Cuando arrancamos #REDCA10, ya en la parte de trabajo interno, tras la sesión abierta del viernes, lo hicimos como suele ser costumbre. Nada nuevo bajo el sol: una ronda en la que cada cual comenta lo que quiere para situarse y situar a los demás sobre el lugar por el que transita. Es fácil entender que, por simplificar, hay dos planos: el personal y el profesional. Cada cual decide la dosis y garabatea un dibujo que nos da pistas del momento vital. Y no, no hay forma de marcharse de ese lugar: somos lo que somos y de ahí parte lo que podemos ofrecer.
Asier Gallastegi ya ha escrito un primer post de este décimo encuentro de nuestra red de consultoría artesana. Te lo recomiendo porque en esta visión coral que componemos quizá él ha sido capaz de entrelazar un relato fantástico de lo que sucedió ayer. Creo que se nota que vamos cumpliendo años –sí, quizá es argumento demasiado simple– porque explicamos el momento actual en función de trayectorias que van sumando muchas muescas ya en nuestras mochilas. Es muy posible que lo profesional tenga que ver con el momento vital de cada cual. No soy capaz de explicarlo de otra manera.
Entender la historia de una persona no es fácil. Siempre hay decisiones y casualidades, pasiones, desagravios, convicciones, creencias que van y vienen, excepticismo. Todo eso nos proyecta de tal forma que no es tan fácil interpretar lo que hay detrás de una sonrisa o de un silencio. Cada cual está donde está y no hay forma de escapar. Si contratas servicios, contratas personas. Y aquí, en REDCA, no hay forma de subcontratar. Te llevas el paquete completo.
No quisiera dejar pasar la ocasión de comentar que se ha planteado otro paso adelante en REDCA. Veremos hasta dónde llega. Tenemos que escribir un acta coral de lo que sucedió el sábado y reflejar en ella una propuesta que plantea un salto cualitativo en el compromiso. No sé si es exactamente así, pero esa es la forma en que me parece más correcto escribirlo. En cierto modo hay tres ejes de futuro:
- Continuar escribiendo en el blog colectivo en una serie de ámbitos que nos quedaron más o menos claros.
- Profundizar en lo que somos en tanto comunidad de práctica e intercambiar lo que hacemos y cómo lo hacemos.
- Avanzar en lo que nos une hacia dentro y en lo que nos proyecta hacia fuera.
Los dos primeros ejes son sencillos de manejar. El tercero sigue lanzándonos a un intercambio de opiniones que son el auténtico oxígeno de este grupo de profesionales que desde once años compartimos y disfrutamos nuestra diversidad.
Como en la ocasión anterior, un lujo poder disfrutar del espacio de TeamLabs en Madrid. Se hace fácil infiltrarse por allí con la certeza de que somos bienvenidos. En esta ocasión hubo quien no pudo venirse, sobre todo por razons familiares de diverso tipo. No nos olvidamos de que hay más voces y de que de una u otra forma estuvieron presentes en el encuentro. Lo dicho, seguimos la ruta mientras pedaleamos con la convicción de saber que tenemos suerte de estar donde estamos en este momento vital.
Imagen de Sven Lachmann en Pixabay.
7 comentarios
[…] un ritual de estas reuniones. Ayer leí la entrada estupenda que publicó Asier. Esta mañana la de Julen. Voy a tomar de mis apuntes algunas ideas compartidas en el taller – según cómo yo las […]
Identifico lo que describes de la jornada, Julen y me resuena. Creo que ahí hay una clave importante en lo que nos une. Y sí, estoy de acuerdo en que esta vez es muy posible que hayamos dado un paso importante hacia delante, imagino que nuestros avances requieren de cocciones lentas, eso sí, al final son grandes avances.
Las alubias que prepara mi madre siempre estuvieron más ricas al día siguiente 😉
Atxaga explica muy bien esta sensación de «hacerse mayor». En alguna ocasión hablaba de las personas mayores que asisten a los bailes en la plaza del pueblo. Comprenden parte de lo que allí ocurre, tienen recuerdo, pero no salen a bailar. No es condescendencia ni tan siquiera cansancio. Es algo más parecido a haber perdido la necesidad de la urgencia y de estar en todos los lugares. A mí, esta manera de hacerme mayor, me sienta bien. Las personas de la red cumplimos años, nuestros proyectos profesionales también y con nosotros la red. También la red cumple años. Guarda su personalidad y además acumula rarezas y patrones. Y a mí, esta manera de hacernos mayores como red, me sienta bien. Abrazo fuerte
Yo me he hecho mayor con esta Red. Será por eso que siempre que nos encontramos tengo una sensación de volver a casa. Un lugar ajeno a mi día a día, a mi lucha cotidiana, a mis problemas y mis glorias concretas. Un lugar al que cada año vuelves distinta, desprendida, pero sabiendo que entras en lo familiar, lo reconocido. Un puerto seguro donde recalar por unas horas, donde darnos el tiempo y el espacio de escucharnos, entendernos, comprendernos y cuidarnos. Eternas gracias por ello.
Necesitaba el encuentro. Es abrir una ventana y que entre aire fresco en mi rutina diaria, personal y profesional. Las dos de la mano. Y he aprendido que una va siempre con la otra.
Miro a mi primer encuentro con vosotr=s y la verdad que el más reciente siempre supera a los anteriores y eso da un estímulo tremendo para el sigueinte. Pero sobre todo, para el día sigueinte. que me parece lo más bonito que hay.
Gracias a ti Julen. Como dice María Jesús, «eternas gracias por ello»
[…] del cerebro (2006). Manel Muntada volvió a hacer un comentario respecto a este autor en el último taller de REDCA, la Red de Consultoría Artesana en Red (no era la primera vez que le escuchaba hablar de él) y me dije que había llegado el momento de […]