¿Qué pueden hacer las universidades respecto al futuro del trabajo?

by Julen

Así titulaba su artículo Michael A Peters, un profesor de la Facultad de Educación de la Beijing Normal University, al que he llegado a través de University World News: ¿Qué pueden hacer las universidades respecto al futuro del trabajo? Leedlo, porque sirve para hacerse buenas preguntas en un complejo panorama respecto a lo que significa el trabajo y el empleo en la actualidad y a la respuesta que la universidad debe proporcionar.

El capitalismo digital está aquí y marca el tiempo presente. Soportado en el dataísmo y con un inmenso mar de tecnologías ubicuas suman fuerzas para exigir nuevas respuestas a quienes se ocupan de la educación formal, por ejemplo, a las universidades. Las grandes corporaciones, las actuales GAFAM (o sus versiones asiáticas), marcan un ritmo al que parece que sólo puede responderse con pleitesía. Parecería que no quedara sino aceptar que así es el mundo que nos ha tocado en suerte y que, como sea, hay que enseñar a la gente a sobrevivir en semejante algarabía.

El trabajo tal como lo conocimos desaparece. La automatización cabalga a lomos de gigantes y no está muy claro qué podemos oponer como minúsculos seres humanos que salimos mal parados en la comparativa respecto a la eficiencia cuando los robots y los algoritmos se ponen a tope. La inteligencia artificial parece que deja en mal lugar a la inteligencia humana. ¿Exageramos?

Alemania con su pionero modelo de industria 4.0, adoptado ya como seña de identidad en esta parte del sur de Islandia, o China con su ya conocido Made in China 2025, aceleran. ¿Qué debe hacer la universidad? En el artículo que cito nos proponen de entrada estar atentas a estas diez tendencias:

 

  1. The expansion of the ‘third sector’ based on corporate-government-community partnerships
  2. The revival of DIY job cultures
  3. The growth of small businesses and self-employment in food, hospitality and other industries
  4. Education for design, media and creative arts that encourage a raft of new platform initiatives
  5. Intensification of all competitive talent programmes in sport, fashion and entertainment
  6. Large-scale sponsored survivalist and cooperative living programmes
  7. The cultivation of traditional arts and crafts
  8. Increasing development of second-hand markets and waste management industries
  9. An environmental education that monitors resource depletion and water and air quality at the local level
  10. The revival of the liberal arts education with an emphasis on collective processes that aid citizenship and imaginative citizenship projects.

 

Son interesantes porque algunas de las propuestas no suelen aparecer en las listas habituales, más sesgadas por el tecnologicismo vigente hoy en día. En cierta forma nos enfrentan ante una realidad evidente: el reconocimiento de una diversidad en la concepción misma del trabajo y de las prácticas en que se concreta. En definitiva, una modificación sustancial, cualitativa, de qué entendemos por trabajo. Desde la universidad tenemos que ser capaces de hacer pensar a nuestras alumnas y alumnos sobre las diferentes formas que admite el trabajo digital y sobre el mismo hecho de la ciudadanía digital y del ser humano digital.

La inteligencia artificial está ya aquí con nosotros, en las aulas y en las fábricas, en los centros de investigación y en las universidades. Forma parte del paisaje habitual. La gente en los talleres comparte espacio con robots que no solo ofrecen mejores prestaciones mecánicas que los humanos, sino que compiten en inteligencia.

It tries to achieve a new comfortable working relationship between AI and human beings in the world of work and promotes or profiles this sector as a preferred future that means making the necessary social and political arrangement for the harmonising of humans and machines with legislation to regulate the ethical issue of who controls whom and, of course, data management and privacy issues.

Sí, aparece la ética de por medio. Hay que elevar la mirada y hacerse preguntas profundas porque la relación entre personas y máquinas ha cambiado. Y lo va a seguir haciendo. No se trata de que en la universidad formemos profesionales de acuerdo con las necesidades específicas del momento presente. El desafío es de otro nivel. Tenemos que preparar a la gente para un escenario que va a plantear dilemas éticos profundos. No se trata de diseñar el algoritmo sino de lo que le decimos al algoritmo que haga con su inmensa capacidad analítica.

Universities may well have to revive the concept of labour studies and take seriously their role in relation to the changes of the global scale adoption of intelligent systems that have the power to restructure internal research, teaching and administrative functions of the university as well.

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