Quizá ha llegado la hora de las cooperativas de datos

by Julen

Es evidente en la sociedad actual que, como ciudadanos y ciudadanas, generamos miles de datos en nuestro día a día. Eso sí, podemos ser o no conscientes de que los estamos generando. Y podemos ser o no conscientes sobre si esta producción está siéndonos arrebatada en origen por aquellos que dicen prestarnos servicios de telecomunicaciones. En la medida en que hace falta tecnología que intermedie en la extracción del dato, somos origen del mismo pero eso no quiere decir, para nada, que tengamos control sobre ellos.

Leía no hace mucho una noticia en la que se recogía una iniciativa del sector de las cooperativas agroalimentarias que explciaba una alianza con Hispatec para poner en marcha «cooperativas de datos«. Señalaban que un contexto intensivo en datos y en el que buena parte de la competitividad tiene que ver con explotarlos adecuadamente (hablamos del sector agroalimentario, no lo olvides) estas «cooperativas de datos» podían suponer un buen cimiento:

En este contexto, añaden, el modelo cooperativo aparece como idóneo para ayudar a generar la confianza y colaboración necesaria, puesto que una “cooperativa de datos” es un entorno de confianza en el que sus socios comparten datos obtenidos en su explotación agraria, por sus tractores, drones o sensores bajo un amparo de protección y seguridad.

¿Por qué este sector se fija en un modelo cooperativo de recogida y tratamiento de datos? Es bien sencillo: compartir información propia junto con la que proviene de datos meteorológicos e información de mercados puede generar modelos de predicción avanzada. Y conviene que la propiedad de los modelos esté en manos de quienes generan una buena parte de esos datos sin los cuales el sistema no funcionaría nunca.

Si en vez de hablar del sector agroalimentario hablamos de nuestra vida cotidiana como ciudadanía de a pie, ¿por qué no plantear cooperativas de datos? Si ya se avanzó en su día a través de cooperativas de consumo y en la actualidad aparecen nuevos modelos de cooperativas, por ejemplo de energía, ¿por qué no aplicar el modelo cooperativo a los datos? Relacionado con esto, en el ámbito anglosajón se habla de los data civic trusts, muy ligados a la generación de valor en torno al bienestar social en su más amplio sentido. Concretamente si miramos, por ejemplo, al Reino Unido:

The UK government’s independent review of Artificial Intelligence in 2017 recommended that data trusts should be used as a way to “share data in a fair, safe and equitable way”.  In its May 2018 report, the House of Commons’ Science and Technology Committee found that the government could do more to “realise some of the great value” tied up in restricted public data sets, such as those held by the NHS, and hold them in data trusts.

La cuestión, evidentemente, tiene que ver con cambiar en origen la manera en que se gestionan los datos. En vez de dar por supuesto que estamos vendidos a las grandes corporaciones multinacionales que trapichean sin cuartel con nuestros datos, otra alternativa es posible.

A data trust should facilitate data sharing between organisations that hold data and organisations that want to use data to develop AI. The data trust would ensure that the ethical, legal, and GDPR considerations are met. A data trust has trustees who are responsible for deciding when and with whom to share data, as well as what data is shared, and whether such sharing benefit the public and the organisations using the data. It is envisaged that the creation of data trusts will allow the public greater access to and control over the use of their data, which in turn will increase public trust in data-collecting and holding organisations.

Estamos ante un cambio muy relevante en el enfoque del trabajo con datos. La palabra clave que aparece es: confianza. Todo gira en torno a cómo podemos recuperar el control sobre una materia prima que se ha convertido en el maná para los nuevos negocios. De ahí que el primer paso tenga que ver con la apropiación del dato. Desde luego que el tema es complicado. Todas somos conscientes de que en un entorno de confianza los beneficios de un intercambio masivo de datos y de su consiguiente análisis serían espectaculares. En cambio, bajo las condiciones actuales, casi todo el mundo se siente, de una u otra manera, amenazado.

Sea en un sector concreto como el agroalimentario o bajo el paraguas global de qué entendemos por ciudadanía en una sociedad del primer mundo en el siglo XXI, necesitamos cambiar los cimientos respecto al trabajo con los datos. Habrá que ver ver si estas formulas sociales de propiedad sobre los datos avanzan y consiguen plantar cara a los GAFAM de turno. La idea está sobre la mesa y quizá merezca atención en próximos artículos: ¿cómo constituir cooperativas de datos? Puede que sea uno de los grandes desafíos del cooperativismo actual, ¿no?

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay.

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2 comentarios

Episodio 88: Hasta el big data y más allá – Conectando Puntos 14/02/2020 - 07:04

[…] artículo que da pie al tema de la semana sobre cooperativas de […]

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Conferencia sobre el cooperativismo de datos – Consultoría artesana en red 14/04/2021 - 05:53

[…] Como quizá ya sepáis quienes leéis este blog, llevo la materia de «Ética y datos» en el grado de Business Data Analytics que impartimos en Mondragon Unibertistatea. Ahí una de mis obsesiones es generar pensamiento crítico en nuestras alumnas y alumnos. Sí, ya sé que disfrutan con los datos, pero tenemos la obligación de pararnos antes de empezar a jugar con ellos y hacernos preguntas sobre cómo los conseguimos. Es a partir de esta cuestión cuando comenzó mi interés por saber de las cooperativas de datos. En este mismo blog podéis encontrar un primer post dedicado a las cooperativas de datos. […]

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