Sesudas mentes saben cómo menear historias en la blogosfera. ¿Cómo conseguir efecto Benetton? Puedes hacerlo a través de dos vías:
- El mensaje es suficientemente bestia para el estándar hispano (en fondo o forma).
- El mensaje llega a los lugares concretos de la blogosfera donde lo pueden mover de verdad.
El primer caso sucede si llamas «capullo de mierda» al rey y lo acompañas con un video que lo muestre con cierto gracejo en los templos de masas de Internet (aunque hoy esto puedes subcontratarlo a alguna agencia con buenos creativos, como todo el mundo sabe). Entonces es probable que puedas viralizar el mensaje.
El segundo caso acontece si Microsiervos, Barrapunto, Enrique Dans u otra luz celestial te ungen con el agua sagrada (y conste que yo sí que leo a Enrique Dans; ¿es esto viralidad?). Claro que las consecuencias en el primer caso pueden ser más difíciles de controlar. Y por supuesto que hay una tercera vía potenciadora del despliegue: incluir sexo o pornografía en tu mensaje para ayudarle en su tránsito microservil, barrapuntal o dansino. Esto mismo te vale si adjuntas «porno» o «sexo» al video del capullo de mierda del rey. Es la forma mainstreaming por excelencia.
La masa mueve viralmente los mensajes, ensordecida por los referentes A-list del momento. Simple, como ha sido siempre la vida antes de que la fuéramos complicando. Dime quién corta el bacalao y hablaré con él para ver cómo hay que actuar por aquí. La masa es estúpida e inteligente. Hay wisdom of crowds y hay stupidity of crowds. Pero en todo esto queda la esperanza de segmentar para salir de la multitud y convertirse en minoría activa. Lo que no acabo de entender es por qué la blogocosa parece moverse como un todo cuando es evidente que empieza a dejar de serlo. ¿Acaso no somos suficientes en número como para que los rankings empiecen a pensar en segmentar? ¿Para qué me vale un ranking que junta artefactos tan diversos en la misma lista? El orden es tal que me veo compartiendo lista con un político, un grupo de heavy y la asociación de amigos de la baba de caracol (los ejemplos no implican ningún matiz peyorativo… bueno… quizá…, no sé).
¿A mí qué me importa si me la menean? Ni sé para qué he colocado al elefante bajo mis entradas. Toma contradicción: dime de qué presumes y te diré de qué careces. ¿Qué quiero?, ¿que llegue un representante del planeta blog y me coloque en la plaza pública para ser sometido a pública aclamación o vituperio? ¿Y bien?, ¿para qué? Mejor estar al margen de las grandes representaciones. Nuestro escenario nunca va a estar en el mogollón. Creo haber entendido -a mi manera- el mensaje de James Surowiecki y el de Chris Anderson (aquí una conferencia si pincháis en la sección «especiales», de Bilbao pues). Del primero me quedo con que ahora mi multitud (segmentada) puede entrar en contacto conmigo y yo con ellos/as y colaborar, cooperar y generar nuevo conocimiento. Todo porque hay potenciadores naturales, como la tecnología… entre otros. De Chris Anderson me quedo con que ahora mi multitud segmentada tiene realmente sentido, por muy pequeña sea.
Las multitudes me dan miedo. Me muevo mejor en los grupos pequeños, esas inmensas minorías. No quiero ni me interesan los meneos. No como están concebidos en la actualidad. Bien distinto sería el meneo para mi multitud segmentada y sus alrededores. Entonces sí. Pero mientras el marketing viral circule por determinados carriles masificados, yo me apeo. Soy consciente -otra vez- de que me contradigo, pero para eso soy un paradójico fan de Charles Handy.
Últimamente he leído conversaciones acerca de expertos, rankings, y el lugar que ocupamos en la galaxia quienes blogueamos. Me gusta escuchar el desbordamiento mental que percibo en Antonio Fumero, Adolfo Estalella, Tíscar (un maravilloso descubrimiento), o el mismo Juan Freire. Incluso ahora podré escuchar también a David Sánchez, que seguro que meterá cordura y sosiego. Necesitamos visión crítica sobre la blogocosa (como la que Iñaki Arenaza suele sistemáticamente ejercer en este blog).
No sé en dónde leí hace poco que los «mass media» ya no podrán ser «mass». Pues eso. Entonces, ¿para qué un ranking masificado? Quiero a quienes conversan conmigo. He decidido reincorporar estadísticas para ver si soy capaz de saber más de quienes podrían conversar. Y me desasosiega. Porque sólo veo geografía, anónimos puntos de éste el único planeta que tenemos de momento para vivir. Y me jode no poder ir más allá. Sé que pido imposibles, pero por pedir que no quede.
