchas veces una máscara frente al trabajo. Quizá es lo que hemos aprendido de tanta agresión laboral, si me permitís la expresión. Escribí aquí que Mi vida vale (mucho) más que mi trabajo. Lo sigo pensando, pero reconozco que el trabajo ocupa mucho espacio en mi vida y que pienso muchas veces si la relación que mantengo con mi actividad profesional es sana.

1. En general, las organizaciones son lugares sin alma (…). El trabajo se transforma en vehículo para ayudarnos a unos y otros a revelar nuestra grandeza interior y a manifestar nuestra vocación.

2. Invitar a “nuestra humanidad” al trabajo: “cuando el perro que acariciamos es de un colega, o un colega acaricia nuestro perro, construimos sutilmente una comunidad. La gente descubrió que la decisión de abrir las puertas de la empresa no solo permitió la entrada de los perros, sino también de más humanidad.

3. …hemos encontrado seguridad en el hecho de presentarnos con solo una pequeña parte de nosotros en el lugar de trabajo.

4. Declaración de derechos y responsabilidades de empleados y consumidores:

  • Separarse de la necesidad de “tener razón” a fin de escuchar y respetar las realidades y perspectivas de los demás.
  • Diferenciar entre pensamientos (lo que sucede en nuestra cabeza) y comportamientos (lo que hacemos o decimos)

5. …10 sesiones gratuitas de coaching cada año para empleados o sus familias.

6. Día del silencio: cuatro veces al año se organiza un “día de la presencia plena” en el que los pacientes y el personal guardan silencio.

7. Narración oral: los relatos para unirnos.

8. Aprendamos más acerca de los demás. Aprendamos mediante preguntas simples que pueden hacerse mientras trabajamos, creando lugares de trabajo que no solo empleen a personas, sino que honren el alma en el proceso. Es así como se entreteje una trama de relaciones comunales que tiene capacidad de resiliencia.

9. “Reunión de los elogios”.

10. Un día libre al año: el “día del agradecimiento”. El empleado recibe 200 dólares en efectivo que puede gastar como desee para expresar su agradecimiento. La única regla: una vez regrese al trabajo, debe compartir la historia de qué regaló y a quién, y qué recepción tuvo el regalo.

11. Reuniones que comienzan nombrando una emoción: cómo me siento.

12. Espacios para sacar a la luz los conflictos: reunión ad hoc semanal, heat map por áreas, reunión bimensual de “ismos en el lugar de trabajo”.

13. Capacitar a todo el personal en habilidades interpersonales que les permitan lidiar con los conflictos: comunicación no violenta.

14. Las entrevistas de selección: las llevan a cabo los futuros compañeros de equipo que quieren decidir si les gustaría trabajar a diario con ese candidato en particular.

15. Las funciones son tan fluidas que no tiene mucho sentido contratar a alguien para que ocupe una casilla en particular.

16. Zappos ofrece a los nuevos contratados un cheque de 3.000 dólares si se arrepienten y deciden renunciar durante el período de orientación, que dura cuatro semanas.

17. Los empleados se hacen cargo de su propio aprendizaje (eso sí, mediante el “proceso de los consejos”, esto es, debe contrastarlo con otras personas).

18. Programas de capacitación compartidos a los que asiste quien quiera.

19. Los trabajadores se vuelven formadores. Los estudiantes enseñan a otros estudiantes.

20. Mantener periódicamente una reunión en la cual los compañeros hablan de cuánto tiempo y energía comprometer con el propósito de la organización en ese momento de sus vidas. Cada empleado indica su compromiso de horario de trabajo. Todos conocen los compromisos de los demás.

21. El feedback y la evaluación a nivel individual no los hace un jefe, sino los propios colegas.

22. Afrontar las conversaciones (de evaluación) desde el cuidado.

23. La experiencia indica que la gente se siente amorosamente acogida a lo largo del proceso y, con frecuencia, se derraman lágrimas de gratitud por sentirse tan profundamente comprendidos.

24. Ninguna de las organizaciones de esta investigación ha despedido gente en tiempos de recesión.

25. La plenitud y la separación, el amor y el miedo, son las grandes dicotomías que todas las tradiciones de sabiduría han explorado. Hoy en día, en la mayoría de las organizaciones, buscamos la separación porque creemos que nos proporciona seguridad. Nos retiramos a un mundo lleno de juicios de valor en el cual nos distanciamos de nosotros mismos y de los demás. Nos parapetamos tras una máscara, a veces por tanto tiempo que hasta nosotros llegamos a creer que somos esa máscara. En el trabajo, esta máscara suele ser mental, racional, masculina, autocentrada. Nos escindimos de nuestras emociones, de nuestras intuiciones, de nuestro cuerpo, de nuestro lado femenino.

Son 25 ideas para pensar. Pueden inspirar o generar rechazo, pueden ser útiles o hacerte caer en la trampa, pueden decir una cosa y su contraria. Sí, creo que, en el fondo, me inquietan.

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4 comentarios

amalio rey 06/06/2020 - 13:04

Algunas de estas ideas dan pistas, son inspiradoras. Gracias por las pistas, Julen. También coincido contigo en la «inquietud» que dices sentir. Por ejemplo, el punto-10 me pone nervioso: ¿por qué la empresa tiene que «forzar» con dinero que la gente agradezca y que después cuente cómo lo ha hecho? Creo que hay espacios que no deberían mezclarse. Si usted me regala un dinero, yo hago lo que quiera con él. Ya tendré mis formas de agradecer cuando quiera. No sé, como ese punto hay varios que me generan (serias) dudas de si tenemos que mezclar tanto. Tampoco me identifico, ni me ilusiona, cierto lenguaje psicologista o «emocional» con que se plantean algunas cosas en ese libro pero seguramente son manías mías de estar tanto tiempo de consultor independiente, no trabajando dentro de una organización que busca que se hagan las cosas de una determinada manera

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Julen 09/06/2020 - 06:04

Pocas veces he sentido tantas contradicciones internas con un libro como con este de Laloux. Eso que habrá que poner en valor de su propuesta… digo yo.

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