Esta semana me he metido una sobredosis de clases en postgrados universitarios. Y hay que ver qué bien me lo paso. Creo que sudo dopamina y entro en estado de flujo. El martes por la mañana estuve un poco comedido porque últimamente patino demasiado de euforia. Era el día de mi aclamada sesión de gestión del conocimiento (plas plas, ;-). Va ya en su enésima revisión y estoy persiguiendo el objetivo de eliminar de la presentación que utilizo cualquier vestigio de frase conexa procedente del hemisferio izquierdo.
Ese martes no metí caña con blogolandia, aunque un poco dejé entrever. En cambio, hoy con el mismo grupo con el que estuve el martes por la tarde, he creído ver cómo les brillaban los ojos cuando hemos creado un blog en clase y hemos navegado en forma cruzada por la telaraña social tan densamente tejida a día de hoy.
Mis sensaciones después de moverme Faiafocs en mano por la blogosfera:
1- Se han sorprendido
2- Les ha inquietado
3- Quieren más
Voy a tratar de preparar un miniprograma sobre blogs para los postgrados en que participo. Total, ya que tengo tiempo y estoy algo aburrido, ¿por qué no? Lo someteré a público debate y vilipendio. Pasa a la lista de tareas, después de la de «redactar líneas básicas nuevo sistema retributivo».
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