El post ha salido turbio del cerebro porque lo ha tergivesado el corazón, pero ya lo iremos aclarando. ¿Quiénes somos los que queremos hablar?, ¿quién eres tú, de Miami Beach?, ¿quién tú, de Avilés?, ¿quién tú, de Cali?, ¿quién tú, de Mazatlan?, ¿quién tú, de Las Palmas?, ¿quién tú, de Quito?, ¿quién tú, de Lima? Esta es la conversación y este mi segmento, mi minimultitud segmentada. Algo tan estupendo que nunca sería capaz de llamarlo de multitud. Personas que de momento no encuentro en ningún ranking de blogs. Y personas con las que me da mucho miedo usar técnicas de marketing viral. ¿Está lejos la viralidad del spam?
Y dejo otra idea: si la blogosfera crece, necesitamos federalismo para hacerla nuestra. Ya habrá tiempo para desarrollarla.
Technorati tags | viral marketing blog ranking
14 comentarios
Pues a pesar de la turbidez se ve muy claro el mensaje, que comparto totalmente. Ahora que los blogs se popularizan empiezan a interpretarse como medios de comunicación tradicionales, y muchos bloggers caen en el error de creeerse esta historia y tratar de replciar comportamientos. Y digo que creo que es un error por que ese camino no les conduce a nada; si, en el mejro de los casos, consiguen fama, esa fama les va a valer de bien poco (si cabe para tener que soportar críticas destructivas).
En fin, siempre pense que fenómenos como digg o menéame no eran demasiado interesantes (para lo que yo entiendo que son las redes sociales digitales)por lo que tu explican muy bien. En cambio, ese mismo modelo aplicado a comunidades más pequeñas y con intereses comunes si pueden ser útiles (hace un tiempo hablaba de docencia.es en ese sentido).
Por suerte, creo que debajo de la visón masificada de los blogs (por parte de los mass media y de muchos bloggers), se están haciendo cosas muy interesantes que valen realmente la pena. Por eso no me preocupa demaisado esa imagen superficial si no impide que se sigan haciendo cosas realmente valiosas «en la intimidad» de los pequeños grupos.
Este comentario si es turbio 🙂
Probablemente sean etapas que haya que quemar en el proceso. Desde luego que es preciso refinar la forma en que se «autoorganiza» la blogosfera. Porque parecería que hay fuerza centrífuga que engulle en un mismo saco todo blog que pulula por ahí y otra centrípeta donde la segmentación tiene todo su sentido. Entiendo que el software social tiene un sentido mucho más profundo cuando se conecta con colectivos manejables. Supongo que habrá que revisar el número de Dunbar, pero desde luego que no puede concerbirse un espacio de conversación uniforme y mulitudinario para la blogosfera.
Insisto, será cuestión de tiempo.
Yo he llegado recientemente a este mundo, y he visitado a todos los que nombras, Julen, al final siempre me quedo con los que no apareceis en las listas, con los que veis los blogs como un instrumento fundamental de comunicación, no como un fin que permita obtener la luz de los focos. Creo que gente como vosotros (el blog de Juan tambien me parece magnífico) son los que dignifican este jaleo que son los blogs.
Yo hago lo que puedo, de momento me contento con aprender de los maestros.
Sí que percibo el riesgo de la asimetría en los blogs. Pero no en la dirección que habitualmente se plantea: Uno escribe y los demás a lo sumo responden.
El riesgo es el contrario, porque y para que otros respondan (me vean) yo escribo.
Y puedo acabar no sabiendo quién soy el YO que escribe (conversa), ni reconocerlo.
Cada cual bandeamos ese riego como mejor podemos.
¡Animo!
Mass media? Precisamente escribí sobre esto hace unos días y la frase es del CMO de Procter.
D.
David, disculpa que no te citara. Se había alojado la información en algún sitio del cerebro pero no el informante.
Juan J., es evidente que para gustos son los colores. Lo importante es que mantengamos diversidad de enfoques para que cada cual decida lo que le apetece.
Nice, cuando ya llevas tiempo blogueando, no hay forma de ocultar quién eres realmente. Es muy difícil mantener un papel que esté alejado de cómo eres. Quien escribe eres tú.
Nono… no hay problema. Encantado que te llamara la atención 🙂
D.
Creo que el mero hecho de que te preocupes de ello es una mala señal… ¡disfruta del viaje! Seguro que este blog te está dando más sorpresas de las que podrías esperar al principio, ¿no? Pues de eso se trata…
Yo he defendido y defenderé que no existe tal cosa llamada «blogosfera», solo blogs que deambulan, gente que se junta y se separa, afines que se relacionan y que se dejan de relacionar… son como redes neuronales que establecen vínculos, unos más duraderos y otros menos.
Y ya está, tan simple como eso, tan simple (y tan complejo) como la vida real.
Rankings, meneos y similares sirven, como mucho, para descubrir nuevos blogs y, en caso de ser uno el protagonismo, para que otros te descubran. El 95% llegan y se van, quizás un 5% se queden en la parroquia.
Y ser un A-Blogger… no creo que aporte mucho, como dice Juan. Si empiezas a olvidarte de tu «parroquia» y no charlas con ellos (que suele ser lo más interesante de todo) pues un blog se parece más a una columna en un periódico que otra cosa. Pero peor pagada 🙂
Eso sí, desengáñate: del 100% de tus visitas, sólo serán parroquianos activos ese 19% de la regla. El 80% serán visitantes pasivos. Es algo con lo que hay que vivir (y que hay que respetar, claro!)
Comparto tus reflexiones, Julen. Creo que la difusión de algunos post en la red sirven para captar mucha atencion, pero lo realmente valioso es si mantienes dicha atención en un futuro.
Me parecen interesantes iniciativas como Meneame por ser un escaparate donde poder pinchar diversas temáticas, pero a mi personalmente no me preocupa que me ‘meneen’ mucho los post, que me puedan valorar bien o mal ni que me puedan acusar de entropías y temas parecidos. Simplemente es un sitio más donde exponer tus reflexiones (puede que haya gente que no te conozca y quiera compartir contigo el debate en un futuro).
Y si, yo tambien tengo al elefante al final de mis post 😉
Salu2.
PD. Como el gran Pablo Guero suele decir «la blogosfera es una locura». No puedo estar más de acuerdo.
Pues yo quité al elefante, me menearon con el post de los “hombres son windows y las mujeres linux” y por primera vez vi en mi blog un comentario desagradable y un montón de votos negativos en menéame, incluso de spam.
No me interesa esa comunidad machista-linuxista.
Dijo Warhol: en el futuro todos tendremos derecho a 15 minutos de fama.
Es cierto, cualquiera puede hacer el tonto un cuarto de hora en el casting de operación triunfo.
Pero ahora ya es otra era: en el futuro todos tendremos derecho a 15 suscriptores.
consultor anónimo, cierto eso de que al final los parroquianos activos somos cuatro y un tambor. Y por muchos años… y lo bien que lo pasamos, ¿eh?
David, la constancia sí que es un valor en esto, desde luego. Me parece una de las claves.
Lula Towanda, es que lo tuyo son las intimidades y esas se mueven por terrenos delicados.
luistxo, nosotros, los de Bilbao, disponemos de bastante más de 15 minutos de fama (jua jua).
Podrías echarle un ojo a esto de aquí😉
Bueno, no podemos negar que los rankings son divertidos, pero claro su fiabilidad es bastante cuestionable. Un problema de los rankings es que los blogs de temáticas generales tienen ventaja, porque son estos los que más visitas obtienen. Hay que considerar que los algoritmos que se suelen usar para hacer rankings, basicamente solo tienen en cuenta las visitas (google, technorati, feeds…). El número de visitas no es lo que hace bueno un blog, sino, ¿qué pasa con aquellos blogs que sean de temática muy específica? De los que sólo interesan a 4 gatos, son malos? No, de hecho algunos suelen ser una referencia para los que sigan esa temática en cuestión, y bastante buenos por cierto. Y sin embargo nunca aparecerán en rankings.
Entonces al anunciar un ranking no habría que decir «los mejores blogs de la blogosfera», sino los más visitados, (que tampoco los más leídos).
Otro problema es que para formar parte de un ranking te tienes que añadir. Y si no te añades no sales. Por no hablar de que hemos visto que añadirte puede ser una odisea en algunos casos.
Otra opción a los rankings para encontrar blogs buenos, es por ejemplo en páginas como http://www.hispaciencia.com/ donde seleccionan los blogs que cumplen una serie de requisitos como que son fiables en una temática, que se actualizan con regularidad y que se adaptan al tema en cuestión. Hispaciencia es de ciencia, pero deberían de hacer lo mismo con otras temáticas como gadgets, noticieros, blogs personales… y entonces sí dispondriamos de una buena selección de blogs de calidad por temáticas.
Nosotros también hemos dado una vuelta por los rankings de blogs y nos hemos encontrado con errores de algoritmos, problemas para darnos de alta… aquí tenéis nuestro analisis por si os interesa:
http://soplandoalcierzo.blogspot.com/2007/07/rnking-de-blogs-por-comunidades.html
Un saludo 🙂